La presión de Repsol y Europa obligan a Ribera a barajar el fin del impuesto contra las eléctricas
Ribera reconoce que ya no hay beneficios extraordinarios por parte de las empresas del petróleo y gas
El Gobierno español se replantea el impuesto creado para gravar temporalmente los beneficios extraordinarios logrados por las energéticas por el incremento de los precios de la energía. Según ha asegurado hoy la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Una situación que se da tras las continuas críticas de Repsol y tras un comunicado de la Comisión Europea que ponía en duda la continuidad del impuesto.
«Es importante determinar si siguen existiendo o no esos beneficios extraordinarios que intentaban ser identificados en esa en esa figura. La fiscalidad habitual se puede corregir, modular, pero ya no estamos hablando de beneficios extraordinarios, estamos hablando de otra cosa», ha asegurado Ribera a la Agencia EFE.
La ministra ha afirmado que además de identificar beneficios extraordinarios, hay que ser conscientes de que «es imprescindible una reinversión masiva para la transformación del sistema energético» y que cuanto antes se logre hacer esa transición, «más estables, predecibles, limpios y asumibles serán los precios de la energía». Por otro lado, ha añadido que «si hay beneficios extraordinarios, veamos cómo se puede contribuir» para evitar que «unos ganen mucho» y todos paguen más.
«Estamos analizando cuáles son las referencias fácticas, cuáles son las necesidades y cuál es la mejor manera técnicamente de resolver este asunto, siempre con la vista puesta en que el cambio sea un proceso ágil pero también justo desde el punto de vista de reparto de beneficios y costes, ha señalado Ribera
Además, ha insistido en que un sistema fiscal debe ser esencialmente justo y si hay un incremento importante de los beneficios de las ganancias eso requiere una reacción.
El informe de Bruselas tuvo en cuenta la evolución del mercado en el sector de los combustibles fósiles cubierto por esta intervención de emergencia desde la adopción de la medida fiscal en otoño de 2022. «El análisis realizado por los servicios de la Comisión sobre la evolución de los precios en el sector de los combustibles fósiles apunta en la dirección de una disminución gradual de los precios de la energía en 2023, aunque la volatilidad sigue presente«, se desprende del documento.
En relación a la posibilidad de ampliar las medidas aprobadas para paliar los efectos de la crisis energética sobre las familias que vencen a fin de año, Ribera ha considerado «capital» garantizar la cobertura de los consumidores más vulnerables por renta. En lo que respecta al resto de ciudadanos al que se ampliaron las ayudas (clase media), habrá que ver si las medidas «tienen todas sentido o si hay aspectos que se pueden ir modulando». «Ese es un ejercicio que estamos haciendo a nivel técnico entre los distintos ministerios», ha sentenciado.