Sorpresa en la banca: las hipotecas se recuperan antes y ya crecen un 14%
Las entidades no esperan una reactivación potente de las operaciones hasta al menos la segunda mitad del año
Sorpresa positiva en la banca. Las hipotecas se han recuperado antes de tiempo y la nueva concesión crece ya algo más de un 14%. Las entidades, que a lo largo de todo 2023 sufrieron desplomes en esta actividad por la subida de los tipos de interés, no esperaban que hasta la segunda mitad de 2024 la reactivación potente de este negocio fuera un realidad.
Los datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco de España reflejan un fuerte avance en los importes de los créditos para la adquisición de una vivienda tanto en enero como en febrero, los dos primeros meses del presente ejercicio. En enero el aumento fue de un 12% en tasa interanual, mientras que en febrero del 14,1%.
Hay que tener en cuenta que en la recta final del año pasado los bancos empezaron a ver una mejoría en los flujos de demanda por parte de los particulares, una vez que la política monetaria restrictiva del BCE iba tocando a su fin, como así sucedió. Así, por ejemplo, en diciembre el descenso de las hipotecas apenas fue relevante al descender los saldos formalizados un 1,2%.
En el sector aún muestran su prudencia, ya que esta aceleración puede ser puntual debido a la bolsa de demanda creada principalmente la primera mitad de 2023 ante la escalada de los tipos de interés. Muchas familias estaban esperando a comprar una casa y pedir un crédito para ello hasta ver despejado el panorama. Eso sí, las fuentes consultadas por este periódico, señalan que las cifras más recientes apuntan a que el vigor en la concesión sigue presente.
En enero las hipotecas otorgadas por la banca alcanzaron los 4.600 millones, mientras que en febrero llegaron a los 4.562 millones. En el conjunto del ejercicio pasado, los importes se quedaron en 56.242 millones, tras registrar una caída del 13,7%.
Para los bancos los préstamos para la compra de viviendas son fundamentales. Primero, porque suponen la mitad de las operaciones. Y segundo, porque a través de ellas captan clientes vinculados al llevar las hipotecas aparejada la contratación de otros productos (seguros, fondos de inversión, tarjetas, etc.).
La recuperación adelantada de este negocio coincide con la bajada del euríbor, aunque en últimamente ha frenado su hundimiento ante el retraso hasta junio de la primera disminución en los tipos oficiales por parte del BCE, que ha dejado claro que hasta entonces no moverá ficha ente la incertidumbre sobre la evolución de la inflación.
Gracias a esta relajación en el indicador, los bancos han podido llevar a cabo una merma en el precio de las hipotecas. La tasa reclamada en los nuevos préstamos ha caído hasta el 3,82%. En septiembre alcanzó sus máximos al tocar el 4,11%, incluyendo todo tipo de comisiones. Esto supone un abaratamiento del 7%. El euríbor cotiza en la actualidad en torno al 3,63%.
A partir de ahora las entidades confían en que poco a poco estos tipos vayan retrocediendo y que la actividad vaya cogiendo velocidad. Pese a ello, algunos grupos no esperan que a lo largo de 2024 la concesión vaya a crecer de manera significativa ante las dudas sobre la economía y la inestabilidad política.
El cambio de coyuntura en el precio oficial del dinero no solo están impulsando la demanda, sino que ha devuelto a la primera fila de la guerra comercial de los bancos las hipotecas fijas, un producto que el sector intentaba relegar por el avance abrupto de los tipos. A finales del año pasado el sector se había preparado para moderar de manera clara los intereses. Aunque con anterioridad, algunas entidad habían realizado en meses anteriores ante el giro en el escenario, como el el Santander y el Sabadell.
Otra de las consecuencias de la nueva realidad es una contracción considerable en la amortizaciones de los préstamos antiguos, tras la ola del último año y medio. Entre octubre de 2022 y octubre de 2023, según los datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), las familias rebajaron el importe de sus préstamos para vivienda pendientes de pago en 73.569 millones de euros. Un volumen que es un 20,3% superior al de los doce meses precedentes. Con ello, el saldo total de las hipotecas bajó a mediados del ejercicio pasado del medio billón por primera vez desde 2006.