Galán advierte de que cerrar las nucleares en España disparará el precio de la luz un 30%
El presidente de Iberdrola insta al Gobierno a ser «pragmático» y evitar el «gran error» de Alemania
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán. | David de Haro / Europa Press / ContactoPhoto
El presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha advertido de que el cierre de las centrales nucleares en España provocará un incremento de hasta un 30% en el precio de la electricidad para los consumidores. Así lo ha afirmado en una entrevista concedida al Financial Times, en la que insta al Gobierno a evitar repetir el «gran error» que, en su opinión, cometió Alemania al desmantelar su parque nuclear.
Galán señala que si el Ejecutivo mantiene su plan de clausurar los siete reactores nucleares en funcionamiento antes de 2035, los españoles pagarán «precios mucho más altos» y contarán con un sistema «menos fiable». «¿Podemos los europeos permitirnos renunciar a esos recursos energéticos naturales solo por ideología, o tenemos que ser pragmáticos, como los americanos?», ha planteado el directivo durante la entrevista.
El análisis realizado por Iberdrola basado en informes de PwC y Metyis indica que el cierre de las plantas nucleares en España generaría un aumento del precio mayorista de la electricidad de 37 euros/MWh, lo que se traduciría en subidas del 23% en los recibos domésticos y de pequeñas empresas, y del 35% en el caso de la industria. «Los españoles pagarán por ello. Si las centrales cierran, tenemos análisis que muestran que los precios del retail aumentarán en el rango del 25 al 30%», ha precisado Galán.
Cambio internacional sobre el debate de la energía nuclear
El presidente de Iberdrola ha defendido que el debate internacional sobre la energía nuclear ha cambiado en los últimos años. Países como Estados Unidos, Bélgica o Japón ya han iniciado procesos para prolongar la vida útil de sus reactores nucleares ante el aumento de la demanda eléctrica y la necesidad de garantizar el suministro. En Alemania, el líder de la CDU, Friedrich Merz, se ha comprometido a explorar la posibilidad de reactivar las tres plantas que se cerraron en 2023. «Técnicamente, todo es posible… pero al final es una cuestión de si merece la pena el esfuerzo», ha advertido el consejero delegado de RWE, Markus Krebber.
En España, la hoja de ruta para el cierre nuclear se mantiene intacta, pese a las crecientes discrepancias en el sector energético. El calendario de clausura escalonada, pactado en 2019 por Iberdrola, Endesa y Naturgy bajo presión del anterior Gobierno socialista, comenzará en 2027 con el cierre del primer reactor de Almaraz. Sin embargo, en los últimos dos años, los máximos responsables de Iberdrola y Endesa han reclamado públicamente revisar el plan y prolongar la operación de las centrales.
«Efecto perjudicial» de apagar el parque nuclear español
Galán ha señalado de que apagar el parque nuclear español tendrá «un efecto perjudicial sobre la fiabilidad de la red», con un aumento del número de restricciones y de la posibilidad de cortes de suministro. No obstante, el Gobierno español ha mantenido su rechazo a modificar el calendario de cierres, argumentando que la lógica económica favorece las renovables. La ministra de Energía, Sara Aagesen, declaró la semana pasada que el Ejecutivo está en diálogo con las compañías, pero aclaró que «por el momento no hay noticias, ni ninguna solicitud formal de las empresas para modificar el calendario nuclear».
El Foro Nuclear, la patronal del sector, ha exigido que sea el Gobierno quien dé el primer paso cancelando las órdenes ministeriales de cierre para los reactores de Almaraz. España es ya uno de los líderes mundiales en energía eólica y solar, con el objetivo de alcanzar el 81% de electricidad renovable en 2030.
