Así funciona e influye el IRPF en tu declaración de la renta
La Constitución Española obliga a que todas los ciudadanos contribuyan equitativamente al financiamiento de los gastos públicos
La Constitución Española requiere que todas las personas contribuyan equitativamente al financiamiento de los gastos públicos mediante un sistema de impuestos justo y progresivo. Los impuestos son medios para recaudar los fondos necesarios y mantener los servicios públicos.
¿Qué es el IRPF?
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo que los residentes en España deben pagar al Estado. Este impuesto grava los ingresos percibidos durante un año, considerando las circunstancias personales y familiares de cada individuo.
¿Qué es la renta?
La renta, en el contexto del IRPF, engloba todos los ingresos, beneficios y pérdidas financieras del contribuyente, así como las asignaciones de renta establecidas por la normativa legal. Estos elementos se consideran sin importar dónde se originen o la ubicación del pagador.
Específicamente, la renta incluye:
- Rendimientos del trabajo: compensaciones o ventajas, ya sea en forma monetaria o en especie, derivadas directa o indirectamente del trabajo personal o de una relación laboral o estatutaria. Esto abarca salarios, sueldos, prestaciones por desempleo y pensiones, entre otros.
- Rendimientos del capital inmobiliario y mobiliario: beneficios o ganancias, ya sea en efectivo o en especie, provenientes directa o indirectamente de activos, bienes o derechos propiedad del contribuyente y que no estén vinculados a la generación de ingresos empresariales o profesionales. Por ejemplo, alquileres de propiedades o intereses de inversiones financieras.
- Rendimientos de actividades económicas: ganancias generadas por la producción, comercio o prestación de servicios, incluyendo actividades artesanales, agrícolas, forestales, ganaderas, pesqueras, de construcción, mineras, así como la práctica de profesiones liberales, artísticas y deportivas.
- Ganancias y pérdidas patrimoniales: incrementos o disminuciones en el patrimonio del contribuyente, ya sea por transacciones financieras, inversiones, herencias, entre otros.
- Imputaciones de renta establecidas por la ley: asignaciones de renta determinadas por disposiciones legales específicas.
Existe un mínimo exento que, al destinarse a cubrir las necesidades básicas del contribuyente y sus dependientes, no está sujeto a tributación.
¿Quién está obligado a presentar la declaración de la Renta?
El impuesto se aplica a las personas físicas que tienen su residencia habitual en España, así como a ciertos casos de no residentes según la ley.
Según la Agencia Tributaria, las personas que ganen menos de 22.000 euros (o 14.000 euros, según el número de pagadores y la cantidad recibida) no necesitan presentar la declaración de la renta. Sin embargo, se aconseja revisar el borrador de la renta, ya que podría resultar en un reembolso por parte de Hacienda.
Aquellas que hayan ganado más de 22.000 euros de un solo pagador, o más de 14.000 euros de varios pagadores, deben presentar la declaración. Además, la suma de los ingresos percibidos por el segundo y siguientes pagadores debe superar los 1.500 euros al año.
Las personas que reciben pensiones compensatorias del cónyuge o si el pagador no retiene impuestos (o lo hace a un tipo fijo) también deben declarar ante Hacienda.
Plazos para presentar la declaración de la renta
El día 3 de abril ya se podrá presentar la declaración a través de internet. Desde ese día los contribuyentes ya podrán acceder al borrador a través de la web de la Agencia Tributaria.
Sin embargo, no será hasta el 7 de abril cuando se abra el plazo para presentar por teléfono la declaración (con solicitud de cita previa desde el 29 de abril hasta el 28 de junio).
A partir del 3 de junio se abre el plazo para acudir a las oficinas de la Agencia Tributaria y confeccionar y presentar la declaración de la Renta de forma presencial (también se precisa cita previa y se puede solicitar desde el 29 de abril hasta el 28 de junio).