Bildu y ERC exigirán mantener igual el impuesto a las energéticas a pesar del giro de Sánchez
El Gobierno se abre ahora a rediseñar el tributo tras la presión de las energéticas y de la Comisión Europea
«Nuestra posición no ha cambiado y vamos a seguir negociando». Es la frase con la que responden los principales socios de la coalición, ERC y EH Bildu, ante el giro del Gobierno para rediseñar el impuesto temporal contra las energéticas. Después de la presión de estos últimos meses de las eléctricas, y recientemente de la Comisión Europea, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tuvo que salir al paso para hablar -por primera vez- de un cambio en el tributo. Una afirmación que fue ratificada al día siguiente por el presidente, Pedro Sánchez.
Sin embargo, este giro del Gobierno no es está siendo acompasado por sus socios más próximos. «Nosotros seguimos defendiendo que siga habiendo esa tasa impositiva especial y que, además, se mantenga. Es decir, que no tenga un carácter coyuntural. Creemos que el impacto y la aportación que hacen a la economía no es en este momento equiparable por sus beneficios, por lo que creemos que es necesario que se mantenga ese impuesto a las energéticas y eléctricas», sostienen a este periódico fuentes del partido de izquierda abertzale.
Por otro lado, las mismas fuentes aseguran que «es conocida tanto su oposición al impuesto como su presión y chantaje a cualquier gobierno que decida que tienen que pagar más, amenazándoles con irse. No va a alterar las condiciones ni los análisis de cada cual». De momento, los partidos desconocen cómo llevarán a cabo esa negociación y si usarán los presupuestos generales como herramienta de presión contra el Gobierno de coalición.
Por otro lado, fuentes de ERC son también claras y tajantes. Según sostienen a este medio, «se mantendrán en la defensa del impuesto a las grandes energéticas porque no está encima de la mesa cambiar de criterio». Otra de las formaciones en contra de dicho cambio es precisamente la que está dentro del Gobierno. Desde Sumar rechazan tocar el impuesto, aunque podría acabar cediendo y sirviendo de pinza para atraer al resto de partidos con un ligero cambio en el diseño del tributo. Posiciones que contrastan con la de otros socios, como la del PNV. Así, hace pocos días, el presidente del partido, Andoni Ortuzar, definió el impuesto de «mercancía averiada».
Presión de las energéticas
Repsol, con su CEO Josu Jon Imaz a la cabeza, es de las energéticas que más ruido están haciendo con respecto al rechazo al impuesto. La energética, a través de su presidente no ejecutivo, Antonio Brufau, alzó la voz hace unos días para poner sobre la mesa la posibilidad de deslocalizar inversión industrial, principalmente hidrógeno verde, a dos países: Francia y Portugal. Otras energéticas, como Iberdrola, han viajado a otros territorios para criticar la política fiscal de España frente a la de otros lugares.
Por otro lado, Cepsa, durante la presentación de sus últimos resultados, cargó contra el impuesto a las energéticas asegurando que «estaba mal diseñado». «Esperamos trabajar con el nuevo Gobierno español para garantizar que el marco fiscal y normativo respalde a la industria y cree un entorno competitivo para la transición energética, fomentando la inversión y permitiendo en España el desarrollo del mayor proyecto europeo de hidrógeno verde», sentenció el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar.
Presión de Europa
Un informe de la Comisión Europea desató aún más la polémica en por la prórroga del impuesto temporal contra las energéticas. Así, el documento señaló que «la evolución de los mercados de las energías fósiles muestra que la situación es muy diferente de la que existía cuando el Reglamento del Consejo entró en vigor en octubre de 2022. El descenso de los precios de la energía a lo largo de 2023 y un entorno económico más incierto, así como el aumento de los costes de capital, han llevado a las empresas de los sectores del petróleo, el gas y el carbón a registrar una disminución de sus beneficios en comparación con los beneficios extraordinarios excedentarios de 2022″.
Por primera vez, Europa se pronunciaba a este respecto. Un análisis que ha llevado a otras instituciones en nuestro país, como la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), a pedir de forma clara «eliminar definitivamente impuesto sobre producción eléctrica». Pero los socios del Gobierno se mantienen firmes: «Muchas veces la Unión Europea se acaba desdiciendo y también suele haber muchos errores de interpretación de lo que realmente ha dicho. Nosotros vamos a seguir defendiendo nuestras posiciones».