Fedea destapa 460.000 fijos discontinuos inactivos más de los que dice Yolanda Díaz
La institución que dirige Ángel de la Fuente afirma que las fuentes oficiales no arrojan datos para hacer bien el cálculo
La fundación económica que dirige Ángel de la Fuente, Fedea, presentó este lunes un informe elaborado por Florentino Felgueroso. Según este informe, siguiendo una metodología centrada en los microdatos de la muestra continua de vidas o historiales laborales de 2022 -para todos los asalariados, independientemente del régimen de cotización-, en este año se llegaron a registrar hasta 753.000 trabajadores fijos discontinuos inactivos de 1,4 millón de personas con contrato de fijos discontinuos.
Una cifra muy elevada, que Fedea se autocorrige incluso a la baja, excluyendo del total de los trabajadores fijos discontinuos inactivos a aquellos que al menos tengan otro emparejamiento en alta laboral, ya sea con o sin contrato de fijo discontinuo. De este modo, el número de trabajadores fijos discontinuos ascendió en 2022 a 1,25 millones de personas el 31 de diciembre. De ellas, 730.000 eran fijos discontinuos activos y 518.000 fijos discontinuos inactivos. Es decir, 462.000 fijos discontinuos inactivos más que el número exacto de esta modalidad de trabajadores que recientemente anunció la titular de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Senado, acusando en su intervención a instituciones como Fedea.
En esa interpelación del Grupo Popular, de la mano de la senadora Rocío Dívar -que fue recogida por THE OBJECTIVE-, Díaz afirmó a mediados de marzo que su ministerio había pedido al INE que les diera, con sus microdatos, los datos de fijos discontinuos inactivos. «Y se los voy a dar, anoten ustedes», apuntó de forma directa. «Son exactamente 55.300 personas en periodo de inactividad de 18 millones de personas asalariadas», indicaba la líder de Sumar.
En este debate de números, el propio Senado llegó a dar una foto muy distante de la de Díaz. El informe de Felgueroso se apoya en los datos de 2022. No obstante, admite que en los últimos meses esos afiliados se han mantenido muy estables y, de hecho, las tasas de baja por pase a la inactividad han seguido creciendo, de forma que es muy probable que el número de trabajadores fijos discontinuos en inactividad también haya crecido desde finales de 2022. Este informe nace de la incapacidad y la diferencia interpretativa de las series que, en opinión de Fedea, arrojan las actuales fuentes oficiales: EPA, Afiliación a la Seguridad Social y Sepe. Son fuentes que no llegan a esclarecer «cuál es el verdadero número de fijos discontinuos inactivos, porque si bien la Reforma laboral de 2021 ha reducido la temporalidad contractual, no sucede así con la real», explicó este lunes Felgueroso. En este sentido, Rocío Vivar añade que la situación de la ministra de Trabajo es ya insostenible, y la prueba es que «los expertos están haciendo el trabajo que debería hacer Yolanda Díaz. Por tanto -apostilla-, la conclusión es la que llevamos anunciando desde hace más de un año; que los datos que se nos trasladan no reflejan la situación real del paro en España. Yolanda Díaz no puede enrocarse más y debe ponerse a trabajar y publicar los datos».
Desde la aprobación de la reforma laboral de 2021 –mantiene Fedea– se han formalizado más de cinco millones de contratos fijos-discontinuos (CFD: contrato de fijo discontinuo). Sin embargo –añade–, «las estadísticas disponibles no permiten determinar cuántas personas tienen un CDF en vigor o el porcentaje de ellas que se encuentran en periodo de actividad o inactividad en cada momento».
Ante la imposibilidad de afinar el cálculo, el documento analiza las limitaciones de las distintas fuentes para tratar de cuantificar el stock de TFD e identifica después el origen de sus divergencias a raíz de la aplicación de la RL21.
Entre otras evidencias, el estudio concluye que la encuesta de la EPA subestima significativamente ambos tipos de TFD (en especial, los que están en períodos de inactividad), por motivos metodológicos. Por otra parte, también recalca que el concepto de paro efectivo, definido como la suma del número de parados registrados y los demandantes con relación laboral, tampoco ofrece un indicador preciso de la holgura en el mercado laboral.
Además –remarca el estudio–, este indicador contabiliza a todos los TFD que se han registrado como demandantes, con independencia de si están o no en periodo de inactividad, e ignora a los que no se han registrado como demandantes en las oficinas de empleo, mientras que la categoría de demandantes con empleo incluye a otros colectivos, como los trabajadores en ERTE.
‘Bonus malus’
Entre otras conclusiones, la muestra continua de vidas laborales de 2022 estimó cómo, en los nueve primeros meses de aplicación de la reforma de 2021, un 22,4% de los de emparejamientos entre empresas y trabajadores con CFD que tuvieron algún período de actividad en 2022 acabaron antes de fin de año con una ruptura o interrupción, debida a causas distintas del pase a situaciones de inactividad, esencialmente por abandono voluntario del trabajador o por despido.
Asimismo, el estudio también destaca el rejuvenecimiento del stock de trabajadores fijos discontinuos, ya que la proporción de jóvenes de 16-24 años se triplicó a lo largo del año 2022, llegando al 22% del total. Precisamente, «un colectivo que se caracteriza por sus mayores tasas de inactividad y de ruptura de los contratos por abandono voluntario», aporta Fedea.
Con el propósito de que el estudio arroje unos resultados que sirvan para mejorar la reforma laboral de 2021, que los periodos de actividad sean menos cortos, que las tasas de rotación de este tipo de afiliados cese de crecer, o que los datos de la Seguridad Social sean más determinantes y den mejor información del mercado laboral español, el informe concluye en la conveniencia de prefijar un bonus malus, que aumente las cotizaciones sociales a las empresas con tasas de rotación relativamente altas y reduciéndolas a las empresas con tasas relativamente bajas.
Entretanto, el Gabinete de Estudios de la Unión Sindical Obrera –que aporta a este diario el cuadro con datos del SEPE de la finalización de la relación de carácter temporal del mes de marzo de 2024, como se puede apreciar arriba– insiste en que los datos de fijos discontinuos inactivos pueden estar incluso por encima de los 518.000, más allá de que se desligue de esta categoría a los asalariados con pluriempleo, porque en su opinión, sea o no el primer empleo, uno de ellos ya está registrado en las casillas del SEPE.
En cualquier caso, para José Luis Fernández Santillana, jefe del Servicio de Estudios de USO, lo que debería preocuparnos de esta reforma son los contratos cerilla y, sobre todo, la definición y diferencia entre parado y ocupado.