Los negocios turbios del Estado Islámico

A los islamistas radicales les cabe el honor de comportarse como auténticos mafiosos. Siguiendo las premisas de Don Corleone, se han organizado bien. No existen fisuras entre ellos y siguen el mismo credo: “Todo vale si se hace en nombre de Alá”.

A los islamistas radicales les cabe el honor de comportarse como auténticos mafiosos. Siguiendo las premisas de Don Corleone, se han organizado bien. No existen fisuras entre ellos y siguen el mismo credo: “Todo vale si se hace en nombre de Alá”. Es por eso que no importa el origen del dinero siempre que se emplee para la creación de un Estado Islámico que, como no combatamos con firmeza, se nos va a tragar a todos.

Resulta difícil cuantificar el dinero que el ISIS ingresa diariamente en diferentes conceptos. Una de sus fuentes de financiación más conocida es la venta de petróleo, que les deja unos ingresos superiores al millón de dólares al día. ¿Es cierto que Turquía hace la vista gorda y deja que el crudo fluya libremente por sus fronteras rumbo a quién sabe dónde?

La trata de personas es un pastel muy apetitoso que el islamismo radical no ha querido dejar escapar. Ya se ha perdido la cuenta de las mujeres y niñas secuestradas para primero ser utilizadas como esclavas sexuales en los campos del Estado Islámico y posteriormente revendidas para que continúen siendo explotadas. Un drama que rompe el corazón cuando se escucha alguno de los desgarradores testimonios de las víctimas.

Uno de los grandes negocios de las mafias es la protección. Bien lo saben quienes han querido incursionar en territorio sirio o abandonarlo. En este sentido, el islamismo radical ya se ha organizado para ofrecer sus servicios. ¿Y quién le dice no a los que en nombre de Alá están dispuestos hasta a perder la vida? Saben que su mayor baza es el miedo que infringen. Harán lo que sea para perpetuarse en ese régimen del terror que causa muerte y desesperación en Oriente y Occidente. Y miraremos atrás y nos arrepentiremos…