La Airef advierte de que el control de la deuda exigirá un ajuste de 50.000 millones de euros
Su presidenta, Cristina Herrero, cree que España tiene que reformar su actual Ley de Estabilidad Presupuestaria
La presidenta de la Airef, Cristina Herrero, explicó este martes ante el Consejo General de Economistas y el director de Fedea que el control de la deuda pública española «exigirá un ajuste, a expensas de medidas adicionales, que podría estar en el entorno del 0,43% del PIB, de modo anual, en un plan fiscal estructural de siete años», lo que aproximadamente equivale a cerca de 50.000 millones de euros. Según los últimos datos del Banco de España, en julio de 2024 la deuda pública registró un crecimiento del 3,8% en términos interanuales y la deuda de la de la Seguridad Social registró un saldo, también preliminar, de 116.000 millones de euros, un 9,4% más que un año antes.
Preguntada por THE OBJECTIVE, la responsable de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal señaló que los actuales datos de la deuda nos dicen que «está por encima del 100% del PIB y para converger al 60%, el Plan Fiscal Estructural que España habrá de enviar a Europa, posiblemente a siete años, necesitará algún tipo de ajuste para conseguir que el ratio de deuda tenga una senda descendente, incluso en los diez años siguientes a ese plan fiscal».
«Los datos son los datos -subrayó-, pero sí es verdad que nuestro país tiene un ratio de deuda por encima del 100%. A los estudios de la Airef lo que les sale es que, a medio plazo, seguiremos estando por encima del 100% de la deuda. Y más allá de una reducción en términos de PIB, en los últimos años, parece que esta reducción no va a salir adelante, una vez que hemos retirado las medidas que fuimos teniendo y hemos actuado por el numerador, y una vez que es el componente anual del PIB».
Por tanto -añadió-, la Airef aprecia que la deuda «se estabiliza en el 104%», a lo que se suma también otro factor: «Si prolongamos nuestras proyecciones de deuda, una vez que la presión del envejecimiento de la población se haga más patente a finales de esta década o principios de la siguiente, volvemos a una senda descendente».
Credibilidad, crecimiento y calidad
Este lunes, el Consejo General de Economistas (CGE) y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) presentaron el resumen de un informe en el que, de manera conjunta, se abordan cuestiones estructurales de la economía española, con las aportaciones de expertos en cada una de las materias: presupuestos, deuda y déficit, productividad, educación, financiación y fiscalidad autonómica, infraestructuras del transporte y vivienda. Intervinieron José Emilio Boscá, Salvador Guillermo, Javier Ferri, Juan Pablo Riesgo, José Carlos Sánchez de la Vega, Montserrat Gomendio, Martí Parellada, José María Durán, Diego Martínez-López, Anna Matas, Ginés de Rus, Benito Arruñada y Julián Salcedo.
En el acto de presentación, la presidenta de la Airef suscribió este documento, calificado de oportuno en un momento en el que las reglas fiscales han vuelto de nuevo a Europa y en el que se ponen en juego tres elementos fiscales: credibilidad de las reglas de gasto, importancia del crecimiento y mejora de la calidad de las finanzas públicas. Estos elementos apuntan al cumplimiento de las pautas de eficiencia y eficacia que raramente las Administraciones llegan a aplicar.
Con estas directrices, Herrero señaló que los retos de España pasan, en primer lugar, por la apropiación nacional de un plan fiscal que adopte e interiorice el espíritu europeo, incorporando a ese plan tanto a las comunidades autónomas como al Parlamento español.
Reformar el marco fiscal nacional
Sostiene Cristina Herrero que el Gobierno tiene que acometer una reforma de la actual Ley de Estabilidad Presupuestaria. Los compromisos con Europa no se plantean en términos de un déficit por debajo del 3% del PIB o de la reducción del déficit estructural. «El compromiso -remarca- va a ser también en materia de gasto neto de medidas de ingresos».
La normativa nacional en este sentido -aseguró- ya dice que este gasto neto de medidas de ingreso tiene que crecer en el límite del crecimiento potencial de la economía de medio plazo. Pero «en el caso del Plan Fiscal Estructural que España tiene que enviar en breve -nueve países ya lo tienen presentado-, el crecimiento de gasto va a estar en función de lo que nos salga de los ejercicios de sostenibilidad de la deuda».
Asimismo, aclaró que «la regla de gasto nacional se aplica de manera individual para cada Administración pública, dejando fuera a la Seguridad Social. Es decir, dejando fuera la evolución de nuestro gasto en pensiones». Sin embargo -matizó-, «el plan fiscal estructural sí que somete el crecimiento del gasto a una limitación, incluyendo el gasto de la Seguridad Social y de las pensiones, lo que demuestra que claro que es necesario reformar el marco fiscal nacional»
Precisamente este martes, el banco Trade Republic, en colaboración con el catedrático del IESE, Javier Díaz-Giménez, publicó un informe en el que refuerza esta idea, subrayando que el coste de las pensiones se duplicará en 20 años, hasta los 225.000 millones anuales.
Repartir las tasas de crecimiento de gasto
«Nadie -añadió Cristina Herrero- habla de cómo vamos a repartir la tasa de crecimiento de gasto que va a ser el compromiso del Plan Fiscal Estructural, porque si vamos a la misma tasa para todas las administraciones, y todo apunta por ahí, nuestro cálculo es que, desde luego, la misma tasa de crecimiento de gasto para todas las administraciones públicas, con independencia de su posición de partida, acrecienta los desequilibrios verticales y horizontales, y no arregla problemas de sostenibilidad».
El segundo elemento tratado por Herrero fue el crecimiento, frente a la rigidez que detecta por parte de los gobiernos en adoptar medidas de control público o de subidas de impuestos. Por esa razón, España «tendrá que tirar de recursos y palancas de crecimiento económico y de calidad».
En este punto, remarcó, hay que tener en cuenta que ya no podemos confiar en el crecimiento del empleo, porque el factor trabajo ya no cuenta como antes, a causa de la evolución de nuestra demografía. La productividad tiene que tomar el relevo.
Finalmente, Cristina Herrero ponderó la necesidad de mejorar la calidad de las finanzas públicas con mayor número de evaluaciones ex ante y ex post. Evaluaciones que la Airef ha llevado a cabo en materias como la Educación o la Vivienda.