BBVA remunera un 11% mejor los depósitos que el Sabadell, pero cobra más por sus créditos
La política comercial puede ser clave en la opa hostil, ya que una parte relevante de accionistas del catalán es cliente
La oferta pública de adquisición de acciones (opa) con carácter hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell tendrá como grandes protagonistas a los clientes del banco catalán, ya que conforman una parte importante de su capital. Siendo así claves para el éxito o el fracaso. Por tanto, además de la propuesta económica para la absorción -que se ha establecido por ahora a través de un canje de títulos y sin pago de efectivo-, la política comercial podría influir en la decisión que adopten los inversores particulares de la entidad vallesana a la hora de fijar su postura y vender al grupo vasco.
Cuando se produce una absorción o una integración, como es el caso, el comprador impone su estrategia de productos, servicios y tarifas, algo que suele provocar una fuga de clientes. Los datos recopilados por THE OBJECTIVE reflejan que BBVA está pagando más de media por los depósitos en España que el Sabadell, aunque también está cobrando más por los préstamos que tiene otorgados.
Ningún gran banco español ha estado a la cabeza de la remuneración de las imposiciones y las cuentas a la vista en nuestro país desde que el BCE empezó a elevar los tipos oficiales. Todos ellos han limitado mucho la retribución por el dinero de los usuarios, algo que provocó una airada crítica por parte del Gobierno y que ahora está entre los argumentos de La Moncloa para rechazar la opa de BBVA, ya que, a su juicio, los bajos intereses se deben al nivel excesivo de concentración en el sector. Con la oferta sobre el Sabadell, el Ejecutivo piensa que la competencia financiera será aún menor.
Las cifras, a cierre del primer trimestre de este año, indican que la entidad presidida por Carlos Torres abonaba a empresas y particulares un 0,91%, frente al 0,82% de la firma liderada por Josep Oliu. Es decir, BBVA ofrece una tasa un 11% superior que el Sabadell. El conjunto del sector, gracias sobre todo a los bancos digitales y de pequeño tamaño, desembolsaba en marzo unos tipos del 2,04% para los depósitos a plazo y un 0,19% para el ahorro a la vista. El euríbor, tras el frenazo en su caída, cotiza en la actualidad al 3,6% ante las expectativas de que el BCE será prudente en la bajada del precio oficial del dinero.
La abrupta subida de los tipos desde la invasión de Ucrania ha llevado, por contra, a un encarecimiento sustancial de los préstamos. BBVA ha logrado que el interés de su cartera de créditos se eleve al 4,35%, mientras que el Sabadell ha conseguido situarlo en el 3,95%. De esta manera, el banco vasco cobra un 10% más que la entidad que pretende absorber.
De los algo más de 205.000 accionistas que tiene el Sabadell, unos 80.000 son además usuarios del mismo, por lo que serán determinantes para el resultado de la oferta hostil emprendida por el competidor. Aunque muchos analistas consideran que BBVA debería mejorar las condiciones, incluyendo incluso una parte en efectivo, hay otros que señalan que es atractiva.
Además, algunos ponen en valor las ventajas estratégicas que supondrá la fusión para BBVA, entre ellas la política comercial. Así, desde Scope destacan que la integración proporcionará al grupo presidido por Torres «una mayor poder de fijación de precios», además de otra serie de beneficios, como la creación de una franquicia nacional más completa que combina la fortaleza de BBVA en el sector minorista con el enfoque de Sabadell en las pymes, un mayor presupuesto para desplegar en capacidades digitales y ESG, una división geográfica más equilibrada entre mercados desarrollados y en desarrollo, y oportunidades significativas de sinergias de costes derivadas del solapamiento de las redes de distribución». «El potencial de mayor rentabilidad, respaldado por las sinergias de costes previstas, hace que la adquisición resulte atractiva para los accionistas», resalta.
Los rivales de ambos bancos ya se han preparado para intentar captar clientes, que podrían llegar antes de lo previsto por las luchas existentes al tratarse de una operación hostil. Se estima que en torno a un millón de usuarios de la entidad resultante podrían irse a otros competidores si finalmente la oferta tiene éxito. El futuro BBVA, si concluye la absorción del Sabadell, tendrá en nuestro país unos 17 millones de particulares y empresas a las que ofrecerá sus servicios.