Desaparece el 30% de las pescaderías tradicionales por falta de trabajadores expertos
El desplome del consumo de pescado está pasando factura al sector
No solo la agricultura se encuentra en una situación compleja. Dentro del sector primario, la pesca también atraviesa un momento difícil en general. El sector ha expresado estos días su solidaridad con los agricultores y ganaderos, así como el apoyo a sus reivindicaciones, debido a las similitudes con su propia situación.
Pero además de estos factores compartidos con la agricultura, el sector pesquero tiene otros problemas añadidos como el descenso del consumo, la escasez de trabajadores especializados o la competencia de supermercados y otras superficies. Una situación que ha llevado a la desaparición a cerca del 30% de las pescaderías tradicionales entre 2007 y 2021, según datos que maneja la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescado y Productos Congelados (Fedepesca).
«El consumo de productos pesqueros está cayendo en todas las categorías, cae el pescado fresco, el congelado, mariscos y conservas, que habían resistido algo mejor hasta ahora, pero también han caído este año. Esta caída tiene que ver con la inflación pero también «con un cambio socioeconómico muy importante del país», explica María Luisa Álvarez, presidenta de Fedepesca, a THE OBJECTIVE. Un cambio que ha tenido un impacto relevante en la alimentación con una «pérdida importante de las habilidades en la cocina», asegura Álvarez.
«Cada vez las personas jóvenes le dedican menos tiempo a la cocina. Pierden la conexión con el producto. Si tú no sabes comprar producto fresco y no sabes cocinar, no sabes alimentarte», asegura. Y eso se está notando en la rentabilidad del sector lo que hace que cada vez menos profesionales se quieran dedicar a él. «En 2007 había 26.237 pescaderías tradicionales y en 2021 quedaban 18.396. Se está erosionando a marchas forzadas y no hay relevo generacional», asegura la presidenta de la patronal.
Falta de mano de obra
Al igual que ocurre en otros sectores como la construcción, las pescaderías tradicionales adolecen de falta de profesionales cualificados. La presidenta de la patronal lamenta que no se haya cuidado desde las instituciones al comercio minorista de alimentación fresca. «No hemos tenido título de FP nacional público hasta el año 2018», explica.
«Hemos estado muy abandonados. Además es un sector bastante exigente en materia laboral, con horarios nocturnos. Trabajas en condiciones de hielo y con humedad», explica Álvarez al tiempo que añade que cuando había rentabilidad, la gente estaba dispuesta a hacer ese esfuerzo, «pero ahora con estas bajadas del consumo la rentabilidad está altamente comprometida».
Y de cara a los próximos años, las previsiones del sector no son nada halagüeñas. La media de edad de los trabajadores de estas pescaderías más artesanales es de entre 45 y 55 años, con lo que, si nada lo remedia, «irá desapareciendo esta red de pescaderías tradicionales especializadas, que es única en el mundo». Unos establecimientos que en este momento emplean a cerca de 20.000 personas en entre autónomos y empleados.
Desde la patronal creen que es fundamental dar un impulso a la educación en este sentido. «Cuando nosotros conseguimos alguna subvención y ofrecemos algún curso de pescadero, por ejemplo para 20 personas, salen todos colocados, es alucinante, pero claro, no hay una oferta constante», lamenta Álvarez. Por ello, desde Fedepesca demandan a las administraciones que potencien la educación y también que haya un pacto real por la alimentación, con «educación alimenticia para no seguir deteriorando la dieta pescomediterránea».
Se desploma el consumo de pescado
Los datos que maneja el sector en materia de consumo son realmente alarmantes. En los últimos diez años el consumo de pescado fresco en los hogares se ha desplomado un 34,34%. Esto supone una caída de 4,19 kilos por persona y año, pasando de 12,2 kilos a 8, 01 kilos. Según los últimos datos disponibles, referentes al mes de octubre del año pasado, la tendencia sigue siendo descendente y reflejan que el consumo se sitúa en 7,9 kilos por persona y una caída en los 12 meses previos del 3,4%.
Ante estos datos, desde la patronal de las pescaderías consideran que la nueva exclusión de la rebaja del tipo impositivo del IVA penaliza el consumo de productos pesqueros. Además, piden que el presupuesto de promoción desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se aumente para tratar de frenar la caída constante y acusada de los últimos diez años.