Inversores extranjeros muestran su interés en comprar empresas de renovables en España

Los gigantes de la inversión ponen en sus ojos en España, en concreto en el sector de moda, el energético. Muchas sociedades especializadas en desarrollar energía renovables comienzan a atraer a los grandes fondos internacionales. Un escenario que puede volver a revivir las operaciones corporativas en nuestro país, que llevan varios años atascadas por los altos precios del pool energético y los tipos de interés.

Fuentes financieras aseguran a este medio que «empresas potenciales del extranjero están buscando plataformas consolidadas en España para invertir allí o incluso comprarlas al cien por cien para utilizarlas para desarrollar sus proyectos». Estas plataformas son sociedades que se encargan de desarrollar proyectos renovables (eólica y solar), y pueden tener también capacidades de operación y mantenimiento. Las mismas fuentes aseguran que pronto se verán operaciones de este tipo.

Fuentes del sector rechazan que vayan a haber grandes fusiones de compañías en el mercado español y se inclinan más por las operaciones antes mencionadas. Por otro lado, los contratos EPC (ingeniería, adquisición y construcción por sus siglas en español) -o denominados también como ‘llave en mano’- donde directamente se compra, por ejemplo, una planta fotovoltaica, se han reducido por temas de costes y de Procurement (aprovisionamiento). Así, los potenciales compradores estarían más interesados hoy en subcontratar alguna de las partes de los EPC, en lugar de hacerse con todas.

Concentración de portfolios

En estos últimos años, el contexto económico no ha ayudado a las operaciones de fusiones y adquisiciones. Fuentes financieras comentan que muchas se han caído o se han parado porque el comprador, en la fase de binding offer (oferta vinculante), no ha sabido mantenerlo una vez empezado a negociar. Las razones de esto son principalmente las antes comentadas: el precio del mercado mayorista y los elevados tipos de interés.

Pese a este escenario, sí hay un proceso de concentración de portfolios en el sector en manos de fondos y en grandes empresas. Además, muchos fondos de menor dimensión han funcionado como agregadores, comprando pequeños proyectos que más tarde han sido absorbidos por un fondo mayor o una gran empresa. Este tipo de operaciones se trasladan a todos los ámbitos del sector energético. Uno de ellos es el novedoso hidrógeno verde, que aún sigue habiendo cierta incertidumbre a la espera de la nueva regulación. Una realidad que no impide que se estén movilizando importantes capitales en esta futura tecnología.

Fuentes jurídicas y financieras coinciden también en la ‘fiebre’ que se ha creado con el almacenamiento. «Allí es donde se están poniendo los ojos. Es el futuro -o el presente- porque si no esto no tendría sentido. Estás produciendo un montón de energía en momentos valle (donde no hay una gran demanda) y si no almacenas pierde atractivo esta inversión porque no sería tan rentable», apuntan.

Ambición del Ministerio

Paralelamente a las grandes operaciones corporativas está la ambición del Ministerio de Transición Ecológica por desplegar aún más el desarrollo verde. Así, y según el último Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), «el objetivo de consumo final de energía renovable sube al 48% –con un 81% de la generación de electricidad–, y el de eficiencia energética mejora hasta el 44%. Por otro lado, el objetivo de reducción de Gases de Efecto Invernadero aumenta desde el 23% hasta el 32% en 2030 respecto a 1990″.

Además, se prevén 19 gigavatios (gw) de autoconsumo, 22 gw de almacenamiento y 11 gw de electrolizadores para obtener hidrógeno renovable. «Una de las principales actuaciones del borrador de actualización del PNIEC es el impulso de las energías renovables y del almacenamiento y la gestión de la demanda para mejorar su integración. Para el año 2030, se espera tener instalados 62 gw de eólica, 76 gw de fotovoltaica, 4,8 gw de solar termoeléctrica, 1,4 gw de biomasa y 22 gw de almacenamiento», sentencian.

Por último, desde el Ministerio calculan que el PIB crezca «un 2,5% adicional y que el empleo aumente entre 430.000 y 522.000 puestos de trabajo en 2025 y 2030, respectivamente, con relación al escenario tendencial». También esperan que la generación de puestos de trabajo se reparta por todos los sectores económicos, con especial incidencia en industria, energía o construcción. De hecho, sobre esto último, algunas energéticas han comenzado a crear plataformas de empleo para encontrar trabajadores relacionados con el mundo de la energía porque aseguran que no encuentran.