El Gobierno limitará el alquiler de temporada para evitar que esquive la ley de vivienda
El grupo de trabajo para estudiar este tipo de alquiler se reúne por primera vez este viernes para regular el sector
Este viernes se reúne por primera vez el grupo de trabajo formado por el Gobierno para empezar a elaborar diferentes medidas que regulen el alquiler temporal, en auge durante los últimos meses. La ley de vivienda no preveía directamente una regulación estatal de los pisos de alquiler turístico ni de temporada. Sin embargo, sí dejaba la puerta abierta a poder hacerlo en un plazo de seis meses. Concretamente, la disposición adicional quinta de la ley contemplaba la creación de un grupo de trabajo para la regulación de los contratos de arrendamiento de uso distinto al de vivienda habitual. Un plazo que cumplió en noviembre.
Tras la puesta en marcha de la ley de vivienda, con el adelanto electoral a julio y ante las expectativas de cambio de Gobierno que durante semanas auparon las encuestas, el sector de vivienda en alquiler descontaba que finalmente este tipo de arrendamiento no se tocaría. El resultado del 23-J y la posterior investidura de Pedro Sánchez a mediados del mes pasado trastocaron las previsiones del sector. Ahora, el nuevo Gobierno ha pisado el acelerador y espera «encontrar soluciones» a este trasvase de vivienda de alquiler tradicional al de temporada lo antes posible, según apuntan a este diario.
Un trasvase que se ha acelerado en el último año. «Precisamente a raíz de la entrada en vigor de la ley de vivienda sabemos que existe una gran proliferación de nuevos pisos turísticos, de temporada y vacacionales como vía de escape que están utilizando muchos propietarios para esquivar las limitaciones y controles de la nueva normativa», asegura María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. Una situación que, según explica la experta a THE OBJECTIVE, está ocasionando la contracción y el desplazamiento del parque de alquiler residencial y provocando todavía más tensión en los precios dando lugar a problemas de desequilibrios entre visitantes y residentes locales de cada zona o incluso problemáticas relacionadas con la gentrificación.
Grupo técnico
Esta primera reunión del grupo de trabajo será «eminentemente técnica» y contará con la presencia del secretario de Estado de Vivienda, David Lucas, además de representantes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, también de la Secretaría General de Asuntos Económicos y G20, según apuntan desde el ministerio a este diario.
Por otro lado, también estarán presentes representantes del Consejo de Colegios de Administradores de Fincas, del Consejo General de los Colegios de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, CCOO y UGT, así como el sindicato de Inquilinas e Inquilinos y la patronal CEOE. No obstante, fuentes directas del sector como inmobiliarias, propietarios o fondos de inversión lamentan, en conversación con este diario, no estar presentes en una mesa de negociación que va a decidir su futuro.
En paralelo a este primer encuentro para tratar la regulación del alquiler de temporada, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana participará en el grupo de trabajo sobre vivienda turística que en este caso y a tal efecto está previsto que convoque en las próximas semanas el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Vía para subir rentas
Los alquileres de temporada se rigen por la LAU y el Código Civil, por lo que quedan fuera del control de precios que estipula la nueva ley de vivienda. Muchos propietarios han aprovechado esta vía para blindar la rentabilidad de su vivienda en alquiler. Según el último estudio de idealista, a raíz de la ley de vivienda, los alquileres por temporada se han disparado un 40%. Con este crecimiento, los alquileres de temporada suponen ya el 10% del total de oferta, según estos mismos datos.
Una cuestión que se agrava en algunos lugares. En San Sebastián, el 32% de las viviendas que se ofrecen en el mercado lo hacen para el alquiler de temporada, mientras que en Barcelona lo hacen el 28% del total. Les siguen Cádiz (17%), Santander (16%), Málaga (15%) y Tarragona (15%), según el informe de idealista. Los alquileres de temporada son aquellos que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente de vivienda, sino que sirven al alojamiento durante un periodo de tiempo muy concreto inferior al año.
El sector, expectante
«Este es un ejemplo de que las medidas punitivas y prohibitivas no son bien recibidas en el mercado de los propietarios privados», añade Matos. En este sentido, la experta de Fotocasa considera que la regulación de este tipo de alquiler puede ser positiva para establecer unas normativas claras que den seguridad y confianza en todos los aspectos tanto a quien oferta como a quien demanda este tipo de viviendas. Un extremo que debería ser consensuado «con todos los agentes que conforman este sector para poder crear una legislación acorde con todas las necesidades del mercado, pero no creemos que la regulación tenga que pasar por la prohibición».
De hecho, desde el portal reconocen que en estos momentos este tipo de alquiler está dando respuesta a una demanda muy intensa en el mercado y se debe encontrar una compatibilidad sostenible entre todos los actores del entorno urbano. Por su parte, desde HousingAnywhere, una web que pone en contacto a propietarios de alojamiento en alquiler con potenciales inquilinos, reconocen haber visto incrementada su oferta de este tipo de alquiler durante los últimos meses.
Carlos Amigo, Country Lead en España de esta compañía asegura a este diario que confía en que la nueva regulación pueda servir como marco de actuación para propietarios e inquilinos y aportar claridad sobre la correlación con la ley de vivienda. En declaraciones a este diario considera que estas posibles nuevas regulaciones deberían tener en cuenta la necesidad de oferta de vivienda en esta tipología de alquiler para cubrir la creciente demanda de alojamiento por parte de estudiantes y jóvenes profesionales.
Esta web, cuyos principales clientes son estudiantes tanto nacionales como internacionales destaca que España cuenta con ciudades de gran atractivo para estos colectivos, así como para jóvenes profesionales. Por ello, «es clave evitar que las nuevas medidas, o una sobreregulación del sector, desencadenen un efecto contrario que pueda desalentar a los propietarios a la hora de ofrecer alojamiento para estudiantes y jóvenes profesionales», añade.