El Gobierno ceutí analizará la situación de los más de 1.500 menores que han entrado irregularmente
Las administraciones han previsto analizar en las próximas horas la situación de los más de 1.500 menores marroquíes que se encuentran entre las 8.000 personas que han entrado irregularmente en Ceuta en los dos últimos días y de los cuales ya han sido devueltos a Marruecos 4.800, según los datos facilitados este miércoles a Efe por la Delegación del Gobierno. La situación en Ceuta ha elevado la tensión entre Rabat y Madrid a niveles desconocidos en la última década.
Las claves: los menores no entran en el proceso de devolución a Marruecos, tienen un estatus especial y no pueden ser expulsados de Ceuta. Según han informado a Efe fuentes policiales, los menores que han entrado en la ciudad han sido llevados a las naves industriales del Tarajal, donde el Gobierno ceutí ha habilitado este espacio para que pasen el confinamiento obligatorio por el coronavirus.
Posteriormente, todavía no se ha anunciado el destino de estos menores, después de que la Delegación del Gobierno haya descartado la posibilidad de utilizar un campo de fútbol como se había previsto en un primer momento.
El Gobierno ceutí que preside Juan Jesús Vivas (PP) se ha mostrado partidario del reagrupamiento familiar de estos niños al desbordar la capacidad de acogida de la ciudad, según han dicho a Efe fuentes del Ejecutivo local.
La cifra de devoluciones de adultos se ha ido incrementando en las últimas horas después del acuerdo alcanzado entre los dos países para que se produjera el retorno de las miles de personas que habían entrado en la ciudad.
Grupos de inmigrantes vuelven voluntariamente a Marruecos
Varios grupos de inmigrantes que entraron ilegalmente a Ceuta desde Marruecos ya han regresado a su país de forma voluntaria ante la confirmación de que en la ciudad española «no tienen nada que hacer», han afirmado a Efe fuentes de las fuerzas de seguridad del Estado. Los inmigrantes regresaban con las mínimas pertenencias con las que entraron a España por la frontera ceutí del Tarajal, algunos incluso con bañador y chanclas.
Los grupos han empezado a regresar a Marruecos el martes por la tarde, después de horas de deambular por la ciudad y comprobar que no tenían opciones de comer ni de dormir dignamente, han añadido las mismas fuentes.
Los inmigrantes recorrían la playa saludando a algunos de militares que han sido desplazados a la zona para evitar la nueva entrada de personas procedentes de Marruecos.