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Macroeconomía

La fuga de empresas de Cataluña se multiplica por cuatro en los primeros seis meses del año

El saldo neto de salidas de la región se disparó hasta las 190 sociedades entre enero y junio de este año

La fuga de empresas de Cataluña se multiplica por cuatro en los primeros seis meses del año

Marta Rovira, secretaria general de ERC), acompañada de Pere Argonès, actual presidente de la Generalitat. | Kike Rincón, Europa Press.

La fuga de empresas de Cataluña sigue batiendo récords y se acelera a niveles nunca vistos desde 2018, en plena estampida por los negativos efectos del procés independentista en la economía. La Estadística Mercantil del segundo trimestre de 2024 elaborada por Registradores de España, y cribada por THE OBJECTIVE, confirma que entre enero y junio se produjo una salida neta de 190 empresas de la región, el periodo que coincide con las negociaciones por la ley de amnistía y las dificultades para formar gobierno tras las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo.

El dato de salidas netas de empresas (la suma de las compañías que se dan de alta menos las que se dan de baja) casi cuadruplica las 49 que se registraron en el primer semestre de 2023, cuando la situación institucional parecía estar normalizada y el Govern de Pere Aragonès todavía no se veía amenazado. En lo que va año se han marchado 495 compañías por las 305 que se han establecido en la región, mientras que hace un año se fueron 489 y entraron 440.

La cifra es además la más alta desde el primer semestre de 2018 -en plena fuga de empresas por el procés– cuando se produjeron 1.799 salidas netas y está muy lejos del saldo negativo de 117 sociedades que se marcharon entre enero y junio de 2022, las 173 de 2021, las 85 de 2020, o las 88 de 2019. Las fuentes empresariales consultadas indican que no es casualidad que esta cifra crezca exponencialmente este 2023 y consideran que está directamente relacionada con el aumento de la inestabilidad política de Cataluña.

Salidas del primer trimestre

De hecho, advierten que los datos demuestran que al efecto salida, donde las empresas catalanas buscan una nueva sede, se ha sumado la reticencia de empresas de fuera de la región por establecerse en sus ciudades, lo que refleja la inestabilidad que se transmite al resto de España y que frena que se puedan producir nuevos traslados. Cataluña es cada vez menos relevante como polo de atracción empresarial, dicen las fuentes consultadas.

Y es que la región lidera con diferencia el cambio de sede de las empresas en España. Entre las autonomías con saldo positivo (donde entran más empresas que las que se van), lidera la Comunidad de Madrid con 198 sociedades en el primer semestre, casi las mismas que ha perdido Cataluña; seguida de la Comunidad Valenciana con 91 altas. En la parte negativa, País Vasco registra 51 empresas menos en el periodo.

Este diario ya publicó que la fuga de empresas de Cataluña en el primer trimestre (84 salidas como saldo neto) abonaba el terreno a un segundo trimestre con cifras incluso peores, algo que finalmente se ha cumplido con 106 salidas. Las fuentes consultadas indican que si es que no se soluciona pronto la gobernabilidad de Cataluña y si se repiten elecciones, los datos seguirán cayendo en la segunda parte del año, consolidando el peor curso desde los meses del desafío independentista.

Nuevo referéndum

El tejido empresarial catalán -y el español- percibe que la clase política está muy lejos de enterrar el 'procés' y que las concesiones que se han dado desde que Sánchez fue investido en noviembre del año pasado han generado un nuevo caldo de cultivo para mayores demandas independentistas. Los empresarios indican que la aprobación de la ley de amnistía, lejos de colmar las expectativas de los separatistas y de lograr la concordia que proclama el Gobierno, ha dado impulso a nuevas demandas.

Tanto Esquerra Republicana (ERC) como Junts ya hablan de un nuevo referéndum de autodeterminación, lo que genera una gran incertidumbre entre los empresarios, y en especial en las pymes, respecto de los nefastos efectos que en la economía y en sus empresas tendría otro desafío independentista. Las mismas razones que llevaron a registrar un saldo de 3.338 salidas de empresas entre 2017 y 2018.

Esta situación se ha agravado tras las elecciones del 12 de mayo ya que pese a la mayoría del candidato del PSC, Salvador Illa, Carles Puigdemont (Junts) ha insistido en formar gobierno con ERC, aunque no logran sumar los votos necesarios. El reloj ya se ha activado y si a finales de agosto no se presenta un candidato con los suficientes apoyos se repetirán las elecciones, aumentando la incertidumbre política, pero también económica.

Carles Puigdemont, candidato de Junts a la Generalitat de Cataluña (Agencias).
Carles Puigdemont, candidato de Junts a la Generalitat de Cataluña (Agencias).

Elecciones de Cataluña

La única opción para el PSC -y para el PSOE en Madrid- es que Illa logre convencer a ERC de que le apoye en su investidura, aunque para ello deberán ceder una "financiación singular" para Cataluña que, entre otras cosas, pasa por ceder la totalidad de los impuestos que se recaudan en la región y por condonar la deuda histórica de la comunidad autónoma.

Demandas que -dicen los empresarios consultados- no harán más que dar un nuevo brío a los independentistas y argumentos para intentar retomar su desafío independentista. En el mejor de los casos, el Gobierno de Illa será inestable ya que tendrá la amenaza de ERC y Junts con poder para presionarlo tanto en Cataluña como en Madrid. Una situación que podría generar un Govern corto al igual que todos los que se han constituido desde la huida de Puigdemont en 2017.

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