La catalana Reig Jofre plantó al Gobierno en el proceso de la farmacéutica semipública
El laboratorio declinó participar en la sociedad tras negociaciones con el Ministerio de Ciencia e Innovación
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración de la ampliación de la planta farmacéutica de Reig Jofre en Toledo. | EP
Terafront, la primera farmacéutica público-privada española para desarrollar y comercializar terapias avanzadas, ya es un hecho. El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a través del programa Innvierte, firmó un acuerdo con los laboratarios Rovi e Insud Pharma para crear la primera farmacéutica público-privada. Sin embargo, la catalana Reig Jofre también se postuló para formar parte de esta sociedad, aunque finalmente, tras unas primeras negociaciones, declinó participar en la iniciativa.
Así se desprende de una respuesta del Ministerio de Ciencia e Innovación tras una pregunta de este medio a través del Portal de Transparencia. En el documento, firmado por Teresa Riesgo, secretaria general de Innovación, se indica que con fecha del 23/03/2023 se publicó en la página web del CDTI, en el apartado dedicado a Innvierte, un llamamiento al sector privado para la presentación de manifestaciones de interés para participar con el programa en la creación del referido vehículo de inversión público-privada.
A este llamamiento, manifestaron interés, además de Rovi e Insud, dos sociedades más: el laboratorio catalán Reig Jofre y, sorprendentemente, Montajes del Saz, una empresa especialista en el montaje de salas limpias –aquellas especialmente diseñadas para obtener bajos niveles de contaminación– para el sector biofarmacéutico, hospitalario o para áreas de bioseguridad.
No obstante, Innierte declinó iniciar negociación con esta última, según se desprende del texto, y comenzó a negociar las condiciones legales del instrumento de coinversión con Rovi, Insud Pharma y Reig Jofre. «La evaluación de las entidades interesadas atendió a su capacidad industrial y financiera, ponderando un 50% cada uno de los conceptos, pudiendo alcanzar una puntuación máxima de 50 puntos por cada concepto y, por tanto, 100 en la puntuación total», se lee en el documento, que señala que «posteriormente, la entidad Laboratorio Reig Jofre declinó participar en la iniciativa».
Rovi e Insud, sin experiencia en terapias avanzadas
De esta forma, tras el rechazo a Montajes del Saz y la retirada de Reig Jofre, Rovi e Insud fueron las elegidas por el Ministerio de Ciencia e Innovación para crear junto con el Gobierno la primera farmacéutica semipública. La firma, que inició las operaciones de forma oficial el pasado 13 de marzo, ha nacido con un capital social inicial de un millón de euros, tal y como ha comunicado la empresa al Registro Mercantil.
No obstante, en el anuncio del acuerdo para la creación de Terafront se indicó que la empresa arrancaría con un capital inicial de más de 74 millones de euros –con una participación del 51% por parte de los socios privados y un 49% de inversión pública–hasta alcanzar 220 millones, con una aportación pública total de 107 millones de euros.
Por otra parte, como ya adelantó THE OBJECTIVE, ni Rovi ni Insud, que pretenden comercializar en 2027 las primeras terapias avanzadas fruto de la farmacéutica semipública, tienen experiencia en este tipo de tratamientos médicos. Rovi es una compañía nacional dedicada a las heparinas, «muy afianzada comercialmente», señalan fuentes del sector a este periódico, que indican que «su perfil innovador es escaso». También trabaja varios genéricos y un psicofármaco llamado risperidona, cuya molécula tiene genéricos y con el cual han logrado una solución inyectable de uso prolongado. Además, durante la pandemia trabajó con Moderna proporcionando capacidad de llenado y acabado de viales, no sin algunos problemas.
Por su parte, Insud Pharma, de origen argentino y fundada por la bioquímica Dra. Silvia Gold y el psiquiatra Dr. Hugo Sigman, trabaja tres cosas: tienen Chemo, que fabrica percusores (la sustancia química de los medicamentos genéricos), Exeltis, que tiene productos de salud de la mujer (ginecología, fertilidad y salud mental) y mAbxience, que es una fábrica de biosimilares que está en León, y fue vendida en 2022 (su 55%) al gigante alemán Fresenius.
«Hay mucha expectativa en este tipo de medicamentos», apuntan a THE OBJECTIVE las fuentes expertas consultadas. «Las CAR-T han logrado que cánceres intratables se puedan curar y ahora incluso se piensa en su aplicación a los tumores sólidos y las enfermedades inmunomediadas», agregan los expertos, que ponen el punto de mira en la exención hospitalaria para el desarrollo de este tipo de tratamientos y que ahora se está debatiendo en la nueva legislación farmacéutica. «De esta forma, Rovi e Insud entrarían a formar parte de un área nueva, a la que podrán proporcionar recursos de producción, infraestructuras y escalado comercial».