Madrid perderá 500 millones tras quedarse sin la agencia antiblanqueo que irá a Frankfurt
La oficina comunitaria habría generado unos 1.000 empleos directos y otros 10.000 de manera indirecta
La ciudad alemana de Frankfurt se ha impuesto este jueves a la candidatura de Madrid y acogerá la nueva Autoridad Europea de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (AMLA, por sus siglas en inglés), después de que así lo hayan determinado en una votación conjunta representantes del Consejo y, por primera vez, del Parlamento Europeo. Este proyecto habría generado una inversión de 500 millones y unos 1.000 empleos directos y otros 10.000 de manera indirecta.
THE OBJECTIVE ya había adelantado en diciembre que los inversores daban por perdida la sede de esta nueva agencia a la que se postulaba Madrid. Fondos y analistas indicaron en ese momento a este periódico que el movimiento del Gobierno de asegurarse la elección de Nadia Calviño en la presidencia del Banco Europeo de Desarrollo (BEI) había bloqueado cualquier opción de competir contra Bruselas, París, Frankfurt, Viena o Luxemburgo.
Las fuentes consultadas -directivos de empresas y fondos que operan a nivel europeo- indicaron que la elección de Calviño era una moneda de cambio y una renuncia explícita de España a albergar la Autoridad Europea contra el Blanqueo de Capitales (AMLA), uno de los organismos europeos que está llamado a ser protagonista de la economía comunitaria en los próximos años.
Impacto en el empleo
Del mismo modo, lamentan que por privilegiar los proyectos personales de la actual vicepresidenta primera (que no tendrán ningún impacto real en la economía española) la elección del Ejecutivo perjudicara un proyecto estrella que podrían haber atraído una inversión de cientos de millones de euros a Madrid y a España y que podría haber generado 1.000 empleos directos -la mayoría funcionarios europeos- y otros 10.000 indirectos.
Las fuentes consultadas cifran la inversión de esta oficina entre 450 y 500 millones de euros en impacto directo, una cifra que podría fácilmente duplicarse por el impacto indirecto. La oficina atraería a un millar de empleos de alta cualificación y elevado poder adquisitivo que requieren servicios de primer nivel como transportes, restaurantes, vivienda y ocio. Algo que hubiese consolidado a Madrid como hub europeo y polo de atracción de turismo y de servicios.
El Gobierno se encargó de indicar en varias ocasiones que los dos procesos (la elección de Calviño y la agencia antiblanqueo) eran independientes y que la decisión de uno no prejuzga la resolución del otro. Sin embargo, los inversores, fuentes comunitarias y de la propia administración española reconocen en privado que es casi imposible que tras la elección de Calviño, que requirió el plácet de Alemania y Francia tras muchas negociaciones, el resto de los socios accedan a dar una nueva concesión a España. Lo cierto es que finalmente Madrid se ha quedado sin la agencia antiblanqueo y Calviño es la directora del BEI.
Otras candidatas
Junto a Madrid y Frankfurt, había otras ocho ciudades europeas candidatas que aspiraban a acoger esta nueva autoridad de la Unión Europea: Roma (Italia), Viena (Austria), Vilna (Lituania), Riga (Letonia), Frankfurt (Alemania), Dublín (Irlanda), París (Francia) y Bruselas (Bélgica).
La metrópoli germana partía desde el principio como la gran preferida por los Estados miembro, aunque también entraban entre las favoritas las capitales de Francia, Italia y Lituania.
El Consejo y el Parlamento disponían cada uno de 27 papeletas de voto secreto que debían emitir por su candidato preferido hasta que una de las ciudades alcanzase la mayoría simple necesaria. El Consejo tenía un voto por Estado miembro, mientras que la Eurocámara optó por dividirlos por grupos políticos según tamaño.
Instituciones comunitarias
De este modo, el Partido Popular Europeo contaba con 8 votos; los Socialdemócratas, con 6; los liberales (Renew), con 4; los Verdes, con 3; los grupos de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas e Identidad y Democracia, con 3 y 2, respectivamente; y la Izquierda, con un voto.
En contra de España y Madrid jugó además su elevada representación de instituciones europeas en el país. Ya tenemos el Centro de Satélites de la Unión Europea (SatCen), en Torrejón de Ardoz; la agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA), en Vigo; la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), en Alicante; la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), en Bilbao; y Fusion for Energy (F4E), en Barcelona.