MyTO

Gente válida

«Llegados a este punto, y ante la incapacidad de Rivera para seguir pilotando la nave, se hace necesario el relevo, que sería baldío si no fuera acompañado de una refundación»

Opinión
  • Me fogueé en la revista El Ciervo a principios de los noventa y, tras un largo periodo dedicado a la edición en sus múltiples facetas, fundé una editorial, Tentadero, que fracasó por todo lo alto, dejando tras de sí cuatro obras hoy inencontrables, entre las que destaca Ebro/Orbe, de Arcadi Espada. Retomé el periodismo como redactor jefe del periódico Factual, semillero de modernidad que no resistió la crisis de 2009. Soy autor del dietario ‘Libre directo’ y, con Iñaki Ellakuria, de ‘Alternativa naranja’, crónica de la génesis y ascenso de Cs. Desde 2020 vivo en Madrid, terra d’acollida.

No hace ni dos meses, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, recomendaba al PP que pensara por qué se le iban “los votantes o gente válida como Garrido”. Es dudoso que tras la marcha de Toni Roldán, se aplique el cuento. Sobre todo, porque parece confiar en que la imagen de resiliente que cree estar proyectando obre en él un milagro parecido al que obró en Pedro Sánchez, y su ‘no es no’ al PSOE se tenga por un signo de virtud que le allane el camino a La Moncloa. En su obstinación por acortar los plazos para lograr esa meta, Rivera ha convertido Ciudadanos en una suerte de pulsión indescifrable. En un hashtag. A qué ahuyentar al votante medio metiéndose en honduras o planteando debates impopulares. Es más conveniente asomarse a Twitter, pulsar el ambiente y acomodarse a él. Nadie se extrañe de que semejante molicie haya consolidado la aspiración, ciertamente pintoresca, de suplantar al PP. Son los riesgos del pancismo. Llegados a este punto, y ante la incapacidad de Rivera para seguir pilotando la nave, se hace necesario el relevo, que sería baldío si no fuera acompañado de una refundación. Por lo demás, no deja de ser llamativo que el roce con Vox haya precipitado una crisis en Ciudadanos y, en cambio, ningún dirigente socialista haya siquiera amagado con dimitir porque el PSN le dé a Bildu la llave de Navarra. Ese desolador contraste es tan sólo una de las muchas razones por las que Ciudadanos sigue siendo necesario.