Conozco el percal
«Con estas protestas cínicas y de propaganda, desprestigian a los que piden, de verdad, una mejora sanitaria e impiden que esa mejora se lleve a cabo»
Manifestación contra Ayuso en Madrid.
Soy un asiduo usuario de hospitales, clínicas, despachos médicos y brujas curanderas de Madrid y Barcelona. Pocos son los centros médicos por los que no haya pasado ni que sea unas pocas y con las mismas colas horas haciendo cola, porque colas, haberlas haylas. Eso no quiere decir nada. Hay colas médicas en todos los países del mundo y son tanto más populosas cuanto más a la izquierda esté el gobierno del lugar, pero no porque no haya sanidad privada sino porque la privada es casi lo mismo que la pública y con las mismas colas.
Por ejemplo, yo pertenezco a ese grupo conocido como «antiguos, nuevos y actuales funcionarios de la administración». Somos varios millones y desde que gobierna Sánchez casi nos hemos doblado. Pero los funcionarios podemos elegir cada año, desde nuestra asociación que es Muface, entre varias privadas (yo soy de Asisa) o la pública. Conozco ambos reinos, el público y el privado, y, la verdad, no veo yo grandes diferencias. Así, por ejemplo, en uno de los hospitales de la Seguridad Social (el de la Princesa) me salvaron la vida y estuve bastante tiempo internado. El trato fue excelente y todas las enfermeras y algunos enfermeros me parecieron heroicos. Los médicos, no hace falta repetirlo, me salvaron.
Pero por mi suerte infinita también he pasado innumerables días en hospitales privados, si por privados se entiende los de Muface, los de los funcionarios. También en ellos he recibido un trato impecable y de nuevo he quedado maravillado con el cuerpo de enfermeras. A ellas y sólo a ellas habría que doblarles el sueldo y no a los ministros.
«La actual embestida de la izquierda contra el sistema sanitario madrileño es una mera excusa para hacer la puñeta»
¿Por qué les cuento la historia de mis lágrimas o, mejor dicho, de mis esparadrapos? Pues porque la actual embestida de la izquierda contra el sistema sanitario madrileño es una mera excusa para hacer la puñeta. Ellos saben perfectamente que no mejora la calidad si un centro es privado o público. Todo depende de los profesionales que allí trabajan y de los jefes que lo dirigen. Hay jefes cabrones tanto en la privada como en la pública. Hay chapuzas en el sector público por miles, y algo menos en el sector privado.
Resumiendo, creo que está muy bien protestar y manifestarse para mejorar la sanidad, la pública y la privada, porque es donde mejor se puede emplear el dinero de los impuestos y no en caprichos del orgullo, la soberbia, la estupidez, la vanidad o la chifladura gubernamentales. Sin embargo, pretender que el lugar donde está peor la sanidad es Madrid y que la Comunidad está privatizando en cadena, me parece puro cinismo. Ni está peor que en el resto de España, e incluso yo diría que bastante mejor, ni desde luego peor que fuera de España, sino muchísimo mejor. No, lo que fastidia a la izquierda es eso de la privatización simplemente porque la izquierda española, que es antediluviana y reaccionaria, está en contra de la empresa, de la iniciativa privada, de los negocios, de ganar dinero y de todo lo que a ellos les huele a capitalismo «despiadado» (o sea, todo lo que no es subvención estatal) y eso aunque vivan en fincas con piscina a lo Hollywood. Resumiendo: es puro impudor.
Lo peor no es eso, sino que, con estas protestas cínicas y de propaganda, desprestigian a los que piden, de verdad, una mejora sanitaria e impiden que esa mejora se lleve a cabo. Dicho en plata: lo que quieren es hundir la sanidad pública y la privada, para llevarse en el envite a todos los gobiernos que no sean como ellos quieren y en los que mandan. Cuanto peor, mejor, suelen decir estos insensatos.
