El futuro está escrito
Si quieren conocer la actualidad, lean la Biblia. Y si quieren conocer el futuro lean también la Biblia. Todo está escrito. Deténganse en la profecía de Daniel.
Si quieren conocer la actualidad, lean la Biblia. Y si quieren conocer el futuro lean también la Biblia. Todo está escrito. Deténganse en la profecía de Daniel.
Uno tiene que comentar la actualidad y se aburre y se cansa porque la actualidad se destruye a sí misma cada segundo con idéntica y tediosa soberbia, esa con la que el hombre repite entusiasmado sus errores a lo largo de la historia. Porque el hombre no desciende del mono, sino de la monotonía, tan limitados somos.
Ahora los useños –acertado neologismo de Pío Moa– han enviado tropas a Ucrania para colaborar en unas maniobras conjuntas con el ejército del país en el que vino a nacer Rusia. Tras una revolución pagada por la UE y los Estados Unidos –una copia de las «primaveras árabes» en suelo eslavo– en Ucrania se calienta la segunda Guerra Fría. Al lobby militar industrial norteamericano no le queda otra que instigar conflictos en la frontera rusa porque no puede ganar una guerra total contra el viejo imperio de los zares y su aliado chino: sería el fin de la potencia americana. Y en el caso de que rusos y americanos se enzarzaran en un conflicto de destrucción masiva mutua, los beneficiarios serían los chinos. Como fueron los árabes islamizados los que se alzaron sobre los exhaustos imperios persa y bizantino a finales del siglo VII. Pero, en el fondo, da igual. Nada queda ya de la vieja Roma, de Babilonia, de Asiria, del antiguo Egipto. Ruinas polvorientas que esgrimen una sonrisa cínica, diabólica diría, desde la nada en que reposan las quimeras esquizoides de los seres humanos.
Si quieren conocer la actualidad, lean la Biblia. Y si quieren conocer el futuro lean también la Biblia. Todo está escrito. Deténganse en la profecía de Daniel. Recorran con calma el Apocalipsis. Y reciten, aunque no sean creyentes, el salmo segundo: «¿Por qué se han amotinado las naciones y los pueblos meditaron cosas vanas? Se han levantado los reyes de la tierra, y se han reunido los príncipes contra el Señor y contra su Cristo. Rompamos, dijeron, sus ataduras, y sacudamos lejos de nosotros su yugo. El que habita en los cielos se reirá de ellos, se burlará de ellos el Señor…»
La burla del Señor puede verse, si uno tiene la mirada limpia, paseando por el viejo Coliseo romano. Y si quieren algo más macabro, en la momia de Tutankamón o en la del viejo Lenin. Lo escribió Horacio: «Pulvis et umbra sumus».