Los latinoamericanos disparan un 67% su inversión en el sector inmobiliario en España
Esta inversión supone el 1,5% del total hasta septiembre, pero la tendencia es claramente creciente
Poco a poco, pero con paso firme. Así está siendo el crecimiento de la inversión latinoamericana en el sector inmobiliario español. El peso de esta inversión durante los nueve primeros meses de 2024 supone el 1,55% del total, con 125 millones de euros, según los datos de la consultora CBRE. Una cifra que es aún pequeña, pero que implica un crecimiento de la inversión del 67% con respecto al mismo periodo del año anterior, con un volumen total de inversión de 75 millones de euros y cuyo peso fue de 0,98%.
Analizando el volumen de transacciones de los nueve primeros meses de ambos años, en 2024 se ha multiplicado por 3,5 frente a 2023, según apuntan desde la consultora a THE OBJECTIVE. «Las cifras lo avalan y estamos viendo cada vez una mayor presencia de origen Latam en los volúmenes de inversión, si bien los volúmenes sobre el total son aún pequeños, pero la tendencia es claramente creciente», añaden fuentes de la consultora. En este periodo, el capital nacional, con el 55%, ha liderado el peso en 2024, seguido de lejos por EEUU con un 10% y Reino Unido con un 5%. La inversión estadounidense ha experimentado un retroceso del 15% con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 829 millones de euros.
En total, la inversión en inmobiliario en España registró en los nueve primeros meses de 2024 un volumen transaccionado de 8.054 millones de euros, lo que supone un incremento del 6% con respecto al mismo periodo del año anterior. El sector living (residencial) ha liderado la inversión durante los primeros nueve meses del año, concentrando el 31%. En segundo lugar, con un peso acumulado del 21% se encuentra el sector hotelero, ascendiendo su inversión a 1.715 millones de euros.
Aumento del interés
En los últimos años, el incremento de la inversión inmobiliaria por parte de latinoamericanos se ha centrado en el sector residencial. «Durante los dos últimos años, hasta junio, hemos visto un incremento constante de transacciones realizadas por compradores latinos, particularmente de origen mexicano, la mayoría de los cuales siguen residiendo en su país de procedencia», asegura a THE OBJECTIVE Óscar Larrea, CEO de la inmobiliaria Evernest en España. Muchos de estos compradores buscan en España una combinación de seguridad, estabilidad y calidad de vida que puede ser menos accesible en sus países de origen, debido a factores económicos o políticos, explica Larrea a este diario.
Es el caso de Madrid, que se ha convertido en los últimos años en un imán para compradores latinoamericanos, fundamentalmente de elevado poder adquisitivo. «Para muchas familias latinoamericanas, Madrid se está convirtiendo en el lugar ideal para establecerse. Con un creciente número de migrantes provenientes de países como Argentina, México y Colombia, la comunidad latinoamericana en Madrid está floreciendo», aseguran desde Savills.
Pero también es creciente el interés entre los estadounidenses de origen latino. La compraventa de vivienda de los ciudadanos de EEUU en España se ha incrementado un 12,7% en el primer semestre del año con respecto al mismo periodo del año 2023, según los notarios. Un interés que se podría acelerar tras la victoria de Donald Trump, según aseguran diversas fuentes del sector a THE OBJECTIVE, fundamentalmente por parte de estos colectivos.
Destacan los fondos
Según los datos de CBRE, si bien el peso del inversor privado se mantiene estable y supone el 16% del total de la inversión, los fondos de inversión se han mostrado de nuevo más activos, pasando de representar el 8% en 2023 al 17% en 2024. «A lo largo de este año, se ha equiparado el peso de inversores privados y fondos de inversión, tendencia que será continuista como consecuencia de la normalización de tipos y vuelta de operaciones de mayor envergadura», asegura Paloma Relinque, Head de Capital Markets en CBRE.
Desde la consultora esperan que en los próximos meses haya un aumento de la actividad debido a la reducción de los costes de financiación, lo que a la larga comprimirá las rentabilidades prime e incentivará la inversión. En cualquier caso, el principal riesgo continúan siendo los «conflictos armados y la intensificación del contexto geopolítico», apunta Relinque.