Un país casi perfecto
Las tropas americanas se van de Afganistán en 2016 en un final responsable, dice Obama. Después lo estropea un poco, añadiendo que el país no será un lugar perfecto.
Las tropas americanas se van de Afganistán en 2016 en un final responsable, dice Obama. Después lo estropea un poco, añadiendo que el país no será un lugar perfecto.
Las tropas americanas se van de Afganistán en 2016 en “un final responsable”, dice Obama. Después lo estropea un poco, añadiendo que el país “no será un lugar perfecto”.
Repaso los titulares de The Objective. No encuentro noticias que me hablen de perfección en algún país. Por un lado, me da pena; lo malo abunda. No digo que lo malo es “normal”, porque que cuando se hace repetidas veces, lo malo no se convierte en bueno, sino en “anormal frecuente”.
Por otro lado, pienso que, si aprovechando que las tropas americanas se van, los afganos con ganas de construir (alguno habrá) se pusieran a trabajar, olvidando y perdonando los odios y olvidando y renunciando a bastantes ambiciones, serían capaces de hacer un país más presentable.
Digo “olvidando y perdonando”. El “yo perdono, pero no olvido” equivale a decir “yo no perdono”. Hay que olvidar, aunque sea dificilísimo. Si olvidas, ya no hay nada que perdonar. El otro, el ofensor, tiene que hacer lo posible para ayudar en el olvido y en el perdón. Y así, poco a poco, el país da pasitos hacia la perfección.
Barack, puedes irte tranquilo. Nadie te llamó a que dejaras un país perfecto. Quizá quisiste simplemente poner orden. Quizá a eso le llamas perfección.
Pero no lo es. Porque la perfección va por dentro y tus tropas van “por fuera”. Los 9.800 que se quedan, que ayuden a poner orden. Díselo, porque me parece que esa es su única misión. Que no se hagan más ilusiones.
