Escrivá se plantea pedir compromisos a Digi tras la fusión de Orange y MásMóvil
El ministerio de Escrivá retrasa la autorización de Vodafone para que Zegona garantice compromisos industriales
El Gobierno se plantea pedir compromisos de inversión a Digi, la operadora que asumirá los activos que la Comisión Europea ha obligado a desprenderse a Orange y MásMóvil para aprobar la fusión. Durante el Mobile World Congress (MWC) el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, advirtió de que pedirá a estas dos operadoras que se comprometan en el desarrollo futuras infraestructuras, algo que –según ha podido saber THE OBJECTIVE— también se ampliará al tercer actor de esta operación.
Orange y MásMóvil acordaron con la Comisión Europea la cesión de 60 MHz de espectro a Digi para asegurar la competitividad del mercado español, además de una opción para alquilar la red móvil de Orange cuando expire el actual contrato de la operadora rumana con Telefónica. Un pacto que ahora debe ser refrendado por el Gobierno español con dos autorizaciones: la de cesión de espectro y la del control de inversiones, al tratarse de compañías con su casa matriz fuera de España.
Este diario publicó hace más de una semana que el Gobierno y el ministerio de Escrivá marcarán territorio en esta operación, la mayor de la historia del sector en suelo español por un valor de 18.600 millones de euros. En ese momento, ya adelantó la posibilidad de imponer compromisos y enviar un mensaje al mercado de que el Estado español no iba a ser un mero espectador de todos estos movimientos con simples autorizaciones exprés.
Pacto con Digi
En su intervención ante medios de comunicación en el MWC de Barcelona, Escrivá confirmó este extremo e indicó que estamos ante compromisos de inversión dentro de la normalidad, pero que busca garantizar que estemos ante una apuesta industrial de Orange Francia y Lorca (KKR, Cinven y Providence) para seguir creciendo en España. El ministro recordó que todo se desarrolla dentro de un clima de cordialidad y sus requerimientos no hacen más que poner sobre el papel compromisos de las mismas compañías: dos millones de nuevos hogares con fibra rural y otros 250 millones de euros en 5G.
Se confirma además lo que había adelantado también este diario, que no está en riesgo la operación ni tampoco sus plazos, ya que se sigue esperando la luz verde antes de que termine el primer trimestre del año. En relación a Digi, también se espera pedir compromisos a la operadora que se ha quedado con 60 MHz de espectro. El propio Escrivá ha reconocido públicamente que medió ante la Comisión Europea para que no se aumentara el espectro que Orange y MásMóvil tendrían que haber cedido a Digi (hasta los 90 MHz), aunque esto no significa que se pase por alto su impacto en la integración.
En el Ministerio de Transición Digital preocupa que la operadora mantenga sus compromisos de inversión (hablaron de 2.000 millones en la próxima década), en especial después de que se ha publicado que planean vender parte de su red de fibra por 600 millones a Macquarie, dueño a su vez de la operadora Onivia. Digi se quedará con espectro público y el Ejecutivo quiere garantizar que el uso que se le dé a este bien repercuta en las infraestructuras móviles de España.
Zegona y Vodafone
Pero la fusión de Orange y MásMóvil –y su remedy taker, Digi– no serán los únicos afectados por el exhaustivo análisis del ministerio de Escrivá. La otra gran operación, la compra de Zegona a Vodafone por 5.000 millones, también sufrirá retrasos. El Ministerio de Transformación Digital ya señaló que está analizando en una etapa preliminar esta solicitud que al igual que la anterior operación, debe gestionarse en el ámbito de la concesión de espectro y de las inversiones extranjeras.
Como Orange y MásMóvil, Zegona esperaba tener el plácet antes de finalizar este trimestre, pero como este diario ya adelantó hace unas semanas todo podría retrasarse por la demora de las autorizaciones gubernamentales. El fondo británico tiene ya la autorización de Bruselas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pero todo se está demorando en el ámbito de la aprobación de inversión foránea.
Condiciones del Gobierno
THE OBJECTIVE ya informó en diciembre de las dudas que había en el Gobierno por la entrada de Zegona, su interés de desprenderse de las infraestructuras de Vodafone, el futuro de la compañía por su elevado apalancamiento y la posición estratégica de Vodafone en contratos del Estado, tanto de la Administración Central como autonómica y local. A ello se suman las interrogantes por los planes manifestados por el fondo de recortar costes y sus posibles efectos en la plantilla.
Una situación que también podría derivar en la obligación de asumir compromisos de inversión (como Orange, MásMóvil y Digi) y en este caso en concreto para garantizar que Zegona se constituya en un inversor industrial en España y no solo en un fondo que busque sacar rápida rentabilidad con su llegada a Vodafone y que en el mediano plazo se marche de nuestro mercado tras engordar artificialmente a la operadora de telecomunicaciones.