El «enlace» de la trama logró contratos con Correos, presidida por un amigo de Sánchez

Israel Pilar Ortiz ayudó a la trama de Koldo a comprar las mascarillas bajo sospecha judicial. El sumario del caso, al que ha accedido THE OBJECTIVE, le coloca en el centro de los contratos adjudicados durante la pandemia. Los investigadores consideran a este empresario como «el enlace» entre Soluciones de Gestión y Víctor de Aldama para llevar a cabo la adquisición de los tapabocas. Meses después de esa gestión, el dueño de la consultora tecnológica Sortis logró que la compañía pública Correos le concediera a dedo un contrato de al menos dos millones. Recientemente se le otorgó otro por valor de 168.000 euros.

El grupo postal presidido entonces por Juan Manuel Serrano (ex jefe de gabinete y amigo personal de Pedro Sánchez) le otorgó a dedo el primero de estos contratos a principios de 2021. Su formalización se canalizó a través de Sortis Telecomunicaciones.

La sociedad, vinculada a Sortis Networks, está ubicada en el paraíso fiscal de Panamá y fue creada por Pilar Ortiz junto a varios colaboradores del expresidente caribeño Martín Torrijos, que fue investigado por la Fiscalía de su país por la trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht, que admitió haber pagado sobornos a varios gobiernos latinoamericanos. Torrijos forma parte de la Internacional Socialista y es un estrecho colaborador de José Luis Rodríguez Zapatero.

Las adjudicaciones de Correos

El vínculo entre Torrijos y Rodríguez Zapatero se fundamenta principalmente porque ambos han formado parte de los equipos de mediación entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. El considerado «enlace» del caso Koldo creó la filial panameña de Sortis hace una década y durante la pandemia habría recibido, según la investigación, «dinero en b» de la trama por su participación en la adquisición de las mascarillas bajo sospecha.

El contrato que Correos adjudicó en 2021 a la empresa de Pilar Ortiz generó una gran controversia. Tanto, que Comisiones Obreras denunció que Serrano se gastara dos millones de euros en dos años en una consultora con lazos en un paraíso fiscal cuando el propio Sánchez se había comprometido a no tener ningún tipo de relación con países offshore. El sindicato se preguntaba si era «decente» y exigía responsabilidades por el daño reputacional que podría ocasionar a la mayor empresa pública.

Serrano encargó mediante esta operación al «enlace» de la trama Koldo que su empresa Sortis prestara un servicio de consultoría a Correos para «el análisis, diseño e implantación» de su estrategia en materia de telecomunicaciones con el objetivo de modernizar la compañía estatal. El acuerdo se elevaba a 1,8 millones de euros por dos años con una posible prórroga por otro ejercicio adicional.

El segundo contrato data de diciembre del año pasado, días antes de que Serrano fuese destituido de su cargo y reemplazado por Pedro Saura, que fue secretario de Estado de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos, periodo en el que se realizaron las adjudicaciones de mascarillas investigadas ahora en la Audiencia Nacional y que han puesto contra las cuerdas al exministro socialista.

Citación de Antifraude

El expresidente de Correos, que en esta ocasión llevó a cabo una licitación pública, le encargó «definir y evaluar la seguridad de la infraestructura de Internet de las Cosas (IoT) y la infraestructura de las Tecnologías Operativas (OT)» de la empresa postal. El periodo de la adjudicación se extiende durante 18 meses y tiene un valor de 168.000 euros.

Los investigadores del caso Koldo consideran que Pilar Ortiz desempeñó un papel fundamental en la adquisición de mascarillas que realizó Soluciones de Gestión en China durante la pandemia. Sus gestiones a través de las empresas de Aldama sirvieron para las adquisiciones puestas ahora en tela de juicio. Este empresario y el cerebro de la trama según los investigadores, Juan Carlos Cueto, sostenían en una conversación intervenida por la Guardia Civil que el dueño de Sortis habría recibido «dinero b» por su participación.

«El hecho de que el pago hubiera podido ser efectivo conecta con la línea de investigación mantenida a este respecto en cuanto al cobro de comisiones vinculadas a los contratos investigados», aseguran los investigadores en el sumario de la causa. La citación que realizó la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) a Aldama a finales del año pasado para preguntarle soliviantó a los miembros de la trama, que mostraron un importante nerviosismo sobre lo que pudiera declarar el presidente del Zamora CF.

Cueto aconsejó preparar las intervenciones ante los inspectores de la Agencia Tributaria para evitar caer en contradicciones, según advierten los investigadores. Una colaboradora de Aldama le explica que ha redactado dos cartas que debían firmar José Vidas Esmoris y Pilar Ortiz con el fin de justificar los servicios prestados por las empresas del expresidente del Zamora CF (MTM 180 Capital y Deluxe Fortune), pero que el segundo no ha firmado y ha declarado no conocerle.

«Fotos con el ministro»

A lo largo de la conversación intervenida se observa el interés de Cueto en que se presenten ambas misivas ante la ONIF porque «es importante para Aldama y para ellos (Soluciones de Gestión, la empresa adjudicataria de los contratos por valor de 53 millones de euros que están siendo investigados). Piedad, la persona en la que el presidente del Zamora CF delegó el tema de la inspección, comenta al supuesto jefe de la trama que «que Isra no le toque las pelotas porque tiene fotos de él con el súper jefe». Además, revela que «hasta en el WhatsApp de Víctor (Aldama) hay fotos de Israel Pilar que no se pueden enseñar… con el ministro».

Los contratos citados no son los únicos que Correos suscribió durante la pandemia. La compañía presidida por Serrano otorgó a Globalia, también a dedo, la apuesta en marcha de una aerolínea de mercancías, un proyecto que finalmente ha acabado con unas pérdidas de 25 millones de euros. Globalia, matriz de Air Europa, recibió entre rescates y otras ayudas del Gobierno más de 1.100 millones de euros. Se da la circunstancia de que Aldama, que contrató servicios con Pilar Ortiz, estuvo a sueldo del grupo del que es propietario Juan José Hidalgo.