Sánchez es el presidente del Gobierno que menos Presupuestos ha aprobado desde 1982
Los expertos sostienen que la falta de cuentas dañará la credibilidad y desincentivará a los inversores
El ‘no’ de Junts a los objetivos de déficit y de deuda pública del pasado martes ha sido un jarro de agua fría para el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Solo la frase pronunciada por el ministro de Sumar, Ernest Urtasun, al que los micrófonos de los medios de comunicación captan, reconociendo a un dirigente de ERC, que esto «es una hostia para el Gobierno», evidencian una situación algo más que incómoda.
En la hemeroteca queda aquel discurso del secretario general del Partido Socialista, cuando en 2018 afirmaba ante la militancia que «aprobar unos presupuestos era la primera y principal obligación de un Gobierno, porque -añadía-, sin presupuestos no hay nada que gobernar». «Un Gobierno sin presupuestos -señalaba en su arenga- es tan útil como un coche sin gasolina. Así que -subrayaba entonces-, no hay excusa. Le exigimos al presidente del Gobierno que presente el anteproyecto de ley para dar confianza a los actores económicos, para dar seguridad a la ciudadanía española y -apuntaba-, también para dar credibilidad y estabilidad a la vida política de nuestro país.
Pero la estadística legislativa de Sánchez y su hoja de servicios no coinciden con la intención de aquellas palabras, al calor de un mitin y rodeado de mujeres de su partido. De hecho, el presidente socialista Pedro Sánchez Pérez-Castejón cuenta con apenas tres presupuestos generales aprobados (2021-2022-2023) de sus casi seis años en el Gobierno.
Además, lleva en su haber cuatro prórrogas presupuestarias (2018, 2019, 2020 y 2024). También en 2020 y en 2024 rechazó incluso presentar presupuestos.
La historia de los Presupuestos
Hay que remontarse a los primeros años de democracia cuando Leopoldo Calvo Sotelo (UCD), en 1982, y ante la imposibilidad de elaborar unos presupuestos por la debilidad de su gobierno, convoca elecciones.
En este interim y por el calendario electoral, el presidente socialista, Felipe González, también retrasa las nuevas cuentas públicas. En 1990, ocurre algo parecido y la celebración de elecciones generales a finales de 1989 hizo que los Presupuestos de 1990 entrasen en vigor con retraso.
En el año 1996, y viendo que el proyecto de presupuestos se llevaba el castigo de la enmienda a la totalidad de las cámaras, González convocaba elecciones, dando paso a la victoria de José María Aznar.
En 2012, José Luis Rodríguez Zapatero decide no elaborar presupuestos, también por su debilidad parlamentaria y convoca elecciones con el triunfo entonces del presidente popular, Mariano Rajoy.
Sánchez y tres prórrogas de Rajoy
El dirigente gallego aprobó presupuestos generales todo los años en el Gobierno, desde 2012 hasta 2018, si bien, los dos últimos los llevó a la cámara con retraso, lo que fue criticado por Pedro Sánchez.
Así, y con estos datos, el socialista madrileño se ha convertido en el presidente del Gobierno que menos presupuestos ha logrado armar y no por ello ha convocado siempre elecciones. Entró con una moción de censura en 2018, y aceptó entonces los presupuestos de Rajoy. Pero después en 2019 prorrogó de nuevo, porque sus presupuestos fueron rechazados. Y en 2020, directamente no los presentó. Así que, tres prórrogas de Rajoy consecutivas.
En este punto, hasta siete expertos en cuentas públicas, entre ellos economistas y políticos, han valorado para THE OBJECTIVE las consecuencias de una falta de cuentas públicas. Una debilidad parlamentaria, que ahora que pende de la resolución de la investidura de Salvador Illa o, quizá de otra nueva prórroga presupuestaria para 2025.
