La empresa pública ADIF exige saber catalán, gallego o euskera para ser su 'dircom'
El puesto se consolida como empleo público, es de alta dirección y estará remunerado con 103.000 euros anuales
Óscar Puente, ministro de Transportes y responsable de ADIF. | Agencias.
La Entidad Pública Empresarial Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) acaba de lanzar una convocatoria pública para fichar a un nuevo director de Comunicación y Reputación Corporativa. Un puesto creado a medida, según indican a THE OBJECTIVE fuentes vinculadas a la compañía, y que tiene como objetivo colocar a un nuevo guardia pretoriano que refuerce el equipo de fieles del ministro de Transportes, Óscar Puente. Todo ello en medio de la tormenta mediática que afecta a esta cartera con el caso Koldo y tras una serie de denuncias periodísticas por amaño de contratos.
El cargo estará ahora vinculado directamente a la Administración pública, es de «alta dirección», sorprendentemente exige entre sus méritos tener el C2 de una lengua cooficial diferente al castellano y tiene un salario superior al de los propios ministros. El pliego de la convocatoria establece una retribución básica por importe de 83.747,40 euros, un complemento de puesto por importe de 20.338,80 euros y un complemento variable en función de objetivos. Un ministro gana 79.415,16 euros al año, y el presidente de ADIF 173.827,08, según los registros públicos.
La aprobación de este nuevo puesto se ha producido en medio del terremoto generado en el administrador ferroviario tras la destitución de Ángel Contreras el viernes y el nombramiento de su sustituto, Luis Pedro Marco de Peña, este martes. La fecha de la publicación de esta convocatoria para ‘dircom’ -el pasado lunes 16 de septiembre- confirma que estamos ante un puesto que está siendo supervisado directamente desde el Ministerio de Transportes y con el que se encontrará el nuevo presidente de ADIF.
Empleado público
De esta manera, con la colocación de la figura de un vigilante, habitual en las administraciones socialistas, se refuerza el núcleo duro de Puente para hacer frente a la serie de críticas que está viviendo el ministerio, por una gran cantidad de contratos cuestionados y con ADIF en el ojo de la tormenta por las constantes averías que se producen en la red ferroviaria española.
Al analizar el pliego de condiciones, se confirma que estamos ante un concurso que busca un perfil muy específico y que pocos directivos pueden cumplir. En primer lugar, se ha creado una plaza de empleado público para un puesto que históricamente había sido de libre designación, es decir, una persona de confianza del presidente de turno que generalmente se marchaba cuando se hacían cambios en la cúpula.
Ahora se consolida el puesto de alta dirección dentro de la Administración y como empleado público (no funcionario), lo que implica que -aunque los futuros presidentes de ADIF no cuenten con este ‘dircom’ en su equipo- seguirá teniendo un cargo de director de área dentro de la compañía hasta que se jubile o decida marcharse. Es decir, en ninguno de los casos se le podrá despedir.
Nivel de C2
En segundo lugar, estamos ante una convocatoria «interadministrativa», lo que supone que solo un actual miembro de la Administración (central, autonómica o local) podrá optar al puesto. No podrá ser un profesional de la información que actualmente trabaje en medios o que esté en el sector privado, como tradicionalmente se hace al buscar un responsable de comunicación en muchos ministerios, entidades públicas o empresas.
La convocatoria exige tener una experiencia laboral mínima de cuatro años en el sector público y pide al candidato que tenga entre sus méritos «una trayectoria y experiencia mínima de cinco años en puestos de responsabilidad en funciones relacionadas con el ámbito de la comunicación», «haber ocupado puestos directivos en el ámbito de la Administración pública, asumiendo funciones en el ámbito de la comunicación y especialmente como Director de Comunicación» y «tener experiencia mínima de un año como responsable de gabinete en el ámbito de la Administración pública».
Otra particularidad de la convocatoria es que el candidato debe tener como uno de sus méritos el nivel C2 «en otras lenguas cooficiales del Estado español diferentes al castellano»; es decir, que tenga certificado el conocimiento de catalán, gallego o vasco. Algo totalmente inusual para un puesto de estas características, dicen las fuentes consultadas. Recordemos que el ámbito de acción del ‘dircom’ de ADIF es nacional, como indica la misma convocatoria, para lo que en la práctica no se requiere tener más dominio que el del castellano.
Presidente de ADIF
Estas fuentes dentro de la propia Administración también advierten de que este requisito refuerza la idea de que el candidato (o candidata) ya está elegido en alguna administración socialista con lengua cooficial. En este caso, se apunta a que el nuevo director de ADIF viene de la Administración de País Vasco como viceconsejero de infraestructuras.
La convocatoria indica que para evaluar a los candidatos se constituirá una Comisión de Asesoramiento al presidente de ADIF, que estará compuesta por la directora General de Gestión de Personas, Concepción Casillas Martín; la directora de Gabinete de Presidencia, Rosa Isabel Montero Collado; y el subdirector de Organización y Gestión Directiva, Alfonso Martín García.
Pero será el propio presidente el que tendrá la última palabra. «El presidente, en atención al mérito, la capacidad y la idoneidad de cada solicitante, elegirá el/la candidato/a como titular de la Dirección de Comunicación y Reputación Corporativa», dice la convocatoria, que tiene un plazo máximo de dos meses para elegir al nuevo miembro de la compañía. Las solicitudes se recibirán hasta el 21 de septiembre, con solo seis días para postularse, otro hándicap para ampliar el número de solicitantes.
