El Gobierno cambia el pliego del megaconcurso de 'telecos' tras las protestas de Vodafone
Los lotes pasan de tres a cuatro y el valor total se reduce hasta los 382 millones de euros
El Ministerio de Transformación Digital ha modificado las bases reguladoras del megaconcurso de servicios de telecomunicaciones para toda la Administración central por valor de 382 millones de euros. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, la principal novedad es que se amplía el número de lotes (pasa de tres a cuatro) y se separa el de comunicaciones corporativas del de redes fijas y móviles, precisamente un planteamiento que había sido protestado por Vodafone tras conocer los pliegos iniciales.
Desde hace una década el Estado centraliza todas las comunicaciones fijas, móviles y de datos en un solo contrato, para buscar sinergias y mejores precios. Es así como todo se tramita a través de la Junta de Contratación y del CORA (Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas). Este tercer contrato que se lanzó en junio incorporaba la novedad de licitar el servicio de centros de datos por primera vez en la administración, por lo que se aumentó la dotación desde los 240 millones de euros de 2019 -aunque finalmente la adjudicación se realizó por valor de 184 millones de euros sin IVA- por encima de los 400 millones.
Sin embargo, las bases corregidas en septiembre reducen el valor del contrato, que pasa desde los 401 millones previstos inicialmente a los actuales 382 millones de euros. Del mismo modo, también se ha ajustado el valor de los ahora cuatro lotes y el primero de ellos se ha fraccionado en dos, pasando desde los 254 millones unificados hasta los actuales 115 y 120 millones, respectivamente, 235 millones en total.
Réplica de Vodafone
Mediante una corrección a los pliegos iniciales, a través de un «anuncio de información previa con reducción de plazos», el Gobierno ha rectificado y ha separado los lotes en busca de una mayor competencia en el sector. En las condiciones iniciales existían solo tres lotes: red nacional, que cubría las redes multiservicio de datos, telefonía fija y comunicaciones móviles a nivel nacional; red Internacional, para las necesidades de la Red Internacional de la Administración General del Estado; y servicios de Interconexión de Centros de Proceso de Datos, Seguridad e Internet.
En el anterior contrato de 2019 -que no incluía centros de datos- se separaban los contratos corporativos y fijos de los móviles-, pero en este mes de junio la nueva licitación los unificaba. Para la mayoría de las operadoras de telecomunicaciones, este movimiento atentaba contra la competitividad del concurso, ya que consideran que se privilegiaba a Telefónica con más posibilidades de quedarse con este megacontrato, en detrimento de otras opciones que se quedaban sin lotes alternativos.
De hecho, desde algunos sectores -Vodafone terminó elevando una protesta al Ministerio de Transformación Digital– se indicó que estábamos ante una tendencia que se repite de forma sistemáticamente en los últimos tiempos, donde la Administración General del Estado volvía a un modelo de hace diez años, con pliegos muy dirigidos, que reducían la posibilidad de competir por parte de los operadores, y que no favorecían ni la innovación, ni la eficiencia en costes. Se advirtió de la existencia de ofertas integradoras o lotes únicos que dificultaban que gane otra empresa que no sea la actual adjudicataria de los servicios, en este caso Telefónica.
Contrato de 2019
En esta línea, los nuevos pliegos amplían el concurso hasta los cuatro lotes: red nacional (corporativa) por 114,8 millones, red fija y móvil por 120, centros de datos con 103,9 millones y red internacional con 68,2 millones de euros. Una nueva distribución que aumenta la competitividad y que favorece que Vodafone y MasOrange puedan optar a alguno de los contratos y compartir el CORA con Telefónica.
En los nuevos pliegos se mantienen las características básicas del contrato, es decir que su ejecución comience a partir de marzo de 2025, con un periodo estimado son 45 meses. Las empresas adjudicatarias deberán proveer y gestionar los servicios de voz y datos necesarios para las entidades previstas: la troncal de comunicaciones de la Red SARA, que interconecta a todas las administraciones públicas españolas, como ministerios, comunidades autónomas y, a través de éstas, los entes locales, órganos constitucionales, entes singulares y ventanillas únicas empresariales.
En 2019, los ganadores del concurso fueron Telefónica, que se adjudicó los lotes de fijo (123 millones) e internet (11 millones), mientras que Vodafone se adjudicó las comunicaciones móviles por 10,3 millones y BT con las comunicaciones internacionales por otros 40 millones de euros. Estas cifras no incluían IVA con un contrato de cinco cursos a partir de 2020 y hasta finales de este 2024. La gran sorpresa de esta adjudicación, en relación con la de 2015, fue la irrupción de Vodafone, que se quedó con las comunicaciones móviles, hasta entonces en manos de Telefónica.