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Pilar Cernuda

Casado, ante un 13-F de infarto

«Cada vez son más numerosas las voces del desencanto, pero el único que no parece darse cuenta es Casado»

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Casado, ante un 13-F de infarto

El líder del PP, Pablo Casado. | Europa Press

Como para hacer pronósticos… Los sondeos auguran buen resultado para el PP pero lejos de la mayoría absoluta y el PSOE sufriendo el mismo declive que en el resto de España. Vox crece a costa de los errores de Casado, y del bajón de Ciudadanos, que todavía sufre las consecuencias de los errores de Rivera, que tampoco ha sabido gestionar bien su fichaje por un bufete de postín, que dice que el ex presidente de Cs no estaba a la altura de lo que se esperaba de él. Podemos tampoco está como para tirar cohetes y se especula sobre el resultado de los partidos que han nacido bajo el paraguas protector de la España Vaciada.

Se da por hecho que estos últimos son más del PSOE que del PP, pero en el PP hay quien asegura alguno de ellos les hace ojitos. Resumen: no se sabe que puede pasar este domingo, pero la sensación más generalizada, que no significa que sea la más acertada, es que ganará el PP de Mañueco pero tendrá que hacer juegos malabares para gobernar. Probablemente con Vox. Si la mayoría absoluta está lejana, y Mañueco acaba pactando con Vox, podríamos apostar a que a Juanma Moreno le faltará tiempo para convocar elecciones antes de que se abran las negociaciones con Abascal, no vaya a afectar a su resultado en Andalucía.

Un inciso. ¿Qué ocurre con esta España nuestra, donde se demoniza a quien pueda pactar con un partido populista de extrema derecha, y se asume con naturalidad un gobierno de coalición con un partido populista de extrema izquierda que roza constantemente la inconstitucionalidad, y además ese gobierno tiene como socios de referencia a un partido que desciende directamente de una banda terrorista y partidos independentistas catalanes? Algo no va bien en un país en el que ha calado con fuerza esa idea, por muy inexplicable que sea. Y, por si acaso, la abajo o arriba firmante advierte que no tiene la menor simpatía por el partido de Abascal y duda que algún día se le pueda pasar por la cabeza votar a Vox. Pero desde luego, como decía Isabel Ayuso, con razón, mejor el partido de Ortega Lara que el partido que acoge a los que secuestraron durante más de 500 días en un zulo al funcionario de prisiones, y no habrían dudado en asesinarlo si así se les hubiera ordenado.

Pedro Sánchez puede salvarse si su partido no sale bien parado del 13-F, pero Pablo Casado lo pasará mal. Es creciente la tensión interna, Casado se mantiene gracias a que la gente del PP suele ser leal con sus dirigentes -siempre hay excepciones- pero cada vez son menos entusiastas los apoyos internos. Concretemos más: cada vez son más numerosas las voces del desencanto, pero el único que no parece darse cuenta es Casado. Como la operación castellanoleonesa no salga bien no se posarán en Mañueco las miradas que matan, sino en el presidente nacional. Es intocable. Pero lo es de momento.

En julio se celebra el congreso nacional y nadie, pero nadie, se plantea una lista alternativa… pero sí conminarle, obligarle, o como quieran llamarlo, para que haga cambios significativos en su equipo. Para que se inicie una nueva etapa en la que figuras sólidas del partido, que las hay, que saben de política y de estrategia política, que son hábiles negociadores y todavía más hábiles gestores, y que han aprendido todo lo bueno y todo lo malo con años de ejercicio del poder y ejercicio de oposición, regresen. Varios de ellos estarían dispuestos, si se les pide, a hacer lo que sea necesario para, desde la dirección, o desde fuera pero cooperando con la dirección, conducir al PP a una reconversión que permita considerarlo de nuevo como un partido con posibilidades de gobierno.

Esto no va de Vox sí o Vox no, que no caiga el PP en la trampa que le ha tendido la izquierda, que no puede presumir de alianzas con partidos respetuosos con las reglas de la democracia y la defensa a ultranza de la Constitución. Esto va de que lo que quieren la mayoría de los españoles es contar con políticos serios, rigurosos, patriotas en el mejor sentido de la palabra, no patrioteros. Va de que los españoles quieren biografías de gente capaz y decente.

Importa más un buen candidato que el partido por el que se presenta. En España, Alemania, Estados Unidos o Pernambuco. ¿O es que a Isabel Ayuso le han votado solo los votantes habituales del PP? ¿O a Juanma Moreno, o a Núñez Feijóo? El día que se aprueben listas abiertas, caerán muchas figuras que no ven el momento de entrar en el Congreso llevando en la mano la cartera con las palabras presidente del gobierno.

Este 13 de febrero puede pasar cualquier cosa.

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