El 65% de los jóvenes que trabaja no puede emanciparse y tener una vivienda en España
Son los que más acusan la parcialidad y temporalidad en el empleo, según Freemarket Corporative Intelligence
Los jóvenes españoles, incluso en la generación más formada, tiene problemas para emanciparse y poder salir de su vivienda familiar cuando empieza a trabajar. | Europa Press
Más de la mitad de los trabajadores jóvenes españoles, concretamente el 65,9%, no puede emanciparse, por lo que siguen viviendo en el hogar familiar. Les resulta prácticamente imposible alquilar y aún menos comprar una casa. Son 13 puntos más que en 2008 y 16 puntos por encima de la media UE.
Es un dato que recoge, entre otros, el informe de la consultora Freemarket Corporate Intelligence, titulado España no es un país para jóvenes, apoyado en cifras de la OCDE, del Banco de España, del INE y de aquellos organismos que miden la Tasa de Riesgo de Pobreza y Exclusión Social, el de Carencia Material y Social Severa o el Informe Mundial de la Felicidad 2024.
El informe refleja, por medio de la estadística la precariedad laboral de nuestros jóvenes, las altas tasa de paro que hay en el margen de edad entre los 16 y los 29 años y la baja actividad de estos trabajadores, además de sus bajos salarios y en consecuencia, los enormes problemas que tienen para el acceso a la vivienda.
El ejemplo palmario es que del colectivo de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años, solo un 12,5% residía en viviendas de alquiler versus el 52,5% en Alemania, el 35,5% en Francia y el 20% en la UE.
Trabajos parciales y temporales
Desde un primer momento, el informe dirigido por el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket Corporative Intelligence, repara -como se puede apreciar en el gráfico- en la relación directa entre la juventud del trabajador y el empleo a tiempo parcial. Así, desde el primer trimestre de 2021, hasta el tercero de 2023, en el caso de España, cuanto más jóvenes son los trabajadores mayor es la posibilidad de que su empleo sea con una jornada a tiempo parcial.
En España -señala el informe- los ocupados con una franja de edad entre los 16 y los 19 suponen el 65,9% de los contratos a tiempo parcial; el 37,1% de aquellos con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años y el 16,9% de los ubicados entre los 25 y los 29 años. La media del conjunto de la población con ese tipo de contratos es del 13,5%. Para decirlo con mayor claridad, explica Bernaldo de Quirós a THE OBJECTIVE, «la tasa de contratación a tiempo parcial de los jóvenes dobla la de la media de la población general».
Y lo mismo -remarca el informe- ocurre la tasa de temporalidad. Del total de asalariados que hubo en el año 2023, un 17,08% lo eran con un contrato temporal. En cambio, si se calcula este dato extrayendo solamente los grupos de edad de los jóvenes se observa que un 61,7% de los trabajadores con edades comprendidas entre 16 y 19 años, un 46,4% de los trabajadores de entre 20 y 24 años y un 27,6% de los trabajadores de entre 25 y 29 años trabajan con un contrato temporal.
Una de las consecuencias de lo descrito es la percepción por los jóvenes de entre 16 y 29 años de salarios un 35% inferiores a la media, indica Freemarket Corporative Intelligence. Pero esto no es lo más relevante: «El incremento de aquellos a lo largo de su vida laboral está siendo sustancialmente más lento al registrado en el pasado. Así, mientras la cohorte nacida en 1955 alcanzó la base media de cotización a la Seguridad Social a los 27 años, los nacidos en 1985 no la habían logrado al llegar a los 34 años. En otras palabras, la juventud española tarda más que las precedentes en conseguir el nivel salarial medio típico de cualquier profesión».
Cómo llegar a fin de mes
Con estas mediciones, el informe hace hincapié en que no es de extrañar que más de la mitad de los jóvenes entre 16 y 29 años viva en hogares que tienen dificultades para llegar a final de mes. Los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE inciden precisamente en esa situación que afecta al 53,2% de las personas en esa franja de edad; es decir, un 5,4% por encima del promedio de la población.
Esto ocurre a pesar de que la juventud, en el plano formal, disfruta de mayores oportunidades educativas que las generaciones anteriores. La mitad de las personas entre 25 y 29 años posee estudios superiores, universitarios o de formación profesional superior, cuatro veces más que en 1980. Por otro lado, la juventud emancipada vive mayoritariamente de alquiler y ha de dedicar un elevado porcentaje de su presupuesto al alojamiento, casi la mitad de sus ingresos.
Por otra parte, su escaso peso demográfico -ahonda el informe- debilita su influencia y su capacidad política para que se pongan en marcha estrategias destinadas a incrementar sus oportunidades y a mejorar sus condiciones de vida. Y es que el colectivo de jóvenes entre 16 y 29 años representa actualmente el 14,81% de la población, mientras que en 1980 representaba el 21,11%. En cambio, el peso sobre el total de los que tienen 65 o más años se ha incrementado significativamente, pasando del 11,05% que representaban sobre el total en 1980 hasta el 20,61% que son en 2023.
Evolución de la renta
Con datos del Banco de España, el estudio de Freemarket Corporative Intelligence aborda la evolución de la renta y de la riqueza en España de acuerdo con los datos ofrecidos por la Encuesta Financiera de las Familias, incorporando los hogares jóvenes al abanico muestral. Así, por lo que se refiere a la renta mediana por grupos de edad del cabeza de familia, la caída mayor es la registrada por los hogares más jóvenes en el período 2019-2021.
Por lo que se refiere a la riqueza neta mediana por grupos de edad del cabeza de familia, la contracción más intensa se produce en las familias más jóvenes, seguida por los empleados por cuenta propia y aquellos sin estudios universitarios.
