Pasen y vean

Tu móvil guarda un espectáculo, pero no es tu lista de contactos. Tampoco tus Whatsapps. Esa clase de feria que también esconde tu ordenador, y que nada tiene que ver con la que desataría contemplar cuerpos desnudos en su pantalla, contiene más morbo que un coito en directo: el de la pornografía de las cuentas offshore en diferido.

Hace pocas horas que el ICIJ –Consorcio de Periodistas de Investigación- liberaba toda su documentación. Toparse con nombres conocidos convierte su revisión en un asunto muy morboso, aunque estudiar 11,5 millones de archivos resulta tedioso tras casi un mes de sobresaltos a cuentagotas. De hecho si cada familia española se encargara de revisar un archivo todavía habría alguna que debería de repetir el repaso, considerando que más de un cabeza de familia no entraría en una ponzoña ya conocida de antemano, por ejemplo el ex ministro Soria o el Sr. Arias.

Dado que entender ese galimatías de datos estructurados y no estructurados costará un esfuerzo inimaginable, donde se necesita echar mano de retentiva y paciencia, temo que esta función no colgará el cartel de “no hay billetes”. No hay taquillazo sin escenas de cama ni buena portada sin fotos.

Por tanto el hastío que pueden terminar provocando los papeles de Panamá se sitúa en su propia esencia: desmenuzar ese tocho de papeles, archivos y datos, agotaría al Santo Job. E imagino que ahí anda el consuelo de quien tiene su nombre dentro de ese marasmo: saber que tarde o temprano los periodistas terminarán cansándose de buscar y el público, ávido de carnaza, olvidándose.

En el Consorcio son tan conscientes de su lucha contra el tiempo y la desidia que existe en la libertad de los datos una intrínseca llamada de auxilio: Estimado lector, ¿nos puedes ayudar investigando tú también?. Ahí va la dirección:https://offshoreleaks.icij.org