El FMI desmiente a Cuerpo: la reducción de jornada tiene que ir con recorte salarial
Esta rebaja podría afectar a ocho millones de personas con un aumento de costes laborales del 6,25% para las empresas
Estos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha visitado nuestro país en el marco del informe anual del Artículo IV. Tras su inspección, ha advertido que, si España no la diseña correctamente, la reducción prevista de la jornada laboral en el sector privado, y que depende del Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz, podría «incrementar los costes laborales y reducir la producción y los ingresos de los trabajadores a largo plazo».
Pretexto por el que recomiendan a nuestros legisladores y, por tanto, a los actores que forman parte del diálogo social -patronal y sindicatos, junto al Gobierno-, una reforma que conlleve no solo «moderación salarial», así como también «acomodar la heterogeneidad entre sectores a través de la negociación colectiva para contener estos efectos adversos.
Conclusiones contundentes y que colisionan en cierta medida con la reflexión que el ministro de Economía hizo desde Luxemburgo el pasado viernes, en la rueda de prensa al término de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin).
Si bien el titular de la cartera, Carlos Cuerpo, sostiene que lo deseable es que la negociación entre empresas y trabajadores sobre la reducción de la jornada desemboque en un acuerdo con la flexibilidad necesaria para evitar elementos negativos y que el resultado sea positivo en términos de productividad, también aboga por el mantenimiento del salario de los trabajadores. Un posicionamiento que cuestiona el Fondo Monetario, al añadir que, en caso de que se considere, además, una eventual reducción de la jornada laboral en el sector público, esta también debe ser proporcional a la reducida brecha entre las horas de trabajo efectivas y la norma legal propuesta.
Cuidado con el salario mínimo
En materia laboral, los técnicos del FMI también han señalado en su informe que, después de subir más de 50% en los últimos cinco años, el salario mínimo ha alcanzado la meta fijada por el Gobierno de 60% del salario medio. Por ello, subrayan que cualquier aumento adicional debería tener en cuenta los posibles efectos perjudiciales en el empleo poco cualificado y guiarse por las recomendaciones de la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional, a la que piden dar más autonomía y peso institucional.
Además, y según refleja la declaración final de la misión del FMI que ha visitado el país, si bien la reforma laboral de 2021 logró bajar la tasa de temporalidad en más de 10 puntos porcentuales, al nivel promedio de la UE, «se necesitan políticas adicionales» para alcanzar una mayor estabilidad del empleo en sentido amplio.
En esta línea, a pesar del impacto sobre la dualidad en el mercado laboral de la reforma, los técnicos del FMI consideran que su impacto general sobre las transiciones del empleo al desempleo «es menos claro» y proponen, de cara al futuro, «relajar la legislación de protección del empleo».
Para ello, incluyen reducir la incertidumbre en torno a los costes de despido, con el fin de incentivar a los empleadores a celebrar contratos permanentes indefinidos.
Como una subida del 6,25%
La rebaja de la jornada laboral, asunto planteado en la mesa de negociación de diálogo social que, según ha podido saber THE OBJECTIVE, se reunirá de nuevo en dos semanas, también ha sido abordada por la consultora especializada Human Capital Outlook ERA Group. La compañía ya ha determinado que esta rebaja podría afectar a ocho millones de asalariados en España y suponer un aumento de los costes laborales para las empresas, de ahí «la importancia de que las empresas planifiquen cómo adaptarse a la nueva normativa para evaluar y minimizar el impacto que supondrá».
Desde este punto de vista, la Confederación Española de Comercio, perteneciente a la CEOE, destaca que esta situación, en la práctica, se traducirá en una subida salarial implícita equivalente al 6,25%, ya que los empresarios deben mantener el salario de los trabajadores a pesar de la reducción de horas, lo que, en algunos casos, podría derivar en nuevas contrataciones como refuerzo. Las compañías tienen por delante el desafío de adaptarse a esta nueva realidad sin comprometer su productividad ni su salud financiera.
Ante esta situación, ERA Group plantea estrategias clave para que las organizaciones aprovechen la coyuntura y lo conviertan en una oportunidad de mejorar su desempeño general