Los bancos han cambiado 20.600 hipotecas variables a fijas en año y medio
Las entidades facilitan estas operaciones para aliviar las cuotas desde el repunte de los tipos de interés
Letreros de los principales bancos | Europa Press
Los bancos han transformado algo más de 20.600 hipotecas variables a fijas desde el repunte de los tipos de interés en febrero de 2022. Desde entonces la oleada de cambios de esta naturaleza ha sido intensa, aunque a lo largo de 2023 la tendencia alcista de estas operaciones se ha frenado.
Según los datos recabados por THE OBJECTIVE, las entidades han facilitado esta reestructuración en las condiciones de 20.623 hipotecas para aliviar a sus titulares el aumento de la carga financiera. Aunque la cifra puede pequeña, ya que se estima que hay unos cinco millones de préstamos para la vivienda -de los que el 70% son variables-, esta ha crecido sustancialmente con respecto a ejercicio anteriores.
Solo en los primeros meses del giro de la política monetaria por parte del BCE para controlar la inflación mediante subidas del precio oficial del dinero los cambios a tasas fijas aumentaron un 50% interanualmente. Tras este fuerte avance y, a pesar del plan de ayudas impulsado por el Gobierno, la transformación se ha apaciguado, pero mantiene las volúmenes del ejercicio pasado.
Los datos reflejan que entre marzo y diciembre de 2022 la banca permitió que 10.623 hipotecas dejaron de vincularse al euríbor y otras 10.000 entre enero y septiembre de 2023, de acuerdo las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Gobierno eliminó hace un año las comisiones que cobraban los bancos para llevar a cabo el cambio a tipos fijos, en el marco del plan de rescate a las hipotecas de las familias más vulnerables al alza del precio del dinero. Esta medida se ha extendido para todo 2024 tras el refuerzo del denominado Código de Buenas Prácticas Bancarias tras su baja acogida.
La mayor parte de las operaciones realizadas por el sector han sido voluntarias, como reflejan los primeros datos, cuando el programa gubernamental no estaba en marcha. Los banqueros siempre han señalado que su intención es aliviar las cuotas a los clientes que más lo necesitan con el objetivo de que puedan cumplir con las obligaciones de pago y no entren en morosidad.
Impagos de las hipotecas al alza pese a los cambios y el plan de ayudas
Ni estos cambios, ni las distintas medidas de flexibilización impuestas por el Ministerio de Economía, están sirviendo para que los impagos en las hipotecas estén controladas. Desde primavera, las insolvencias en los créditos para la adquisición de un piso han crecido un 8%, después de que en verano hayan repuntado un 4,1%, acelerando así su crecimiento.
La bajada del euríbor en diciembre, cuya cotización se ha desplomado hasta el 3,68%, va a suponer el primer respiro para los hogares con una hipoteca variable, por lo que a partir de ahora los cambios a fijo podrían retroceder de manera drástica a pesar de la extensión de la gratuidad en las operaciones. Gracias a este hundimiento, el mayor en 14 años, las primeras cuotas bajarán por primera vez en dos ejercicios. Del descenso se beneficiarán aquellos que tenga una revisión semestral.
Los bancos ven desde hace meses que la renegociación de las condiciones, entre las que se incluyen los cambios a tasas fijas, la extensión de los plazos de vencimiento o las carencias- se están aplanando. A mediados de 2023 se inició la normalización de la situación.
La caída tan acusada del euríbor obedece a que los analistas y los bancos esperan a que el BCE baje los tipos antes de lo previsto y que estos suceda en marzo, a pesar de que los miembros del organismo comunitario, entre ellos el vicepresidente Luis de Guindos, están llamando a la calma insistiendo en que no será tan pronto.
El mercado apunta además a que el indicador de las hipotecas variables iniciará 2025 por debajo del 3%, de ahí que se esté despeñando en estos momentos, ya que la inflación ha descendido considerablemente y Europa necesita reactivar su economía, que ha estado castigada por la subida de los tipos, con una disminución profunda en el flujo del crédito.
La banca, tras este giro en el escenario, está volviendo a potenciar la comercialización de las hipotecas fijas. Desde que los tipos comenzaron a repuntar las entidades habían venido impulsando los préstamos variables, con el fin de protegerse a las eventuales alzas en el precio del dinero. Ahora, con la convicción de que éste bajará, tienen el panorama más despejado y un mayor margen de actuación con la financiación a tasas inamovibles de por vida.
