De ING a Bunq: los bancos digitales revolucionan sus cúpulas en España
Las principales entidades ‘online’ están cambiando a sus máximos responsables, con fichajes incluidos

Cartel de ING en uno de sus edificios | Europa Press
Los bancos digitales que operan en nuestro país están llevando a cabo una profunda revolución en sus cúpulas directivas. Incluso se están robando ejecutivos para acelerar su crecimiento y aprovechar el terreno de juego que ha dejado la batalla que libran BBVA y el Sabadell por la oferta pública de adquisición de acciones (opa) con carácter hostil. Un campo que permite quedarse con una parte de sus clientes y de su negocio.
En lo que llevamos de año, varias de las entidades online más significativas han cambiado sus principales responsables en España. La última, según la información recabada por THE OBJECTIVE, ha sido Bunq. El segundo mayor banco digital de Europa ha designado este mes de julio a Aldo Montolio Careaga como su representante legal permanente, un cargo que hasta la fecha ostentaba Eugenio Corell Egea. El nombramiento ya ha sido registrado.
Bunq, cuya matriz se ubica en Países Bajos, experimentó un crecimiento espectacular en 2023 en España gracias a las cuentas remuneradas y a los depósitos. Entonces duplicó su base de usuarios y elevó su negocio un 700%, dando así un empuje a su actividad, que se inició en 2021, cuando desembarcó en la península.
El cambio de Bunq coincide en el tiempo con el fichaje que ha efectuado N26. Este ha anunciado recientemente que Antón Díez Tubet será su nuevo director general en España. Procede de Trade Republic, otra entidad digital que ha apostado por el mercado nacional como estratégico. Este última tendrá ahora que designar a un nuevo responsable.
La reestructuración de la cúpula también ha llegado a ING. Y en su caso, ha sido muy profunda. El banco naranja, el que tiene una mayor trayectoria en nuestro país, ha anunciado la salida de Almudena Román, directora de desarrollo de negocio y su ejecutiva más veterana. Su marcha se produce meses después de que la entidad nombrara a Alfonso Tolcheff como consejero delegado de la filial para España y Portugal, tras haber llegado a cabo un proceso de selección motivado por la salida del anterior responsable, Ignacio Juliá, al Santander el pasado otoño.
Los bancos digitales aprovecharon al máximo la abrupta subida de los tipos de interés por parte del BCE tras la guerra de Ucrania y lanzaron depósitos y cuentas con alta remuneración. Entonces, las entidades tradicionales y más grandes decidieron no elevar las tasas pagadas, lo que provocó que muchos particulares llevaran parte de su dinero a los jugadores que operan exclusivamente por móvil o internet.
En 2023, estas firmas llegaron incluso a cuadruplicar su negocio. Sin embargo, la bajada de los tipos oficiales y el euríbor han frenado la escalada, e incluso en el segundo trimestre de 2024 ya empezaron a perder cuota en depósitos, una situación que no se daba desde el verano de 2021.
El avance de los bancos digitales tuvo sus efectos en las entidades más tradicionales, que vieron perder ahorro de los clientes. Ibercaja lideró las retiradas, con una caída del 9,4% en 2023, mientras que el Sabadell sufrió un descenso del 2,2%. Por su parte, Unicaja registró una caída del 1% en el saldo gestionado. Los tres gigantes –Caixabank, Santander y BBVA-, por contra, lograron hacer frente y consiguieron aumentos.
Los bancos digitales tienen casi el 5% de las imposiciones a la vista y a plazo de los españoles. Y todos ellos cuentan con planes de crecimiento, algunos muy ambiciosos. La pelea entre BBVA y el Sabadell ha abierto una oportunidad para que puedan cumplir con sus expectativas, aunque la prohibición de que el vasco integre al catalán en tres años va a mermar las posibilidades hasta entonces o al menos retrasarlas hasta 2028, cuando se pueda materializar la fusión.
La integración de dos entidades siempre genera oportunidades para el resto. En el caso de BBVA y el Sabadell se calcula que está en juego en torno a un millón de clientes de ambos bancos, un volumen que ha incentivado la batalla comercial en todo el sector desde hace meses. Ninguna entidad, tampoco los bancos digitales, quiere perder un momento tan propicio, por lo que todo el sistema está al acecho para capturar usuarios y negocio. El vasco y el catalán son el tercer y el cuarto grupo financiero de nuestro país, respectivamente.