El teléfono para adolescentes ANAR identifica agresores machistas de 12 años

Las llamadas por violencia machista atendidas en el teléfono de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) subieron un 24,03% en 2018 con respecto al año anterior y, aunque en la mitad de los casos el agresor es mayor de edad (entre 18 y 56 años), se han detectado desde los 12 años. Se trata de casos en los que víctima, también a partir de 12 años, relata principalmente que sufre «insultos» y «control» por parte de su pareja, en la que suele ser la primera relación sentimental.

«Él quiere saber con quién está ella en todo momento», ha explicado a Efe la directora del Teléfono ANAR, Diana Díaz. La edad media de la adolescente víctima ha pasado de 16,1 años a 15,7 años, y no hay que olvidar que su agresor puede tener más de 50 años, ha recalcado Díaz.

Durante el 2018 la Fundación ANAR atendió 21.952 llamadas sobre esta problemática, de las cuales 2.770 necesitaron orientación de un psicólogo, abogado o trabajador social para poder atender a 1.868 casos (en 2017 esta cifra era 1.506). En un 53,5% de los casos las adolescentes no eran conscientes de estar sufriendo este tipo de violencia, ha asegurado ANAR en su informe. En el 80,9% de las llamadas la víctima no ha denunciado esta situación ni tiene intención firme de hacerlo.

«A pesar de los esfuerzos realizados, más de la mitad de las adolescentes que hablaron con nosotros siguen sin identificar que sufren violencia de género y justifican las conductas del agresor«, ha lamentado Díaz. Esta fundación ha recordado el papel de las nuevas tecnologías en este fenómeno, ya que su implicación sigue aumentando, pasando de un 51,6% (2017) a un 60,0% (2018). Según el relato de las adolescentes que contactan con el Teléfono ANAR, han padecido la violencia de género durante más de un año el 38,6%, y un 64,8% de las llamadas revelan que las agresiones eran diarias.

La violencia psicológica sigue siendo la primera forma de violencia dentro de la relación de pareja de los adolescentes, estando presente en el 97,7% de las llamadas de orientación especial. El segundo tipo de violencia que se ha visto en mayor número de llamadas de orientación especial es la social, que se produce en un (4%) y que hace referencia a conductas como la de aislar a la pareja de sus amigos y familiares, el control de sus actividades o el ejercer la violencia en presencia de otras personas. Por otro lado, aproximadamente cuatro de cada diez llamadas de orientación especial (39,5%) se ha descrito la presencia de violencia física, y la violencia sexual en un 14,4% de las situaciones.

«Este hecho es muy grave sobre todo si tenemos en cuenta la edad de las víctimas y que en muchas ocasiones la familia desconoce lo que está ocurriendo. Desde 2017, este tipo de violencia se ha duplicado, desde el 7% hasta el 14,4%», ha asegurado Diana Díaz. Como consecuencia de esta violencia machista a adolescentes, el 61,1% tiene problemas psicológicos: ansiedad (21,1%), tristeza (9,1%), miedo (7,5%) aislamiento/soledad (6,8%) y autolesiones, ideación e intento de suicidio (2,3%).