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La técnica perfecta para cascar los huevos y evitar salmonelosis

Según los expertos, debemos abandonar la costumbre de abrir los huevos usando el canto de un recipiente o la encimera si queremos evitar la salmonella

La técnica perfecta para cascar los huevos y evitar salmonelosis

Huevos frescos.

La infección por salmonella es uno de los peligros que se derivan del consumo de huevo. Según datos de Medlineplus, en Estados Unidos es la causa más común de las enfermedades transmitidas por alimentos.

La salmonela está presente en las aves crudas, los huevos, la carne vacuna y, algunas veces, en las frutas y vegetales sin lavar. También se puede encontrar tras manipular mascotas, especialmente reptiles como las serpientes, tortugas y lagartos.

Plato con huevos cocinados
Plato con huevos cocinados

Síntomas de la salmonelosis

Los síntomas suelen permanecer entre cuatro y siete días. Lo habitual es que los pacientes mejoren sin tratamiento aunque en algunos casos, especialmente en personas de riesgo como mayores, niños o enfermos crónicos, pueden requerir un tratamiento con antibióticos.

Los síntomas más habituales son:

  • Fiebre
  • Diarrea
  • Cólicos abdominales
  • Dolor de cabeza
  • Pueden presentarse náuseas, vómitos y pérdida de apetito

La fiebre tifoidea es la enfermedad más peligrosa causada por la bacteria de la salmonella. No es muy común en los países del primer mundo, pero sí se da con frecuencia en los países que se encuentran en vías de desarrollo.

Huevos y salmonelosis

Los huevos frescos, aun los que tienen cáscaras limpias y sin ninguna imperfección, contienen la bacteria conocida como Salmonella. Existen regulaciones para impedir la contaminación de los huevos en la granja y durante el transporte y el almacenamiento, pero los consumidores también tienen un papel importante para prevenir las enfermedades vinculadas con los huevos.

Consejos para prevenir una infección por salmonelosis

  • A la hora de comprar huevos, hay que comprobar que ninguna cáscara este rota ni rayada.
  • No colocar los huevos en la puerta del frigorífico para evitar las variaciones constantes de temperatura. Si dejamos los huevos en la puerta, aparecerán gotas por condensación. Si el agua está contaminada es muy probable que atraviese la cáscara ya que funciona como una barrera porosa. Y finalmente, se acabará contaminando el interior del huevo.
  • Colocar los huevos en su caja original dentro del frigorífico para evitar contaminar otras superficies (como las hueveras que incorporan algunas neveras)
  • Lo ideal es colocar la caja de huevos en las baldas superiores del frigorífico donde la temperatura se mantiene constante.
  • Es importante lavarse las manos y los utensilios que hayan entrado en contacto con el huevo para evitar que contaminen otros alimentos o superficies.
  • En caso de tener que lavar los huevos, hay que hacerlo inmediatamente antes de cocinarlo. La cáscara al ser porosa, absorberá toda la suciedad del exterior al enjuagarlo con agua. Por ello, hay que limpiarlo y automáticamente después, abrirlo.

Uno de los errores más frecuentes que comete el consumidor es la forma en la que se cascan los huevos. Lo más habitual es hacerlo con el canto de un recipiente o en la misma encimera. Sin embargo y rompiendo con las tradiciones, no es la forma más segura de hacerlo.

¿Cuál es la técnica ideal para cascar un huevo y evitar que se contamine?

Mario Sánchez (@SefiFood), tecnólogo alimentario y divulgador científico ha compartido con sus casi quince mil seguidores en sus redes sociales la técnica perfecta para cascar los huevos. Según el experto «uno de los errores más habituales que cometemos en casa, por desgracia, es eso de cascar el huevo en la encimera o en cualquier superficie como un bol o como el borde de una sartén que luego no van a recibir un tratamiento térmico suficiente que garantice matar patógenos».

https://twitter.com/SefiFood/status/1598622851241807872?s=20

El tecnólogo propone varias alternativas para cascas huevos sin correr el riesgo de que se contamine.

La primera opción es cascarlo con una o dos manos evitando dar un golpe previo al estilo de los chefs y expertos de alta cocina. Sin embargo, no es lo recomendable para personas que no tengan esta habilidad ya que la cáscara podría romperse en trozos más pequeños y terminar por contaminar la parte comestible.

La otra alternativa es algo más sencilla. Se basa en cascar el huevo en la encimera, pero colocando una servilleta o papel de cocina que evite que la cascara toque la encimera directamente.

En ambos casos, hay que lavarse las manos después para cerciorarnos de no contaminar otros utensilios o alimentos de la cocina.

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