Para qué sirve la macroeconomía
‘El Gris Importa’ analiza la situación de Bolivia y la importancia de las decisiones macro
Bolivia se encuentra al borde de una crisis financiera, y ustedes pensarán: «¿Y a mí qué me importa?». Pues mucho, porque Bolivia fue el laboratorio en el que Íñigo Errejón y Podemos pusieron a prueba las políticas económicas que luego han intentado importar a España.
En descargo de Evo Morales hay que decir que no arruinó rápidamente a su país, como han hecho Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela. Al contrario. En 2017, una década después de que Morales llegara al poder, Bolivia era un 42% más rica. La pobreza había caído un 25% y la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, había caído del 0,6 al 0,46.
Una de las claves de este éxito inicial fue el establecimiento en 2011 de una paridad fija con el dólar. Esta renuncia voluntaria a la política cambiaria dotó de estabilidad y de fiabilidad a una economía que había sufrido un grave episodio inflacionista en los años 80, pero sobre todo abarató las importaciones, especialmente la de combustibles.
Lógicamente, para mantener esa paridad necesitas dólares, y para conseguir dólares, una de dos, o exportas o te endeudas. Respecto de las exportaciones, la principal fuente de divisas de Bolivia es el gas natural, pero su producción lleva declinando desde 2013. Aquel año alcanzó los 22.000 millones de metros cúbicos, pero en 2023 estaba por debajo de los 14.000 millones.
¿Qué ha ocurrido? Que Morales nacionalizó el sector en 2006, para que el pueblo, y no las codiciosas multinacionales, disfrutara de las plusvalías del gas. Y así lo ha hecho, pero olvidando que para que las plusvalías sigan fluyendo hay que invertir en nuevas explotaciones y en mantenimiento. Como no se ha hecho, Bolivia se ha encontrado con un abultado déficit comercial y, ¿cómo lo ha cubierto? Pidiendo prestado cada vez más. Si en 2011 la deuda pública suponía el 35,33% del PIB, en 2022 rondaba el 80%, y subiendo.
Es decir, que para conservar el favor popular, los gobernantes han antepuesto las ideas marxistas sobre la plusvalía a las enseñanzas de la macroeconomía, y ahora se encuentran en una situación diabólica. Porque si rompen la paridad con el dólar, el boliviano se va a ir al guano y va a provocar una hiperinflación; pero si aguantan, solo van a conseguir que la caída sea más dura, porque tarde o temprano se quedarán sin dólares y sin crédito y la devaluación que no quieren hacer ellos se la van a imponer los mercados.
¿Qué lecciones podemos extraer para España? ¿Para qué sirve la macroeconomía?
Sobre ello debaten Javier Díaz-Giménez, profesor del IESE, y Miguel Ors Villarejo, corresponsal económico de THE OBJECTIVE, en este nuevo episodio de El Gris Importa con el que despiden la temporada.