THE OBJECTIVE
Salvador Aragonés

¡Manuela!

¡Vaya gente tienes a tu alrededor! Uno escarneciendo a judíos, y otra a los obispos. Lo peor es que Rita está imputada, y será juzgada por esos hechos.

Opinión
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¡Manuela!

¡Vaya gente tienes a tu alrededor! Uno escarneciendo a judíos, y otra a los obispos. Lo peor es que Rita está imputada, y será juzgada por esos hechos.

Ay, Manuela, alcaldesa, que te crecen los enanos cada día. Un día va por la cultura: tuviste que cesar al concejal de Cultura, Guillermo Zapata, aunque le conservaste el sueldo y prebendas y el acta de concejal, y al día siguiente vino Rita Maestre, jovencita, dirigente de Podemos y portavoz del Ayuntamiento de Madrid. A esa no la has querido cesar. Mejor dicho, no has querido que la oposición, ni siquiera quien te hizo alcaldesa, el PSOE, mandase ya más sobre tu cartapacio municipal recién estrenado.

Has dicho, Manuela Carmena, que es “libertad de expresión” lo de tu portavoz Rita, que no dudó en quitarse el top y el sujetador y, pechos al aire, para gritar contra los obispos y asaltar “pacíficamente” una capilla que Rita no quería en la Universidad Complutense: que nunca más hubiera culto en ella, decía. ¡Vaya gente tienes a tu alrededor! Uno escarneciendo a judíos, y otra a los obispos. Lo peor es que Rita está imputada, y será juzgada por esos hechos.

Todos esperábamos limpieza y transparencia en los nuevos regidores, pero la transparencia la tiene que poner la prensa y la oposición, y la limpieza está que apesta. No Carmena, que todos al final sois iguales, sois como el PP y el PSOE que se cargan de imputados que tú criticabas y Rita les gritaba toda clase de improperios. Hasta tu socio televisivo, Antonio Miguel Carmona, del PSOE, el que te hizo alcaldesa, te ha pedido el cese de Rita… al menos hasta que la justicia sea dictada. ¿Cuántas caras tiene la justicia, Carmena? ¡Tú lo sabes mejor que este humilde comentarista.

Poco te ha durado la gloria, Carmena, la gloria de lucir una vara de alcaldesa, de “aquí mando yo”. Vemos que no mandas, porque te has hecho casta, porque justificas a los iconoclastas, ya sea de santos que de judíos. ¡Qué duro es tener el poder, Carmena! ¡Qué bien es estar en la oposición y gritar desde las calles y plazas de los madriles, indignados todos contra la casta dirigente! Ahora te toca a ti, Carmena y te comportas igual que la casta.

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