El 74% de los economistas prevé que los nuevos impuestos lastrarán la competitividad
Más del 50% de estos profesionales cree que las perspectivas de la economía podrían empeorar en los próximos meses
El 74% de los economistas que integran el Consejo General de Economistas -formado por más de 50.000 profesionales- prevé que la actual y la nueva presión fiscal, seguidas de los costes salariales que soportan las empresas, acabarán lastrando la competitividad del crecimiento económico. El paro, el acceso a la financiación y el previsible aumento del precio de la energía constituyen otros factores que también detectan como responsables de la pérdida de competitividad.
Así lo recoge el IV Barómetro Económico del organismo que preside el economista Valentín Pich, presentado este jueves ante los medios. Según el informe, más del 50% de los economistas cree que las perspectivas de la economía podrían empeorar en los próximos meses. Este barómetro se encarga de evaluar la percepción sobre la situación económica actual y futura a nivel personal, provincial, autonómico y nacional.
A corto plazo, el 51,2% de los profesionales considera que la economía podría empeorar en los próximos seis meses, mientras que solo el 16,7% prevé una mejora.
De la lectura del total de resultados se extrae que el 76,4% considera que su situación económica personal no ha cambiado en los últimos seis meses. Una percepción que es más alta entre los hombres (78,2%) que entre las mujeres (73,5%).
Por sectores, quienes trabajan en el sector público son los que se muestran más optimistas, un 29,4%. Por el contrario, los economistas del sector del comercio son los más pesimistas, con un 50% que anticipa un empeoramiento. Por edad, son los menores de 30 años los más pesimistas: un 88,9% anticipa un empeoramiento económico.
La preocupación por la competitividad
El Barómetro del CGE -valorado a THE OBJECTIVE por el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín- revela que cerca de la mitad de los economistas (48,7%) anticipa una disminución de su capacidad de ahorro en los próximos seis meses, mientras que el 40,6% cree que podría mejorar.
Respecto a la evolución del desempleo, la opinión mayoritaria de este semestre muestra una reducción en las expectativas de mejora, cuestión que preocupa extraordinariamente -reconoce el también presidente de la organización europea EFAA for SMEs a este medio- cuando ese desempleo afecta de una manera tan grave a la gente joven y los trabajadores de más de 45 años. Por sectores, los más optimistas son los empleados por cuenta ajena en el sector público -el 24,1% cree que el desempleo disminuirá- seguidos por los economistas del sector bancario (21,4%). Los desempleados muestran la percepción más pesimista: un 50% opina que el paro empeorará mucho y otro 25% cree que irá algo peor.
Además -subraya el IV Barómetro- las nuevas reformas e impuestos en sectores estratégicos como banca y energía se ven como un obstáculo para la competitividad por dos tercios de los economistas (66,7%). Este porcentaje resulta particularmente alto entre los trabajadores por cuenta propia (70,5%) y los empleados por cuenta ajena en el sector privado (63,3%).
La vivienda, el déficit y la inmigración
Durante la presentación del informe, el presidente del CGE, Valentín Pich, señaló que «aunque existen matices entre colectivos, los datos evidencian que sigue habiendo una percepción generalizada entre los economistas de que es imprescindible avanzar en un calendario claro de reformas estructurales y diseñar presupuestos alineados con la realidad social y económica percibida».
Pich remarcó que «es evidente que hay señales positivas a nivel macroeconómico, en un número claro de indicadores, pero aun así tenemos por delante retos sociales y económicos que hay que abordar, como la vivienda, la persistencia del déficit, la gestión de la inmigración y toda la política social de sanidad y asistencia a nuestros mayores».
Para finalizar, Pich resaltó que «este informe es una encuesta de opinión profesional con un marcado carácter técnico que viene a aportar un marco adicional en relación con el análisis que desde el CGE hacemos cada cuatrimestre a nivel del observatorio económico y financiero de datos concretos oficiales, lo que sin duda puede ayudar para el desarrollo de políticas públicas, así como en la toma de decisiones empresariales».
La clave del empleo de los jóvenes
Por su parte, Salvador Marín señaló que «a la luz de los datos sobre expectativas de mejora en el ahorro y el empleo, parece que sería conveniente diseñar políticas más inclusivas que impulsen tanto la inversión como el consumo a nivel microeconómico, ya que, si no se aplican medidas efectivas para fomentar la empleabilidad en sectores clave o en jóvenes, será difícil revertir esta tendencia».
Asimismo, destacó que «los datos recogidos en el barómetro nos indican que debemos trabajar en un equilibrio que permita fortalecer a las empresas, sobre todo en los aspectos que de forma recurrente señalan de presión fiscal y costes salariales, impulsando una cierta priorización en la solución de los mismos».