Toque de BBVA a Sánchez pese a la opa: alerta de que la incertidumbre ha crecido desde mayo
El banco advierte de que los riesgos políticos, económicos y regulatorios han aumentado desde las elecciones catalanas
BBVA da un toque al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pese a la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada sobre el Sabadell, alertando de que la incertidumbre ha crecido desde mayo, justo cuando el grupo vasco anunció la operación. Ha lanzado esta advertencia en un momento en que el banco necesita el beneplácito de Moncloa para llevar cabo la fusión de ambas entidades, una vez culmine con éxito la propuesta de compra y su ayuda para impedir imposiciones drásticas en el caso de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorice la transacción en segunda fase con un análisis mucho más riguroso.
El conglomerado que preside Carlos Torres incluye la alerta entre los riesgos existentes sobre las estimaciones de la opa en una actualización del folleto ante el regulador bursátil de Estados Unidos. En el documento, consultado por THE OBJECTIVE, BBVA asegura que «en España las incertidumbres políticas, regulatorias y económicas han aumentado desde las elecciones generales de julio de 2023 y las elecciones en Cataluña de mayo de 2024». Y añade que «existe el peligro de que se adopten medidas que tengan un impacto adverso en la economía o el negocio del banco». Fuentes oficiales de la entidad con sede en Bilbao no quisieron hacer comentarios adicionales al respecto a este periódico.
BBVA lanzó su opa en vísperas de los comicios catalanes, lo que supuso un cambio en la opinión que tenía el Gobierno. El Ejecutivo había trasladado su bendición a la operación antes de su anuncio, que estaba previsto para después de dichas elecciones. Sin embargo, una filtración precipitó los acontecimientos y lo que a priori iba a ser una oferta negociada se convirtió en una propuesta hostil.
Con la campaña electoral en marcha, casi todos los partidos criticaron la opa sobre la entidad vallesana con el fin de no debilitar sus opciones de voto. El Sabadell tiene su origen en Cataluña y en la región posee una parte importante de su actividad y de sus trabajadores. De ahí, los ataques de las formaciones políticas. Entre ellas, destacaron los mensajes del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que llegó a señalar que la transacción era mala para España y que el Gobierno central vetaría la integración.
Una vez pasados los comicios. BBVA se apresuró a lanzar guiños al Ejecutivo para convencerle de nuevo de las bondades de la adquisición del Sabadell. Torres se reunió con Sánchez y en un acto no tuvo tapujos para dar la «enhorabuena» al presidente por la marcha de la economía que, a su juicio, iba mejor de lo pronosticado. Estas buenas palabras tuvieron un efecto inmediato, ya que Cuerpo días después suavizó su oposición, aunque sigue mantenimiento a día de hoy su rechazo por el impacto que pueda tener sobre la competencia, el empleo y la exclusión financiera en el mundo rural.
El toque de atención dado ahora ha sorprendido a algunos expertos, que indican que con ello BBVA pretende presionar todo lo que pueda para que la fusión pueda llevarse adelante y pueda cosechar todos los ahorros de costes esperados. El banco da prácticamente por garantizado el apoyo del Gobierno para abordar la integración, aunque el ministro de Economía continúe con la intención de bloquearla.
Desde mayo, cuando se celebraron las elecciones catalanas y BBVA puso lanzó la opa hostil, la situación política en nuestro país se ha complicado. Sobre todo, desde que en agosto el PSOE se hizo con la Generalitat en contra de los deseos de Carles Puigdemont, pieza fundamental para que Sánchez saque adelante las medidas en el Congreso de los Diputados, incluidos los próximos presupuestos generales del Estado.
El grupo vasco enumera otra serie de riegos sobre su actividad y su evolución durante y tras la opa del Sabadell, como que las agencias de calificación crediticia rebajen su nota a España o las inestabilidades de algunos mercados en los que opera, entre ellos Turquía y México.
La hoja de ruta de BBVA establece que a finales de este año o principios de 2025 pueda iniciar la oferta de compra del Sabadell, una vez obtenidas las aprobaciones pertinentes, incluida la de Competencia. No obstante, la presidenta de esta institución, Cani Fernández, sugirió recientemente que los plazos se podrían alargar debido a que el banco catalán está aplazando la información requerida para torpedear la operación. Una vez termine el periodo de adhesiones, la entidad con sede en Bilbao quiere llevar a cabo la unión. Su idea es que a mediados del próximo ejercicio pueda completarse. Pero para ello necesita el visto bueno de Sánchez.