El acusado de Pioz pide perdón y asegura que hubiera querido evitar los crímenes
Patrick Nogueira, conocido como ‘el descuartizador de Pioz’ por el asesinato de sus tíos y sus primos de uno y cuatro años en agosto de 2016 en una vivienda de la localidad de Pioz, Guadalajara, ha pedido perdón a su familia por el cuádruple crimen y ha asegurado que le hubiera gustado evitarlo.
Con la vista fija en el suelo, inmutable, Patrick Nogueira, conocido como ‘el descuartizador de Pioz’ por el asesinato de sus tíos y sus primos de uno y cuatro años en agosto de 2016 en una vivienda de la localidad de Pioz, Guadalajara, ha pedido perdón a su familia por el cuádruple crimen y ha asegurado que le hubiera gustado evitarlo. «Me gustaría pedir perdón a mi familia. La única cosa que puedo hacer es pedir perdón. No puedo cambiar las cosas. Yo no he elegido funcionar de esta manera», ha señalado.
Nogueira, que ha comenzado esta tarde a declarar en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara, sólo responderá a las preguntas de su abogada y no lo hará ni a la fiscal ni a las acusaciones. La Fiscalía pide prisión permanente y revisable para el acusado.
A preguntas de la letrada, ha reconocido que su infancia no fue buena, con burlas y acoso por parte de sus compañeros de colegio, y ha dicho que desde muy pronto empezó a beber, hasta el punto de considerarse un adicto a la bebida. Nogueira se ha defendido al asegurar que gracias al alcohol, veía «sombras» y distorsionaba la realidad. «Las sensaciones vienen y no sé cómo gestionarlas».
«Para matar no hay que estar loco, hay que ser malo», ha explicado la fiscal Rocío Rojo. «Estamos ante uno de los crímenes más espeluznantes, horribles y terribles que yo he conocido en mi trayectoria profesional y que se han cometido en España», ha añadido.
En el relato de los hechos se explica que Nogueira acudió el 16 de agosto de 2016 al chalé de Pioz en el que vivía la familia “con el propósito de acabar con la vida” de sus tíos y sus primos, de uno y tres años, con un cuchillo de gran tamaño.
Primero mató a su tía y después a los menores, según el relato de la Fiscalía. A continuación, descuartizó el cuerpo de su tía y lo introdujo en bolsas de plástico. También metió en bolsas los cuerpos de los dos niños, que no seccionó. Tras cometer estos crímenes esperó a su tío, a quien atacó por la espalda cuando llegó de trabajar, y siguió el mismo procedimiento que con su tía.
«Hace falta ser macabro y tener maldad dentro para hacerse fotografías con familiares asesinados. Algunos cuando vimos las fotos no podíamos ni tenernos en pie», ha señalado el abogado de la acusación particular Alberto Martín, que representa a los hermanos del asesinado Marcos Campos y a la madre de éste, en referencia a los selfies que el acusado se tomó con las víctimas. Estas imágenes, por su dureza, se encuentran aparte, en una pieza secreta, y está previsto que se muestren a puerta cerrada el lunes en la última sesión.