De mal en peor
Ya no puedo más. Estoy empezando a perder la paciencia y la confianza en el ser humano. A veces pienso en emigrar a cualquier pueblo de esos medio abandonados, y pasar de este perro mundo que parece no tener remedio.
Ya no puedo más. Estoy empezando a perder la paciencia y la confianza en el ser humano. A veces pienso en emigrar a cualquier pueblo de esos medio abandonados, y pasar de este perro mundo que parece no tener remedio.
Ya no puedo más. Estoy empezando a perder la paciencia y la confianza en el ser humano. A veces pienso en emigrar a cualquier pueblo de esos medio abandonados, y pasar de este perro mundo que parece no tener remedio.
No puede ser que comience a leer las noticias de The Objective y día tras día me encuentre con el mismo panorama, desolador panorama. Y no es que aquí nos inventemos las noticias, que a fin de cuentas lo único que aquí se hace es mostrar lo que sucede en el mundo, pero ya está bien, es demasiado.
Leo que en Siria que el ISIL intensifica sus ataques contra Kobani y que se ven explosiones y que las revueltas se intensifican. Que ocho personas han muerto en Donetsk por el impacto de un proyectil de artillería contra un autobús. Que miles de personas continúan ocupando las principales calles de Hong Kong en un nuevo día de protestas pacíficas por la democracia. Que en Japón ascienden a 48 los fallecidos por la erupción del volcán Ontake. Que en Afganistán siete soldados afganos han muerto en dos atentados suicidas en Kabul. Que en Francia los trabajadores de Electrolux amenazan con volar y quemar la fábrica. Que en India se produce un grave accidente al norte del país donde 12 personas fallecieron en un choque entre dos trenes en Uttar Pradesh. Que la batalla en la frontera siria-turca está siendo una de las más duras para frenar su expansión. Y así hasta el infinito… Somos pocos, y encima nos compartamos como bestias, incapaces de detener los conflictos mediante el diálogo. ¿Para qué valen las Naciones Unidas?
Y por si fuera poco, lo del ébola. Ahora registran en Estados Unidos, Texas, un primer enfermo de la terrible enfermedad.
Menos mal que entre tanto desastre, se abre camino una noticia que ha pasado casi inadvertida para la mayoría. Los expertos aseguran que es my sano beber cerveza, y que de echar la culpa de la llamada barriga cervecera, al rubio y amargo líquido no tiene nada que ver con ella.