En cualquier caso, nuestros expertos ya adelantan, que una coyuntura política como ésta acrecentará la incertidumbre de los inversores, ralentizará las entregas a cuenta a las autonomías, reforzará la respuesta gubernamental de los decretazos y, sin plan fiscal ni previsiones creíbles, es muy posible que también genere nuevos impuestos.
Los expertos: Mario Garcés
Mario Garcés, exdiputado del PP, exsecretario de Estado de Servicios Sociales, abogado e inspector de Hacienda, sostiene que «el Gobierno de Sánchez va a pasar a la historia por muchas razones, pero hay una singular que afecta a su producción normativa. Y es que será el Gobierno con mayor número de Reales Decretos Leyes y con menor número de presupuestos. «La anomia presupuestaria y el abuso de la legislación excepcional -definde Garcés- es un síntoma nítido de la debilidad de un Gobierno expuesto definitivamente al arbitrio de los nacionalistas catalanes».
En todo caso, y con independencia de lo que ocurra en otoño -señala el también académico de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia-, «la incertidumbre presupuestaria es nociva para cualquier país, y no solo en términos de financiación territorial o de cofinanciación de proyectos europeos, sino en términos de reputación para todos los agentes que operan en nuestra economía».
Javier Santacruz
Para el economista Javier Santacruz, por mucho que quiera hacer presupuestos, «Sánchez no cuenta con los apoyos suficientes. Y menos para hacer la reforma de la financiación autonómica y, con una abrumadora mayoría en contra del Consejo de Política Fiscal y Financiera».
«El rechazo de Junts no es necesariamente malo porque los objetivos presentados eran, además de poco realistas, un peligro para acelerar el crecimiento de la deuda pública para los próximos años», afirma Santacruz, no sin añadir, que esto «es una cosa advertida tanto por la Airef como por la Comisión Europea».
Así pues, y si el Gobierno decide tirar para adelante con los objetivos en vigor desde 2023 para hacer presupuestos, «estos -anticipa el colaborador de este diario- necesariamente serán contractivos, cosa que no es necesariamente mala. Pero esto es contradictorio con el tipo de presupuestos que necesita el Gobierno -apunta- para contentar a sus socios, con lo cual, tampoco saldrían adelante».
Daniel Lacalle
Para el economista Daniel Lacalle, «Junts ha cumplido su amenaza, cuando dijo que a Sánchez le va a costar sangre los votos de investidura». Ahora bien, en su opinión, «aquí se utiliza constantemente que hay que ver, que no se han aprobado los presupuestos. Y es verdad. Pero la realidad es que este Gobierno hace lo que le da la gana. Y el ejemplo es que se acaba de sacar de la manga, sin tener espacio presupuesgario y fiscal, 4.000 millones para recapitalizar Correos y sacarlo de la quiebra».
Luego, «este es el presidente con memos presupuestos aprobados y más presupuestos prorrogados, y el problema es que hacen lo que les da la gana, porque luego suben las pensiones, los salarios de los funcionarios si les da la gana. Da igual que los apruebe en octubre. Sobre todo porque Junts solo les va a dar su voto si les dan la presidencia de la Generalitat a Puigdemont». ….
En cuanto a La Comisión Europea, el economista jefe de Tressis, sostiene que, «mientras Sánchez publique una cifra de PIB relativamente positiva, la CE se va a callar, y por tanto -deduce-, el Gobierno va a poder continuar aumentando los desequilibrios fiscales. Mientras tanto, aquí en España -critica-, la oposición confía en una Europa que no existe, en una CE que está disfrazando todos los desequilibrios estatales, entre otras cosas, porque tiene que disfrazar los de Francia. Por tanto -concluye-, no tenemos que esperar ningún tipo de amonestación ni ningún tipo de acción por parte de Bruselas. De modo que, los problemas de España, o los soluciona España, o no nos los van a solucionar nadie», afirma.
