Ser y parecer

Manda huevos que estos popes del PP hayan hecho de su capa un saco. No tiene un pase. No serán condenados si no han violado la ley, y así debe ser en un estado de Derecho, pero cuanto antes se vayan a su casa, dejen de cobrar del erario y abran paso a una nueva generación capaz de limpiar tanta mugre, mejor que mejor.

Veo la foto de Trillo de Sergio Moraes, esa mirada, esas siglas del PP metafóricamente desenfocadas y perdidas, y pienso en cuanta razón tenía cuando dijo aquello de “¡manda huevos!”. Si, en efecto, ¡manda huevos!. La repera limonera. El partido en el Gobierno es un cementerio. Y una caja de bombas. Y el en Londres, disfrutando del puestazo. Y trajinando por teléfono, aunque no es lo mismo.

Resulta que según El País, Trillo y Martínez Pujalte, murcianos los dos, que casualidad, cobraron un dinerito de una empresa constructora especializada en obra pública que, además, se vio beneficiada por los parques eólicos en Castilla y León. Cobraban por un asesoramiento verbal, sin documentos por escrito. Ambos lo han reconocido defendiendo la legalidad de su actuación.

Probablemente sea legal, no lo se ni quiero entrar en ello. Hacienda lo está investigando y no hay conclusiones. Vale la presunción de inocencia. Pero en política, cuando se está en la cosa pública, hay que ser honesto y hay que parecerlo. Porque en política, como en tantas circunstancias de la vida, casi siempre las cosas son como parecen. Y en el PP no aprenden.

Que dos diputados en activo facturen a una empresa que contrata obra pública es feo. Puede ser legal (creo que no debiera serlo, pero lo es en España), pero es éticamente reprobable. Y si el asesoramiento es verbal, más posibilidades de que empeore la imagen. Y si la empresa a la que asesoran se vio beneficiada en un asunto sobre el que hay tantas sombras, la cosa se vuelve negra.

Manda huevos que estos popes del PP hayan hecho de su capa un saco. No tiene un pase. No serán condenados si no han violado la ley, y así debe ser en un estado de Derecho, pero cuanto antes se vayan a su casa, dejen de cobrar del erario y abran paso a una nueva generación capaz de limpiar tanta mugre, mejor que mejor. Por ellos, pero sobre todo por la salud democrática de España, tan maltrecha. Como parece. Y como es.