El Eurobarómetro descubre que España tiene el mejor servicio de autobuses de la UE
El Instituto de Estudios Económicos valora esta posición y recomienda mejoras para ser aún más competitivos
El servicio español de transportes de viajeros por carretera es uno de los mejores del mundo desde hace décadas. Da una amplia cobertura y vertebración al país y llega a lugares en los que el tren no existe o ha dejado de funcionar.
Desde el año 1990 (Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT), desarrollada por el Reglamento aprobado por el Real Decreto 1211/1990, de 28 de diciembre), España cuenta con un modelo de colaboración público-privada para la provisión de estos servicios de transporte que garantiza la prestación con un elevado grado de calidad y permite una movilidad adecuada en todos los territorios. Así lo ha valorado el último Eurobarómetro -servicios de encuestas de la UE- que destaca que España, junto a Irlanda, lidera el sondeo de satisfacción general de los usuarios, tanto por puntualidad, como por fiabilidad del transporte.
Y ha sido esta valoración la que ha servido como punto de arranque del último Informe de Opinión del Instituto de Estudios Económicos (IEE) –Regulación y competencia en el transporte público de viajeros por carretera: reflexiones y análisis de un modelo sostenible-, recogido por THE OBJECTIVE, en el que se considera el debate sobre un posible cambio del modelo de gestión del transporte interurbano por autobús que algunas formaciones políticas han introducido, como el Partido Socialista, abriendo la puerta a la uberización de este servicio público.
Con este planteamiento, el trabajo del IEE, que preside Íñigo Fernández de Mesa y dirige Gregorio Izquierdo, se ha centrado en extrapolar experiencias de países de nuestro entorno, sobre todo Alemania y Francia. Se consideran propuestas de mejora, teniendo en cuenta las diferencias y las peculiaridades geográficas, sociales, industriales y económicas de cada país, sin soslayar efectos perniciosos que estas han producido en sus respectivos países.
Modelo de competencia de mercado
El modelo de servicio de transporte en España se ha decantado por un marco regulador de competencia por el mercado de colaboración pública-privada que, a diferencia de otros países, garantiza la prestación de servicios con un elevado grado de calidad. Aunque tiene margen de mejora-señala el Instituto de Estudios Económicos- y requeriría una serie de cambios, no debe adoptar modelos de otros países que finalmente han ocasionado un detrimento en la estabilidad y certidumbre de los precios, un significativo empeoramiento del grado de cobertura territorial y un empeoramiento de la calidad y seguridad de estos servicios.
En nuestro caso, se trata de un ejemplo de colaboración público-privada en el que la administración diseña la red de tráficos posibles y determina frecuencias, paradas y demás condiciones de rutas de los servicios regulares permanentes de uso general (líneas regulares) y de uso especial (transporte de escolares y trabajadores). El concesionario del servicio puede desarrollar su actividad dentro de un modelo de competencia de mercado.
En España, el autobús interurbano cuenta con una presencia superior al de otros países de nuestro entorno, explica el informe. Y su cuota modal -el porcentaje de la demanda que utiliza este medio de transporte- ya fue en 2022 superior en un 98% a la registrada en Alemania, y un 90% más elevada que la de Francia.
778 millones de pasajeros
En 2023, el transporte de viajeros en autobús tuvo más de 788 millones de pasajeros en España, lo que representó un 52% del total de los desplazamientos con respecto a otros medios de locomoción, siendo líder en la media distancia (82,1%) y muy competitivo en la corta distancia (cuota del 48,8% del autobús frente al 51,2% del ferrocarril).
El perfil medio del usuario de este tipo de servicios de transporte se caracteriza por presentar una renta media-baja y por carecer de vehículo propio, si bien existe una elevada heterogeneidad en función del territorio. Para estos usuarios, en la elección del medio de transporte influyen tanto el factor precio como otros componentes relevantes, desde las frecuencias y conectividad con otros modos de transporte hasta la calidad del servicio. En este sentido, el informe hace una comparación de estos componentes, destacando cierta similitud de tarifas con respecto otros países de la UE, si bien en España se cuenta con una evolución de precios más estable que la experimentada en dichos países, lo que confiere certidumbre y genera predictibilidad. Se destaca en los últimos años una variación de estos precios inferior a la registrada por la inflación general.
Por otra parte, los usuarios españoles dan un elevado grado de satisfacción a este sistema de transporte. El 83% lo valora como bueno o muy bueno, porcentaje superior al registrado en Francia (73%) y Alemania (60%). También, según las encuestas analizadas, la satisfacción por la frecuencia de servicios es muy superior en España (76%) frente a Alemania (61%) y a Francia (47%), al igual que la valoración en puntualidad y fiabilidad del servicio, e interrupciones del mismo.
Las diferencias con Francia y Alemania
De igual modo, el informe del IEE también destaca la importancia del grado de competencia que existe en el sector, donde su estructura empresarial se caracteriza por la atomización, con más de 2.700 empresas, de las cuales la mayoría son pymes. En realidad, existen varios grupos empresariales importantes, pero sin que pueda hablarse de oligopolio, ni mucho menos de situaciones monopolísticas (el mercado español son 1.400 concesiones que abarcan las del Ministerio y las de las comunidades autónomas operadas por 650 empresas distintas.). Unas empresas -sostiene el estudio-, que son muy sensibles a la variabilidad de los costes de producción, principalmente la energía y los costes laborales, si bien mantienen un parque móvil moderno, como resultado de las obligaciones impuestas por las Administraciones titulares de las concesiones.
Pues bien, y utilizando los ejemplos de Francia y de Alemania, tanto uno como otro país -subraya el informe- presentan una densidad de población superior a la española, además de una red ferroviaria mayor, lo que permite considerar este medio de transporte en una alternativa viable frente al autobús en estos países.
A mayor abundamiento, el análisis sosegado de la experiencia alemana y francesa, también pone de manifiesto -sostiene el IEE-, la producción de ciertos efectos claramente negativos que, de trasponerse en España conducirían a una distorsión y a un empeoramiento del sistema de transporte.
Recomendaciones de mejora
Así, y constatando unos resultados muy favorables sobre el modelo de colaboración público-privado español, tal y como refuerza la valoración del Eurobarómetro (Special Eurobrometer 457 Coach Service), el informe del Opinión del IEE concluye señalando que, aún así, y para mejorar este servicio, serían necesarias algunas mejoras.
Mejoras que van desde la renovación y duración de las concesiones; la mejora de pliegos y licitaciones; la revisión y aprobación de un nuevo mapa de servicios a nivel estatal y en plena coordinación con las redes autonómicas y con los principales agentes del sector a, la elaboración de uno o varios modelos de pliegos rectores de las concesiones. Modelos, que en sí, introduzcan medidas para la modernización de los servicios y la solución a los sempiternos problemas detectados (bajas temerarias, subrogación de plantillas y flotas, actualización de costes y revisión de tarifas, incentivos y penalizaciones, reducción de emisiones, etcétera).