Internxt replica el ecosistema de Google y le da privacidad: los datos del usuario no se venden
La empresa valenciana de almacenamiento ‘cloud’, VPN y antivirus aspira a facturar 100 millones en 2030
Fran Villalba, CEO de Internxt. | Cedida
Se ha repetido hasta la saciedad y, sin embargo, siempre se suma una nueva voz al coro de admiradores de Juan Roig, el magnate de Mercadona y el impulsor de Lanzadera, la aceleradora/incubadora más popular de la Comunidad Valenciana. Fran Villalba, CEO de Internxt, no es una excepción: sin el concurso de Roig, opina, el ecosistema del emprendimiento digital valenciano no sería lo que es.
Su startup va bien: suma 1,5 millones de usuarios, en 2024 facturó 3,5 millones de euros y emplea actualmente a 33 profesionales. La propuesta es muy atractiva: Internxt constituirá a lo largo de este curso, cuando estrene un par de nuevos servicios, una alternativa integral al abanico de productos más prácticos de Google y Microsoft. Si hoy ofrece almacenamiento en la nube, aplicación de escritorio para VPN y antivirus, antes de finalizar 2025 sumará dos opciones más: las videollamadas (Meet) y el correo electrónico.
La gran diferencia entre lo que ponen sobre la mesa las big tech y lo que el equipo de Villalba cocina desde Valencia es relevante en estos tiempos de marasmo cibernético: «Google cifra tu información del lado del servidor y, por lo tanto, tiene la clave de desencriptación y puede vender esos datos a terceros. Con Microsoft y Amazon pasa igual». Todas ellas viven de comercializar las intimidades del ciudadano.
Internxt formula el planteamiento al revés: «Nuestros servicios están cifrados del lado del cliente, la clave sólo la guardas tú. Y además, fruto de una ayuda de 1,4 millones del CDTI [concedida el año pasado] hemos desarrollado algoritmos de encriptación poscuánticos que son mucho más resistentes y potentes para cuando la ciberdelincuencia tenga acceso a esos nuevos ordenadores que fabrican IBM, Fujitsu y otros».
¿Conspiranoicos o realistas?
Podría deducirse que Internxt, tan centrada en crear un oasis seguro, es cosa de conspiranoicos pero no seduce al público generalista. Villalba descarta que se trate de un producto de nicho. «Puedes almacenar en la nube fotos personales o documentos confidenciales. Puedes ser un freelance y recurrir a ese servicio para guardar facturas o contratos con clientes. Aquí tu información estará a salvo, protegida contra hackers y libre de filtraciones a terceras compañías».
Migrar no es un problema. La interfaz de Drive se asemeja mucho a la app homónima de Google y los entornos de trabajo para documentos y plantillas son igualmente parecidos. A cambio de una suscripción anual o de un pago único que acciona una licencia vitalicia, el cliente obtiene al menos un terabyte de memoria, copias de seguridad, autenticación de dos factores, VPN de alta velocidad y el antivirus. «No hemos reinventado la rueda. Cuando nace Tesla, sus coches no calzan ruedas triangulares. La gente está acostumbrada a usar estas aplicaciones y por eso las nuestras van en esa misma línea de diseño y funcionalidad», describe el emprendedor valenciano.
No se vende, se compra
Roig, Telefónica y varios fondos de EEUU y Reino Unido participaron en la ronda de cuatro millones levantada por la empresa a inicios de 2024. Villalba conserva el 75% del capital, pero los números son tan buenos que quiere recuperar la cuña cedida en el pasado. «Cada año nuestros ingresos crecen alrededor del 100% y nuestro objetivo es facturar 100 millones en 2030. Prestamos servicio a hospitales y universidades, organizaciones muy hackeadas y que pueden pasar serias dificultades ante esos ataques, pero también somos proveedores (y patrocinadores) del Levante UD y trabajamos con PC Componentes. ¿Por qué quiero recuperar las acciones cedidas con la ronda? La soberanía no sólo pasa por que Europa invierta aquí, sino porque las empresas locales no se vayan fuera ni sean vendidas a conglomerados extranjeros».
