Los consejos de la abuela para ahorrar al hacer la compra en el supermercado
Comprar a diario, apostar por la comida casera o ir al supermercado con una buena lista, son algunos de los trucos de abuela que te permitirán ahorrar en el día a día.
En el contexto económico actual, marcado por el desabastecimiento y la subida de precio en los supermercados, llenar la cesta de la compra se ha convertido en una tarea cada vez más cara. Así, de repente te das cuenta de que un día eres joven y al día siguiente estás pensando métodos para no dejarte los ahorros a la hora de colmar la despensa. Es en ese momento de desesperación cuando todos acudimos al amparo de nuestros mayores porque está claro que siempre saben más.
Los abuelos siempre han sido y serán un ejemplo de economía doméstica. Así lo han demostrado a lo largo de toda su vida, en la que han sido capaces de superar crisis aprovechando todos los recursos disponibles que tenían en su mano para cubrir las necesidades de sus familias.
Desde THE OBJECTIVE te traemos los trucos que siguen nuestros abuelos para llegar a fin de mes y aprovechar al máximo el capital sin consumir de más.
Comprar poquito a poco y a diario te hará ahorrar
En los últimos años, la sociedad del siglo XXI ha adoptado el hábito de acudir al supermercado una vez a la semana para hacer una compra de grandes proporciones que dure varios días. Sin embargo, esto es algo que los abuelos jamás harían. La mayoría de ellos optan por acudir a diario al mercado para comprar productos frescos que vayan a ser consumidos en un tiempo prudencial. Es decir, el truco está en comprar poco y con frecuencia. De esta manera no solo nos limitamos a comprar lo estrictamente necesario, sino que también evitamos que la comida caduque y acabe en la basura.
A pesar de que este habitado puede ser complicado de compaginar con la vida laboral, lo cierto es que es bastante más factible que el hecho de hacer una gran compra mensual. De no poder darse esta situación idónea, el truco sería fijarse una pequeña cantidad de dinero cada vez que vamos a la compra para evitar comprar de más y dejarnos de caprichos innecesarios.
Evitar el desperdicio de alimentos
Cada año acaban en la basura 1.300 millones de toneladas de comida, el equivalente a un tercio de la producción total, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Esta cifra afecta al 20% de los productos lácteos al 35% del pescado, al 20% de la carne de vacuno o al 45% de las frutas y verduras que habitan en el mercado.
Sin embargo, en este contexto de desperdicio, nuestros abuelos juegan un papel muy pequeño, pues intentan aprovechar al máximo los alimentos que ya poseen. Ensaladas, revueltos, croquetas, arroz, pasta… Son algunas de las elaboraciones que admiten toda clase de ingredientes sin el menor esfuerzo. Cuanto más partido se saque a las sobras, menos se acude al supermercado para adquirir nuevos productos.
Elaborar una lista previa antes de acudir al supermercado
Se trata de una costumbre básica y más que necesaria para ahorrar, pues gracias a su ayuda podremos evitar caer en tentaciones. En la lista de la compra deberán figurar los alimentos que se necesitan para las comidas del día para ceñirnos, únicamente, a los productos apuntados.
Con este truco podrás ahorrar hasta un 25% del gasto mensual en el supermercado, cerca de 100 euros al mes. Eso sí, para asegurarse de que no cae en el carrito ningún producto ajeno a la lista, lo mejor es evitar ir a comprar con hambre, porque esta nublará tu juicio y terminarás llevándote más alimentos de los necesarios.
El secreto está en la variedad
Una de las cosas que más caracteriza a los abuelos es que no suelen hacer la compra en un sitio concreto, sino que saben a la perfección en qué establecimiento está cada producto mucho más barato. Si lo que queremos es apretarnos el cinturón, conviene estar al día de las mejores ofertas y tener al menos tres supermercados en los que comprar en función de nuestras necesidades. Aunque también hay que estar atento para no caer en las ofertas que no se necesiten.
La mayoría de los supermercados publican sus ofertas en la web para que los clientes las conozcan previamente y puedan planificar la compra en función de ellas.
Lo más sano es siempre lo más barato
Di adiós a los alimentos envasados y congelados, restan salud y malgastas el dinero. La comida casera es mucho más barata que aquella hecha con productos precocinados, además de ser mucho más rica y saludable. Estos tres motivos deberían ser suficientes para llenar la cesta de la compra de frutas, verduras, legumbres o cereales.
Es cierto que este tipo de platos requieren de más trabajo y dedicación, pero con una buena organización, el ahorro está servido.
Ojo con los tickets de la compra
Aunque muchos olvidamos el ticket en la caja del supermercado o simplemente lo tiramos, nuestros abuelos siempre se han mostrado muy concienciados con la importancia de los recibos de compra. Son el método perfecto para revisar que todo están en orden y que no se te ha cobrado ningún producto de más. Además, el ticket también sirve para comparar el precio de la compra en distintos establecimientos o descubrir cómo los alimentos han ido subiendo de precio.