Caixabank y Santander aprovechan el lío de la opa de BBVA: ganan 250.000 clientes
El banco catalán capta 130.000 nuevos usuarios en el primer semestre del año, mientras que el cántabro suma 120.000
Los presidentes de BBVA, Carlos Torres; de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri; y de Santander, Ana Botín | BBVA
Caixabank y el Santander han sacado provecho al revuelo generado por la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre el Sabadell. La operación ha incentivado la competencia en el sector para intentar robarles negocio cuanto antes y aprovechar la guerra suscitada entre ambos, al tener un carácter hostil. En este campo de juego, las dos mayores entidades del país han sumado cada uno más de 100.000 clientes a su cartera. En concreto, 250.000 en total.
Los datos recabados por THE OBJECTIVE reflejan que Caixabank ha acelerado la captación de usuarios en el primer semestre de este ejercicio, momento en el que BBVA puso sobre la mesa la propuesta de compra sobre el Sabadell. La entidad que dirige Gonzalo Gortázar y preside José Ignacio Goirigolzarri ha sumado a su base 133.000 particulares y empresas.
De esta manera, Caixabank zanja definitivamente la sangría que había venido sufriendo desde que absorbió Bankia. Ya en el último trimestre del año pasado empezó a captar nuevos clientes y, en los que llevamos de año, el ritmo lo ha acelerado. A cierre de junio, la entidad catalana contaba con 18,33 millones de minoristas y compañías a las que ofrece sus servicios.
Por su parte, el Santander a través de su red en España ha elevado en unos 120.000 el número de usuarios en la primera mitad de 2024. En su caso, se ha producido un descenso sobre la ganancia que había venido experimentando en ejercicios anteriores y que ya se vislumbró en la recta final de 2023. Pero, el banco presidido por Ana Botín continúa añadiendo aumentando el volumen de clientes y tiene en la actualidad 15,12 millones.
En el sector se da por hecho que tanto Caixabank como el Santander serán los grandes beneficiarios de la opa de BBVA sobre el Sabadell. Primero, por su tamaño y capacidad de reacción, y segundo, por su penetración geográfica, que en el caso del primero es significativa en los territorios más vinculados al banco que preside Josep Oliu. De hecho, el grupo vallesano ha empezado a dar síntomas de debilidad en sus zonas de influencia, Cataluña y Comunidad Valenciana, al menos en algunos segmentos, como el de financiación a pymes y autónomos. Una actividad que es clave.
Las operaciones de fusión, que es lo que ha plantado BBVA, suponen una mina para el resto de jugadores del sistema. Se calcula que, de producirse la integración, en torno a un millón de clientes podrían abandonar el grupo resultante. De ahí el interés de la competencia por capturarlos. Además, en este caso, al tratarse de una transacción hostil, los tiempos se han adelantado y nadie quiere quedarse atrás en la guerra que se ha abierto para crecer.
En junio, por ejemplo, tanto Santander como Caixabank -entre otros- pusieron en marcha campañas para atraer a las pymes, empresas y los autónomos. Y el conjunto del sector ha mejorado el interés que ofrecen por los depósitos a los particulares, hasta el 2,65%, a pesar de la caída del euríbor. Un descenso se han pronunciado este mes de agosto ante la más que probables bajadas de los tipos de interés oficiales del BCE este otoño ante los mejores datos sobre la subida de los salarios en la zona euro.
Los plazos de la opa y posterior fusión -si se produce- son largos, de ahí que habrá un periodo amplio para que la banca atraiga a los clientes de BBVA y el Sabadell descontentos con la operación y con los cambios sobre sus tarifas. En principio, el grupo vasco calcula que a finales de este año podrá abrir el proceso de adquisición de acciones, una vez obtenga las autorizaciones de los supervisores. Y que, a mediados de 2024, podrá ejecutar la integración. Para materializar la unión, deberá contar con el visto bueno del Gobierno, que se ha mostrado en contra de la misma. Si bien, en las últimas comparecencias, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se ha mostrado menos contundente en las críticas.
Estos tiempos dependen principalmente del examen y posterior veredicto de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que podría llevar a una segunda fase el análisis ante la elevada concentración del sistema nacional y, por tanto, dilatar el proceso. No obstante, la actual gobernadora en funciones del Banco de España, Margarita Delgado, ya dejó claro hace unos meses que en el sector hay demasiada competencia, dando alas a la opa de BBVA sobre el Sabadell.
