España ya es el tercer país con mayor riesgo de pobreza de la UE pese al 'escudo social' de Díaz
En 2023 solo Rumanía y Bulgaria registraron peores cifras que la economía española en estos indicadores
España no ha logrado mejorar sus niveles de riesgo de pobreza y exclusión social previos a la pandemia, y lo que es peor, su distancia con Europa se ha incrementado, situándose en el tercer lugar del ránking comunitario en 2023 y empeorando su cuarto lugar de un año antes. Los datos de Eurostat cribados por THE OBJECTIVE indican que, bajo todos los parámetros, la situación española se ha estancado y todo ello pese a las medidas implementadas por el Gobierno de coalición y al escudo social que todavía sigue vigente en sectores como la alimentación o la vivienda.
Este mismo miércoles, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, volvió a hacer suyo el escudo social y lo reivindicó en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Díaz ha indicado que el paquete de medidas anticrisis que se aplica ininterrumpidamente desde la pandemia y bajo la justificación de la guerra de Ucrania y ahora de la guerra en Gaza, ha impedido que la tasa de riesgo de pobreza se disparara hasta el 48%, desde el 21% actual.
La ministra no ha detallado cómo se llegó hasta ese cálculo, pero parece difícil que incluso sin estas ayudas España se situara en niveles de tasa de riesgo de pobreza de países como Honduras (48%) o Togo (45,5%). De hecho, los datos de Eurostat señalan que en la última década nunca se ha llegado a superar el 27% en ningún país de la Unión Europea, incluso en los peores momentos de la pandemia del coronavirus.
«Red de seguridad»
Las cifras no son buenas, incluso después de cuatro años del mayor despliegue histórico de recursos públicos para otorgar esta «red de seguridad» a la que se refiere recurrentemente la propia Yolanda Díaz. Las cifras de Eurostat indican que las personas en riesgo de pobreza y exclusión social (conocida como tasa Arope) llegaron al 26,5% de la población en 2023, esto es medio punto por encima de la cifra de 2022.
Esto nos sitúa en el tercer país con el peor registro de toda la Unión Europea, solo por detrás de Rumanía (32%) y Bulgaria (30%). La novedad es que en el último curso Grecia superó a España, quedándose en el 26,1%, dos décimas menos que el año anterior. En 2019, antes de la pandemia, España estaba en el octavo lugar, con un 26,2%, lo que indica que el resto de vecinos han mejorado y nuestra economía ha empeorado.
Si en 2019, el total de habitantes de España en situación de riesgo de pobreza y exclusión social llegaba a los 12,169 millones de personas, en 2024 se situó en 12,552 millones. Un dato que en cuatro años no ha mejorado las cifras prepandemia, pese al recurrido escudo social. España es, además, el segundo país, después de Alemania, en términos absolutos de tasa Arope.
Tasa Arope
La tasa Arope (at risk of poverty and/or exclusion) es un indicador combina elementos de renta, posibilidades de consumo y empleo y que es común para toda la Unión Europea. Busca evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos de inclusión social propuestos en la Estrategia EU2020 y en todos los Estados miembros hace referencia al porcentaje de población que se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
Por otro lado, si se recurre al indicador solo de riesgo de pobreza (al que se refiere Yolanda Díaz) España se queda en el quinto lugar a nivel europeo, con un 20,2%, solo por encima de Estonia (22,5%), Letonia (22,5%), Rumanía (21,1%) y Bulgaria (20,6%), una posición que se ha mantenido prácticamente inalterable en los últimos cuatro años. En cuanto a la evolución, antes de la pandemia esta cifra era del 20,7%. Por tanto, se ha pasado de 9,610 millones a 9,567 millones, una mejora totalmente imperceptible.
La tasa de riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación con el conjunto de la población. Por tanto, es mucho más adecuada para medir el esfuerzo del Gobierno para recortar las desigualdades en los ingresos de los ciudadanos, el principal argumento para prorrogar de manera periódica el escudo social.
Pobreza infantil
Esta semana se presentó el informe Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida 2024, elaborado por Plataforma de Infancia, en el que España alcanzó en 2023 el récord histórico en carencia material severa en hogares con niños y adolescentes. Según la Plataforma, los niños y adolescentes con falta o insuficiencia de recursos materiales básicos necesarios para una vida digna y adecuada ha aumentado al 10,8% en 2023, lo que supone 4,8 puntos porcentuales más que los datos prepandemia de 2019.
Por otro lado, el 22,7% de las personas de hogares con niños y adolescentes en riesgo de pobreza tienen carencias materiales severas frente al 6,3% que no están en riesgo de pobreza. También el 6,9% de los niños y adolescentes menores de 18 años (más de 550.400) no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
Y todo ello pese a que el Gobierno ha reforzado las ayudas públicas. Tras estallar la pandemia, se pusieron en marcha los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) financiados por el Gobierno. Luego se instauró el Ingreso Mínimo Vital (IMV), también se han aprobado una sucesiva subida del SMI y una serie de ayudas para evitar desahucios y ayudar al pago de suministros básicos. Además, se han rebajado diversos impuestos para recortar la factura de la luz, se han venido renovando las ayudas al alquiler y al transporte público, y recientemente se ha rebajado el IVA a productos y alimentos básicos.