Los agricultores de media Europa estallan contra la agenda verde impuesta por Bruselas
La proximidad de las elecciones europeas aumentan la tensión de las movilizaciones
Las protestas de agricultores en Alemania han dejado tras de sí unas imágenes poco habituales en el país. Desde el pasado mes de diciembre, los tractores llenan el centro de las ciudades y cortan carreteras. Son las acciones con las que los trabajadores del campo han optado para protestar por la decisión de Bruselas de imponer la agenda verde.
Desde el pasado día 15 de enero, y durante una semana, los trabajadores del sector primario han decidido acampar en las calles de Berlín con su maquinaria para dejar claro al Gobierno de coalición que lidera Olaf Scholz que han alcanzado el límite. El Ejecutivo federal, compuesto por tres partidos, ha cancelado los subsidios al diésel para el sector agrícola. Esto ha provocado que cerca de diez mil agricultores lleven manifestándose durante ocho días en la Puerta de Brandeburgo en Berlín, además de otras ciudades de Alemania.
Scholz, aunque ha intentado dejar claro que escucha las peticiones de los manifestantes, no está dispuesto a cambiar su decisión sobre la retirada de las ayudas. El 4 de enero, el Gobierno se comprometió a que los subsidios, aunque vayan a desaparecer, lo hagan de manera escalonada hasta 2026. Oliver Idem, corresponsal en España, asegura a THE OBJECTIVE que «el Gobierno alemán ha decidido mantener sus planes de reducir las subvenciones. Pese a todo, la aplicación de la medida se irá prolongando durante varios años».
Scholz no cederá con los subsidios
Las protestas, que empezaron en Alemania, se han ido extendiendo por toda Europa. Países como Rumania, Polonia, Países Bajos o Francia ya están sufriendo el malestar de los agricultores en forma de protestas y cortes de carreteras. Los agricultores han salido a la calle en las distintas ciudades europeas para enfrentarse contra el Pacto Verde. Esta es la propuesta aprobada por la Comisión Europea en el mes de diciembre para guiar a toda Europa a una transición ecológica. La iniciativa supone recortes en el mundo agrícola cambiando su funcionamiento hasta ahora.
Los agricultores se enfrentan a un nuevo horizonte de limitaciones impuestas por la Comisión sin tener una subvención o ingresos a los que agarrarse. Ursula Von Der Layen, presidenta de la Comisión Europea, aboga, viendo la fuerza de las protestas, por plantear nuevas medidas para dar aire a la agricultura. Todo ello teniendo siempre en mente las elecciones del próximo 9 de junio al Parlamento, las cuales pueden ser muy influenciadas por estas protestas.
Efectos en elecciones europeas
No solo el Pacto Verde es una de las constantes en estas protestas agrícolas. Tanto en Francia como en Alemania, la ultraderecha política está mostrando su apoyo a estas manifestaciones, que a poco a poco trata de apropiarse. En Francia, el candidato ultraderechista de Agrupación Nacional, Jordán Bardella, intenta aprovechar ese descontento de la población a su favor. Este se encuentra a la cabeza de la lista para las elecciones europeas del próximo mes de junio. Además la líder de ultraderecha Marine Le Pen, del mismo partido, está obteniendo buenos resultados en las encuestas. Ambos han visto una oportunidad de oro para utilizar el descontento en beneficio propio.
En Alemania la AfD (Alternativa para Alemania) ha apoyado a los granjeros desde el principio. Y aunque su líder, Alice Weilder, no se encuentre entre los favoritos de las listas para el Parlamento Europeo, no ha desaprovechado el malestar de la sociedad para usarlo a su favor. Los manifestantes han decidido mantener ese apoyo en la distancia para no convertir la protesta en un acto político. La oposición en ambos países está aprovechando estas manifestaciones para poder criticar la actuación de los gobiernos bien de Olaf Scholz bien de Emmanuel Macron.
Las protestas van consiguiendo afectar a la circulación de transportistas en Europa, como ha ocurrido este viernes 26 de enero en la frontera entre España y Francia, en concreto en la autopista AP-7 en la Junquera (Girona). La circulación se ha cortado en ambos sentidos y para todos los vehículos debido a los piquetes de los manifestantes franceses que actúan de manera rápida y organizada. A la 13:00 ya había un atasco de 4 kilómetros de, sobre todo, camiones intentando cruzar la frontera tal como informó la agencia EFE.
Las manifestaciones se extienden
Las manifestaciones no tienen intención de parar e incluso se están extendiendo a otros países como España, donde se ha convocado una huelga el próximo día 21 de febrero en Madrid, por parte de la asociación agraria Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, para unirse a los agricultores europeos. Se prevé que actúen unos 500 tractores, no solo en Madrid, también en otras 15 provincias entre las que se encuentran Ávila, Burgos, Valencia o Tarragona.
Cada vez son más los agricultores de diferentes países los que se movilizan por unas mejoras dentro del sector primario, y cada vez son más los grupos de oposición que apoyan estos actos. Las próximas elecciones al Parlamento Europeo en el mes de junio no dejan ver con claridad lo que es interés político y lo que es preocupación sincera por los trabajadores agrícolas. Las manifestaciones no prevén un final próximo sin una respuesta de los gobiernos que satisfaga a los empleados del sector. Por ahora solo cabe esperar más bloqueos y más trabas en el mundo agrícola europeo.