La reducción de la jornada laboral costará 440 millones a hoteles y agencias de viajes
La ministra de Trabajo ha convocado este jueves a los agentes sociales para impulsar la reforma de la jornada laboral
A una semana de las elecciones europeas, la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, se ha reunido con los agentes sociales para recuperar su propósito de reducir la jornada laboral en España de las 40 horas oficiales a 37,5 horas a la semana. Una reducción de jornada que impactará de manera más notable en los sectores más intensivos en mano de obra y con una necesaria presencialidad, como es el caso del turismo.
El coste total para las empresas de los sectores característicos del turismo, como son los alojamientos y las agencias de viajes, ascendería a 441 millones de euros, según un informe elaborado por Exceltur. Este coste sería el derivado de la necesidad de suplir con más empleados la reducción en el número de horas efectivas trabajadas hasta las 37,5 en las posiciones identificadas en las que no es posible compensarlo con un uso más eficiente del tiempo de trabajo.
«Todas las ramas que conforman el sector turístico comparten una cuestión, que hace que el impacto sea muy relevante», explica Óscar Perelli, director del área de estudios e investigaciones de Exceltur, en conversación con THE OBJECTIVE. «Cuando nosotros organizamos nuestras jornadas laborales, y esto le pasa a agencias de viajes o alojamientos, además del resto, los horarios no son elegidos, tenemos un alto grado de presencialidad necesaria en los momentos en los que la gente quiere disfrutar de los servicios turísticos», añade.
Presencialidad necesaria
Por ejemplo, un viajero que llega al hotel de madrugada tiene que tener disponible para sus necesidades al recepcionista, además lo exige la ley para determinados hoteles. «Hay un elemento de presencialidad en las actividades turísticas muy importante que hace que tengamos que tener trabajadores en esos momentos necesariamente, eso hace que sea un elemento de rigidez frente a otros trabajos», lamenta Perelli.
Según el informe, el impacto de la reducción de la jornada laboral máxima legal se concentra fundamentalmente en los subsectores de restauración y transportes, seguido del alojamiento con un coste de 403 millones de euros y una caída del 6,1% de los beneficios con un incremento sobre los gastos de personal del 4,3%. En estos sectores se identifican el mayor número de ocupaciones con dificultades para compensar la medida y hay una mayor intensidad en el empleo, con una mayor presencia de pequeñas y medianas empresas.
Un coste menor, pero también importante, supondría para las agencias de viaje. Concretamente de 38 millones de euros con una caída del 4,9% de los beneficios y un incremento sobre los gastos de personal del 2,5%. Para obtener este resultado se han explotado los microdatos de la Encuesta de Estructura Salarial del INE. Desde Exceltur destacan que el cálculo realizado no incluye los previsibles costes adicionales que muchas empresas turísticas tendrán que soportar a través de las empresas subcontratadas para prestar servicios necesarios a su actividad, que sufrirán igualmente las consecuencias de la medida y que repercutirán a sus clientes.
¿Mejoras en la productividad?
La ministra de Trabajo ha manifestado en varias ocasiones, al hacer su defensa de la reducción de la jornada laboral, que es necesario «trabajar menos para vivir mejor». Por otro lado, los defensores de este tipo de reducción aseguran que esta mejora en la calidad del trabajo traerá consigo incrementos en la productividad que compensen un posible mayor coste para las empresas. Sin embargo, desde el sector turístico niegan la mayor. «Puede que en algunos tipos de trabajo sea así, pero no lo es desde luego en el sector turístico», lamenta Perelli. «En nuestro caso, hay muchas actividades que tienen que ver con las actividades turísticas en los que las ganancias de productividad no tienen que ver con un uso más eficiente del tiempo», explica.
«Las ganancias en productividad de nuestro sector vienen de prestar servicios de mayor valor añadido. Esto hace que en muchas de estas posiciones, que son presencialistas no es posible compensar el menor número de horas con ganancias en productividad por mejor uso del tiempo», añade. Es decir, si tú reduces las jornadas de esas personas, tienes sí o sí que suplirlas con otros trabajadores y no estás ganando en productividad sino incrementando los costes. Además, a esto hay que añadir la escasez de personal formado que aqueja al sector desde hace tiempo. «Asumiendo el coste de lo que supondría la medida, el gran problema que tiene ahora el sector es que tenemos una dificultad enorme de contratación, de personal», asegura el director de estudios de Exceltur.