Eva Poptcheva
Eva Poptcheva, vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara en la anterior legislatura, explica que «está claro que, el hecho de no aprobar los objetivos hace que cualquier plan estructural y fiscal -que el Gobierno debe presentar en septiembre, bajo las nuevas reglas fiscales- no nos hace creíbles, porque no seremos capaces de tener unos presupuestos donde se vean claramente los ingresos y, los gastos». De manera que -se pregunta-, «con qué credibilidad vas a enviar tu a la UE un plan fiscal a medio plazo -porque no solo es para 2025-, para reducir una deuda enorme del 109% del PIB».
Yo creo -aventura-, que «la UE va a mirar con lupa nuestro plan fiscal, sobre todo -aclara-, porque ahora sabemos que la decisión de la UE de no incluir a España en el procedimiento de déficit excesivo, ha causado estupor en muchos estados miembros, que dicen que por qué España no está, solo por unas previsiones».
Así mismo, añade la candidata número 23 del PP en las pasadas elecciones europeas, «no sería malo enmarcar todo esto en la investidura de la presidenta de la UE (Ursula Von der Leyen), que ha dicho que después del Next Generation, propone un fondo de competitividad o de inversión». Porque -añade-, estas debilidades del Gobierno no nos favorecen en una discusión de voluntad política entre los miembros de la UE, porque para recibir esa ayuda tenemos que ser un socio creíble».
Lorenzo Bernaldo de Quirós
Para el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós, la negativa de Junts a aprobar el techo de gasto propuesto por el Gobierno «es una muestra más de las crecientes dificultades del Gabinete social comunista para sacar adelante cualquier iniciativa en el Parlamento».
Así, y con los niveles de deficit y de deuda existentes y -apostilla-, con la entrada en vigor de las reglas fiscales, la ausencia de un Presupuesto es una mala señal a los agentes economicos y a los mercados».
Dicho eso -defiende el presidente y socio de la consultora Freemarket Corporative Intelligence-, «el techo de gasto planteado por el Ejecutivo y los supuestos macroeconómicos que lo sostenían se acercan más a la economía de ficción que a la realidad». En cualquier caso -destaca-, «el tema no esta cerrado y dependerá en gran medida de lo que ocurra en Cataluña, lo que es de momento un misterio dentro de un enigma».
José María Rotellar
Para José María Rotellar, economista y primer espada de Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria, «el rechazo de la senda de estabilidad es el rechazo a un gasto irresponsable y a unos objetivos de estabilidad poco ambiciosos. Y es cierto que Junts ha votado en contra no por esto -mantiene-, sino para subir el precio del alquiler de sus siete votos si presentan presupuestos. Pero -advierte-, en cualquier caso, son una senda y techo inaceptables, que el Gobierno cuadrará a martillazos si presenta presupuestos».
Santiago Sánchez López
Santiago Sánchez López, economista y colaborador de THE OBJECTIVE, la reciente decisión de Junts de tumbar el techo de gasto en el Congreso, «claro que afecta profundamente a la política fiscal y económica de España, generando incertidumbre y acrecentando la parálisis en la ejecución presupuestaria».
Este rechazo -desarrolla- retrasa la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, un paso crucial para la estabilidad legislativa y para el desarrollo económico del país. Y, -sostiene-, «el tiempo corre, y el escarnio actual muestra la debilidad de un gobierno que tendrá que presentar su plan de ajuste antes del 20 de septiembre de 2024 sin unos objetivos de estabilidad presupuestaria y una senda de deuda pública clara y creíble».
De ahí -afirma-, «que la necesidad de una consolidación fiscal gradual se hace más urgente ante los altos niveles de endeudamiento público y la sustitución de gasto coyuntural por gasto estructural, situándonos en un escenario de riesgo por la irresponsabilidad del gobierno si se caen unos ingresos fiscales impulsados por la inflación. O se produce un ajuste creíble o se verá limitada nuestra capacidad de respuesta ante crisis».