El Gobierno intenta disimular su batacazo económico
«Ni ha sido histórico el comportamiento del empleo, ni va a ser histórica la evolución de la recaudación tributaria»
A poco tiempo de conocer el batacazo que se va a llevar el Gobierno en su previsión de crecimiento de la economía española en 2021, estamos asistiendo al espectáculo que supone ver cómo desde las áreas gubernamentales se intenta camuflar el próximo fracaso de Pedro Sánchez.
Bueno es recordar que en los Presupuestos Generales se preveía que el PIB aumentara este año por encima del 7% sin considerar el posible efecto de los fondos europeos y dos puntos porcentuales más considerándolo. Para mal de todos los españoles, la realidad es mucho más cruel y, en función de los últimos datos oficiales que se conocen, todos los organismos nacionales e internacionales apuestan por que nos quedaremos en torno al 5%. El último ha sido la Airef -ese sospechoso aliado de la oposición catastrofista-, que prevé que el aumento se quedará en un escueto 5,1%.
Ante semejante panorama, hace unas semanas sonaron las trompetas de alarma en el Palacio de la Moncloa. Que los datos oficiales del PIB no van a ser positivos, pues empezamos por cuestionar a quien los elabora -el INE-. Que eso no es suficiente, pues seguimos por manifestar que los datos buenos son otros.
Y, en efecto, ya se han empezado a cuestionar y se seguirán cuestionando aún más los datos que proporciona el INE sobre la evolución del PIB. Es dramático constatar cómo desde que gobernaba España el General Franco ningún gobierno había cuestionado las cifras y estadísticas del INE hasta que ha llegado el Gobierno de coalición.
Junto a lo anterior, el ministerio de Escrivá saca unos datos de empleo que califica de históricos, consistiendo la historia en haber aumentado en 2021 el número de empleados en un 4% sobre los que había a final de 2020 ¿Dónde está el carácter histórico? Y eso sin tener en cuenta las peculiares circunstancias que llevan al citado aumento, como son el peso que ha representado el empleo público y el crecimiento de los autónomos ‘a la fuerza’ o desempleados que, por no encontrar trabajo, se dan de alta en dicha categoría laboral para poder facturar alguna ‘ñapa’ que pudieran llegar a hacer.
A lo expuesto se añade otra circunstancia que también será calificada como histórica desde Moncloa: la recaudación fiscal de 2021. Y que, evidentemente, será contrapuesta al paupérrimo aumento del PIB para sembrar dudas sobre las cifras oficiales de éste. Pues aquí también nos van a ‘enmerdar’, que diría Macron, porque también van a reinventar la Historia. De hecho, ya han empezado a hacerlo. Por ello es bueno contar la verdad.
Y la verdad es que en los Presupuestos para este año se preveía que los ingresos recaudados por la Agencia Tributaria crecieran en 2.021 un 14,4% sobre los del año anterior hasta llegar a 222.107 millones de euros. Y lo cierto es que, a falta de lo que suceda en el último mes del año, hasta el 30 de noviembre el importe recaudado por la AEAT -206.570 millones de euros- supera a su recaudación en el mismo periodo del año precedente en un 14,9%. 14,9% frente a 14,4%, solo un 0,5% más de lo previsto ¿Es eso tan histórico como nos van a contar? Y, además, buena parte del aumento habido no se debe a la recuperación de la economía, sino a las subidas de impuestos realizadas por el Gobierno de Pedro Sánchez.
De manera que no. Ni ha sido histórico el comportamiento del empleo, ni va a ser histórica la evolución de la recaudación tributaria. Aquí solo va a haber un dato histórico y un hecho patético. El primero va a ser el batacazo del Gobierno en sus previsiones de crecimiento económico. El segundo va a ser -lo está siendo ya- su infumable esfuerzo por disimularlo.