Las eléctricas celebran la resurrección de la CNE, que impulsará en semanas el Gobierno
Prepara ya el anteproyecto de ley para crear de nuevo una comisión de regulación de energía separada de la CNMC
Uno de los compromisos del último ministro de Economía de Mariano Rajoy, Román Escolano, fue la vuelta de la Comisión Nacional de Energía (CNE), que el propio Partido Popular había desterrado al iniciar su mandato en el año 2012. Una iniciativa que nunca se materializó porque Nadia Calviño le dio carpetazo en 2018 tras asentarse en la cartera de Economía. Un lustro después de la llegada de los socialistas, la vuelta del Comisión Nacional de Energía se hace oficial. Además, fuentes cercanas apuntan a que «en unas semanas» se presentará un anteproyecto de ley para recuperarlo. Una noticia que celebran las eléctricas.
Las Iberdrola, Naturgy, Endesa prefieren el modelo anterior (con los dos grandes sectores regulados -energía y telecomunicaciones- separados, además de la comisión de competencia). La razón de esto último es que esta estructura permite a la comisión de regulación de energía contar con más medios, ofrecer más atención y ser además más asequible. Un sistema que comparten la mayoría de los países de Occidente, salvo Países Bajos (donde hay una integración entre las salas de competencia y regulación), Estonia y Nueva Zelanda. Y que hasta hace más de una década tenía España también, con la Comisión Nacional de Competencia (CNC), la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNT).
Hace unos meses, el partido de Yolanda Díaz, en plenas negociaciones con el PSOE para su investidura, optaron por recuperar el modelo de tres comisiones. Pero Calviño se negó ya que la secretaría de Estado de Telecomunicaciones estaba en las competencias de su ministerio. Por lo que todo se limitó a la energía. Un escenario que puede crear en España un caso único en el mundo: un regulador propio de energía junto a una CNMC, que integraría la regulación de telecomunicaciones, audiovisual, postal, transporte ferroviario y aeroportuario.
Pero desde que Calviño dejó el Ejecutivo el panorama ha cambiado. Fuentes conocedoras aseguran que de lo que se está hablando es de crear o bien dos comisiones de regulación -una de energía y otra de telecomunicaciones-, o bien una comisión al estilo alemán, que incluya a todos los sectores bajo un mismo marco regulador. Ambas con competencia aparte. Una medida que ilusiona de nuevo a las eléctricas ya que la forma de operar de competencia y regulación es distinta y su integración «solo genera problemas».
De hecho, y sin ir más lejos, Competencia fue la que acusó a Iberdrola y cuatro de sus directivos de manipular el precio de la luz en 2013. Hace unas semanas, la Audiencia Nacional falló a favor de la energética asegurando que la CNMC se había basado en simples estimaciones. «Meros estudios de probabilidad futurista en la que nunca se explican los criterios de razonabilidad que se basa en un procedimiento poco claro, que expresamente manifiestan no haberse utilizado antes de estos hechos, ni posteriormente a los mismos (…) revelándose en consecuencia como un sistema ad hoc creado exclusivamente para este caso en concreto».
La sentencia que acusaba a la energética concluyó que «no había quedado probado con la fehaciencia exigida por el derecho penal el elemento objetivo y el subjetivo de la norma penal, pues no se pueden considerar las meras estimaciones subjetivas de los peritos de la CNMC».
En la inminente reforma habrá que poner el foco también en las tasas de los operadores, que cubren los costes del regulador. Estas han estado históricamente fijadas por ley, lo que provocó un gran superávit para la CNE y la CNT, hace ya más de una década. Con la irrupción de la CNMC, el Gobierno decidió cobrarlas tras una previa liquidación del regulador. Se espera que con la llegada del regulador de energía se les incluyan de nuevo las tasas para que tengan independencia financiera. Un requisito que fuentes técnicas afirman a este medio que es clave en cualquier regulador.
Será una incógnita conocer cómo se repartirán los nuevos consejeros en la nueva CNE. Lo que está claro, argumentan fuentes cercanas, es que Ferraz, Moncloa y los ministerios salpicados (Transición Ecológica y Transformación Digital) querrán tener su cuota representada. De momento, la actual CNMC tiene siete consejeros, con dos con el mandato caducado. Por lo que tendrían que elegir a cinco nuevos hasta completar los diez. Los otros cinco, que aún tienen su mandato en vigor, no pueden ser cesados.